El otoño de Picasso, un motivo más para visitar Segovia

El Museo de Segovia presenta 'Picasso, grabados al linóleo', en la que se exponen 45 obras del artista malagueño realizadas cuando estaba cerca de los 80 años

Las obras fueron realizadas cuando Picasso estaba cerca de los 80 años. Foto Pablo Martín | EFE

Picasso no quería ni oír hablar de retiro, jubilación o descanso. El pintor, escultor y ceramista trabajó e innovó hasta en su vejez, y estuvo presente en sus exposiciones como la que se organizó en 1960 en la galería Louise Leiris de París cuando tenía 79 años.

De esa muestra se exponen 45 linograbados que el Museo de Segovia (calle Socorro, 11) presenta bajo el título ‘Picasso, grabados al linóleo’.

«En esta época, Picasso ya había alcanzado el Olimpo como artista, y podía sentarse y disfrutar de su prestigio, pero no, siguió descubriendo, innovando», dijo a Efe José Miguel Ortega, coordinador en la Fundación Siglo para el Turismo y las Artes de Castilla y León.

El afán por probar nuevas técnicas

Picasso, en su afán por probar nuevas técnicas, experimentó con el linóleo a fines de los años ’50 y principios de los ’60.

Comparado con la xilografía este material ofrece una superficie más blanda y maleable para el grabado.

El linóleo fascinó al artista, que siguió probando nuevas técnicas “hasta ahogar prácticamente sus posibilidades”, y en donde también llegó a recurrir a herramientas de zapatero o cuchillos para crear nuevas texturas y buscar una mayor calidad.

En la muestra se exponen 45 linograbados. Foto Junta de Castilla y León

Otras innovaciones técnicas que aplicó Picasso fue sobreimprimir con diferentes capas de tinta.

Para crear nuevas texturas llegó a utilizar herramientas de zapatero o cuchillos y buscar la mejor calidad en las planchas

Para evitar complicaciones con la elaboración de las planchas al linóleo decidió abordar temas familiares y buscar resultados simples.

Cerca de la perfección

En una de ellas, de 1958, se ve el retrato de una dama basada en una pintura de Lucas Cranach el Joven; para la que usó ocho capas superpuestas.

“Es una etapa de absoluto dominio de la técnica, cercana a la absoluta perfección; ha explorado y economizado al máximo las posibilidades ofrecidas por el medio, confirma la inmensa categoría de las facultadas creadoras, evidenciada una vez más al aceptar de lleno las dificultades del grabado al linóleo”, indicaron los organizadores de la muestra.

Forma simples para una técnica compleja

Su pasión por los toros, un tema habitual en sus obras, también llegó a estos linograbados con obras como Picador picando al toro o Picador y toro huyendo; así como en los retratos femeninos como Mujer a la ventana, Tres mujeres o Jacqueline, donde pintó a su esposa Jaqueline Roque.

La exposición estará abierta hasta el 30 de enero. Foto Junta de Castilla y León

Otros motivos reflejados en las planchas eran las bacanales, como Bacanal con pareja de amantes y Bacanal con cabra, donde se pueden ver paisajes y figuras humanas que recuerdan a la famosa escultura Footballeur, realizada a principio de los ’60.

Picasso, sin comparación posible

La exposición estará abierta hasta el 30 de enero, y permitirá conocer una nueva faceta en la larga carrera artística del artista malagueño.

“Como cada vez que se embarcaba en una nueva tarea, ya sea escultura, litografía, cerámica o aguatinta, el resultado obtenido no puede compararse con nada más que las creaciones anteriores del propio Picasso” había escrito el historiador del arte Wilhem Boeck en el catálogo de aquella exposición realizada en París.

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