¿Mar o montaña? Siete razones para escapar al sur de Castellón

Pasar las horas en playas de arenas doradas o guijarro, ver el mar desde las sierras, ver cómo la vida resurge al atardecer en las plazas de los pueblos, sentir el golpeteo de las olas en la tabla de windsurf, encontrar flores en los senderos o peces que se ocultan en las rocas.

Estas son algunas de las sensaciones e imágenes que se obtienen en el verano en la franja sur de la provincia de Castellón.

35 km de costas

Esa es la extensión de la ruta Azul-Litoral, que abarca los municipios de Burriana, Nules, Moncofa, Xilxes, La Llosa y Almenara.

Estos poblados se conectan por el camino de Serradal-Serratela, en las que se pasa por las playas de Malvarrosa, Grao y L’Arenal en Burriana.

Tras las de Nules (L’Alcudia, El Bovalar, Les Marines y Del Rajadell) llegan las de Moncofa, como arenales como los de Pedraroja, Grau y Masbo, sitios ricos en yodo y de aguas densas y fuertes, precisan en Turismo de Castellón.

Las playas de Xilxes se presentan en forma de concha, mientras que en La Llosa se encuentran una de las pocas playas vírgenes que quedan en el litoral mediterráneo español.

Tras pasar zonas de arrozales y semi boscosas se llega a Almenara, donde se encuentra la playa de Casablanca.

Deportes náuticos

Burriana es el punto ideal de este rosario de pueblos para practicar deportes náuticos. Allí se encuentra una la Escuela del Mar de la Generalitat, donde se enseña remo, vela, piragüismo y windsurf.

A lo largo de los 35 km de costa del sur de Castellón se concentran 17 playas de arena o guijarros

También funciona un Centro de Buceo que da cursos con titulaciones homologadas y salidas en alta mar.

Para los que gustan de navegar se pueden contratar excursiones en el puerto deportivo Marina Burriana Nova, donde también se imparten cursos con diferentes títulos náuticos.

Senderos Azules

Estos caminos costeros son ideales para caminar e ir enlazando pueblo a pueblo mientras se contempla la naturaleza de playas y bosques.

Aquí se encuentra el sendero de Clot de la Mare de Déu en Burriana, donde está el tramo final del río Anna y que presenta uno de los pocos bosques de ribera en la Plana Baixa.

Le sigue el de Belcaire en Moncofa, que comunica la playa del Masbó con la del Grau a través de un paseo encajonado entre el mar y el río Belcaire.

En Xilxes hay un camino cerca de las playas de Les Cases y del Cerezo que llega hasta la de La Llosa.

Y luego está el de Almenara, también llamado Sendero Azul de los 6.000 pasos, donde hay un mirador en el punto de partida y por el que desfilan las casas marineras junto a la playa Casablanca.

Tras pasar por la capilla del Carmen de la Playa, concluye ante un centenario y monumental eucalipto.

Parajes naturales

De espaldas al mar se presentan varios parajes naturales de una serena belleza. Uno es la desembocadura del Millars, humedal donde viven más de 200 especies de aves, entre ellas la cigüeñuela y el gall de canyar (calamón), que viven en abundantes poblaciones.

También está el Estany de Nules, un espejo de agua de 2,7 hectáreas rodeado de un bosque de ribera que es hogar de aves como el porrón común, el cuello verde y la garza real, entre otros.

Otros puntos para encontrar a la naturaleza son la desembocadura del Bellcaire, el marjal de Almenara que se aprovecha para el cultivo de arroz y el Estany d’Almenara donde conviven moluscos, peces y anfibios y un gran número de aves marinas.

Vistas panorámicas

Los amantes del senderismo pueden calzarse sus zapatillas para ascender al Puntal de Nules, que se eleva hasta los 631 metros y es el punto más elevado del litoral que está tras la Sierra de Espadán.

Junto a una antigua torre de defensa se puede contemplar un paisaje de plantaciones de naranjos de un lado y el mar del otro, en un entorno donde crecen el alcornoque, el pino rodeno y por donde vuelan las aves rapaces.

Desde las alturas del Puntal de Nules se contempla un verde paisaje de naranjales que contrasta con el azul del Mediterráneo

Allí se encuentra la Font de Cabres, con un agua de excelente calidad que emana rodeada de árboles centenarios.

Rutas de naranjas, arroces y melones

Los productos de la tierra son la excusa para organizar varias rutas. Una de la de la Naranja, que se inicia en el centro de Burriana, donde hay varios edificios de estilo modernista.

En Nules se puede conocer la variedad clemenules, de gran dulzor; mientras que en Moncofa se pueden conocer las granjas y masías que la cultivan.

En Xilxes la ermita del Cristo de la Junquera se encuentra rodeada de estos árboles frutales, en un camino que sigue hasta Almenara.

Esta última localidad es el punto de partida para la Ruta del Arroz, cuya producción y tradiciones se presentan en el Museo Etnológico Moli de l’Arros.

Al tomar el Camí Serratella, en La Llosa y Xilxes, se descubren aves y marjales, en un paisaje inundado tapizado de las plantas verdes de este cereal.

En estos parajes también se cultiva un melón de excelente calidad, el de la variedad de la Marjal Sud.

Las plantaciones, que tienen en el verano como su época más intensa, se despliegan a lo largo de los municipios de Moncofa, Xilxes, La Llosa y Almenara, que en temporada estival organizan fiestas en honor a este fruto.

Huellas históricas

Desde tiempos prehistóricos estas tierras han estado habitadas. En las visitas a la costa sur de Castellón se pueden descubrir interesantes muestras históricas como la ermita y la iglesia de Santa María de Magdalena en Moncofa, el recinto amurallado de Mascarell en Nules, las murallas y la iglesia de los Santos Juanes de Almenara, la villa romana de Benicató de Nules, el Puente de Agua y La Nevera de Alfondeguilla y el templo de El Salvador en Burriana, entre otros.

La zona, además de producir exquisitas naranjas, tiene una importante producción de arroz y melones

Y también hay varios museos: en Nules están el de Historia y el de Medallística ‘Enrique Giner’; en Almenara el citado del Arroz y el de Santa Genoveva Torres Morales y en Burriana el Arqueológico Municipal.

También cabe citar la Necrópolis de Xilxes, el museo de las Espardenyers (alpargatas de esparto) y el histórico de La Vilavella.