Lenguaje positivo: la llave de cada persona para cambiar el mundo
El filósofo Luis Castellanos investiga cómo los cambios en el lenguaje puede mejorar no solo las relaciones sociales sino también la salud y la esperanza de vida

Luis Castellanos
El filólogo y novelista Umberto Eco había dicho que el nuestro es un mundo semántico. El lenguaje es lo que diferencia a los humanos de los demás animales, la posibilidad de comunicar ideas abstractas fue la semilla de la cultura que dio paso a las civilizaciones.
Pero así como un martillo sirve para matar o para crear una obra de arte, también las palabras son un arma de doble filo; que sirven para construir o derribar desde ideas relaciones personales hasta imperios.
Cambiar el lenguaje
Todo el mundo presume de estar de acuerdo con términos como ‘paz’, ‘bondad’, ‘solidaridad’ y ‘amor’, “pero pocas personas las utilizan todos los días”, dice Luis Castellanos, filósofo, ‘instructor en comunicación consciente y creativa’ e investigador de una tendencia que, asegura, puede cambiar el mundo: el lenguaje positivo.
“No hay que censurar las palabras, sino escoger las que me permitan tener una visión positiva de la vida”.
Luis Castellanos
“Una palabra genera una estructura, que se puede caer o sostener. Cuando elegimos una palabra la arropamos, la cuidamos y usamos. Por eso no hay que censurar, sino escoger. Si eliges odiar, eliges un camino que te lleva por la amargura y el odio por la vida”, indica a Tendencias.
El resurgir de la espiritualidad
Castellanos sostiene que en los últimos años se presenció un auge de la espiritualidad., “que no hay que confundir con religiosidad”, aclara.
Lo que propone, tanto en sus libros como en las conferencias y cursos que dicta, es “recuperar la espiritualidad del lenguaje”, que las palabras recuperen “la energía que les hemos quitado”, y que más que un canal de comunicación, sean una elección de vida.
La elección de las palabras
La elección de un lenguaje positivo, describe, no solo crea puentes más sólidos entre las personas, sino también que el efecto expansivo se multiplica entre las relaciones vecinales, regionales y nacionales.
Castellanos sostiene que la recuperación de un lenguaje positivo, con la elección de términos que busquen la reconciliación y la apertura antes que la confrontación y la indiferencia, es vital en estos tiempos.
Frente a la descalificación de las redes sociales
Por un lado, debido a la expansión de las redes sociales en la vida de las personas. A través del móvil en segundos se acceden a infinitos foros y canales de comunicación que, en su mayoría, están impregnados de la descalificación, el rechazo y el escarnio público.
“Ser políticamente correcto nos quita el valor de decir las cosas”.
Luis Castellanos
Además esto no se circunscribe a la gente de a pie: la clase política, empresarial y dirigente también se contamina de un lenguaje de choque, populista, donde la mentira se disfraza bajo los eufemismos y los circunloquios.
Inclusive, pretender quedar bien con todo el mundo tampoco es la solución: “lo que el mundo nos pide es valor, valentía. Ser políticamente correcto nos quita el valor de decir las cosas”.
Por otra parte, las situaciones creadas por la pandemia han obligado a toda la humanidad a confinarse, reducir sus contactos sociales al mínimo y adaptarse a la incertidumbre; situaciones que generan estrés y ansiedad, entre otros síntomas.
Beneficios neurológicos
Las ventajas del lenguaje positivo van más allá de las relaciones sociales: también son beneficiosas para el cerebro.
Unas investigaciones encaradas por Castellanos demostraron que la elección de palabras y emociones que sean agradables “genera reacciones más rápidas en el cerebro, te hacen estar más atento y creativo. O sea, como dijo un periodista amigo, el lenguaje positivo te regala tiempo”, dice este filósofo.
Por el contrario, “las palabras negativas te quitan tiempo de vida. Las personas amargadas siempre están rumiando, ven el mundo de la misma manera. Dejan de querer ser curiosos, de buscar cosas nuevas”.
Libros publicados
Castellanos es autor de tres libros. El primero, La ciencia del lenguaje positivo (Paidós Contextos) trata sobre el poder de las palabras en el cerebro y cómo estas determinan el rumbo de los pensamientos.
El segundo, Educar en lenguaje positivo (Paidós Educación), se centra en la experiencia del proyecto Palabras Habitadas en un IES, para entender cómo aplicar las palabras en el ámbito académico.
Y el tercero El lenguaje de la felicidad (Paidós) propone que cada persona desarrolle y elija las palabras que le permitan ser feliz.
Hay un cuarto libro en elaboración, indica a Tendencias, “que cerrará este círculo, y tratará sobre el desarrollo de la espiritualidad a través del lenguaje”.
Cursos para gestionar mejor el lenguaje
Castellanos ha sido ‘asesor táctico del lenguaje’ en compañías y centros de estudios como Repsol, Red Eléctrica, Gas Natural, McDonald’s y Esade y asesoró a personalidades deportivas y entrenadores.
En siete años ha organizado cursos de capacitación para 57.000 personas. Estos seminarios se reconvirtieron al formato virtual, y en enero abrirá la inscripción de un nuevo taller, dividido en siete módulos que se imparten durante ocho semanas.
En ellos se avanza según “los cinco niveles de conciencia del lenguaje”, donde además de mejorar la comunicación personal se reconocen y desarrollan las emociones y se mejora la confianza personal.
“Las palabras que elegimos cambian nuestros pensamientos, y se convierten en una de las herramientas más potentes para alcanzar mejores competencias en la vida personal y profesional”, concluye Castellanos.