Tras las huellas de las misiones de Velázquez por Italia
Una exposición en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando recorre la obra de Velázquez relacionada con los dos viajes que realizó a Italia

‘Ariadna dormida’, vaciado de yeso traído por Velázquez de Roma. Foto Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Arropado por la corte de Felipe IV, Diego Velázquez realizó dos viajes a Italia en su vida. El primero, de 1629 a 1632, fue para recibir la influencia de los maestros italianos y aprender las técnicas que lo llevarían a una mayor seguridad en sus pinceladas y a presentar una visión renovada del color.
Tras una década y media de gran productividad, y con el prestigio de ser el pintor oficial de la corte, entre 1649 y 1651 realizó su segundo viaje, ya con un par de misiones importantes en su cartera: adquirir obras de arte antiguas y modernas, o al menos conseguir vaciados en bronce y yeso de algunas de ellas, y contactar artistas que estuvieran dispuestos a trasladarse a Madrid para decorar las salas del Alcázar.
Siguiendo a Velázquez por Italia
Las huellas de estos dos viajes clave en la vida del creador de Las meninas se pueden ver en la exposición Velázquez en Italia: entre Luigi Amidani y Juan de Córdoba, que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando presenta hasta el 4 de septiembre.
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Entre las obras expuestas se encuentra la copia hecha por Velázquez de la Santa Cena de Tintoretto, un regalo a Felipe IV tras volver de Italia, que estuvo en las zonas privadas del Alcázar y que Napoleón Bonaparte quiso llevarse para su palacio de Buenavista.
La copia de la ‘Santa Cena’ de Tintoretto, que Felipe IV tenía en sus aposentos privados, quiso ser incautada por Napoleón para exponerla en su palacio
El compañero de viaje
También se pueden conocer las obras de Luigi Amidani, pintor de los Farnese en Parma que acompañó al pintor español en el periplo por Italia, y que luego se traslado a España, donde se ha localizado gran parte de su obra.
De ese artista se exponen diez cuadros de pequeño formato que representan el martirio de los apóstoles.
Homenaje al gran gestor
La Academia también presenta siete vaciados de yeso de famosas esculturas obtenidas en Roma, que se salvaron de incendio del Alcázar de 1734.
Velázquez homenajeó a Juan de Córdoba con un retrato por agilizar las gestiones para obtener vaciados de yeso de estatuas clásicas en Roma
Son las únicas que se conservan de las 35 que consiguió Velázquez a través de una denso entramado de permisos y contratos, cuyas huellas se pueden seguir en los archivos italianos y españoles, como se ve en los documentos notariales con encargos precios y detalles técnicos.
Gran parte de la burocracia fue salvada por Juan de Córdoba y sus gestiones para lograr la contribución de los Museos Capitolinos. Un retrato realizado por Velázquez de esa figura clave de la corte se presenta con algunas de las esculturas que había obtenido en el viaje.
Como es lógico, no podía faltar el retrato del monarca Felipe IV , también de los fondos de la Academia; así como del cardenal Gaspar de Borja y Velasco, “único dibujo del maestro sevillano identificado con certeza”, indican en este centro de bellas artes.