Si ya has visto Dublín, sal a descubrir sus pueblos

Si ya has estado en Dublín es hora de tomar el ferrocarril de cercanías y descubrir los pueblos que se despliegan al norte y al sur de la capital irlandesa

Atardecer en la costa de Sandycove. Foto Turismo de Irlanda

Dos o tres días alcanzan para visitar el centro histórico de Dublín con su castillo, el Trinity College y su biblioteca; tomar una Guinness en su fábrica o escuchar bandas tradicionales en los pubs de la calle Temple.

¿Y después? Aquí sugerimos estirar la visita un par de jornadas más, para conocer los pueblos que como un abanico se despliegan al norte y sur de la ciudad.

Para ello no hace falta alquilar coche (además hay que estar entrenado para conducir por el carril contrario), sino que basta con subir y bajar del Dart, el ferrocarril de cercanías.

Al sur de Dublín

La propuesta de Turismo de Irlanda es iniciar el paseo en dirección al sur, tomando el tren en la estación de Pearse y bajando como primera escala en Sandymount, un antiguo pueblo de pescadores absorbido por el área metropolitana y que se convirtió en destino de moda de las fortunas locales.

La bahía de Dublín a la altura de Sandycove. Foto Turismo de Irlanda

El lugar conserva su centro de casas victorianas y un paseo marítimo que fue retratado por James Joyce en el Ulises.

Playas y puertos

A ocho kilómetros está Dun Laoghaire, localidad de comercios encantadores y con un puerto del siglo XIX, el East Pier, donde las focas se asoman buscando alguna presa junto a los barcos de pesca.

Si uno llega un domingo, tiene que pasar un buen rato por el mercado del People’s Park, con una variada oferta de artesanías, arte y comidas típicas.

Puerto de Dun Laoghaire. Foto Turismo de Irlanda

Los pueblos de Sandycove y Gasthule, así como Dalkey, tienen una importante huella literaria en los homenajes a James Joyce y en su Festival del Libro

Un poco más al sur está la playa de arena de Forty Foot, donde hay valientes dublineses que se zambullen en cualquier época del año.

Allí hay una torre convertida en museo, porque allí comienza el Ulises. Además los cercanos pueblos de Sandycove y Glasthule viven su pequeña revolución cada 16 de junio cuando se festeja el Bloomsday, el día de homenaje a Joyce.

Centro de Glasthule. Foto Turismo de Irlanda

El pueblo de la literatura

La siguiente parada es Dalkey, pueblo que fue adoptado por celebridades como los U2 Bono y The Edge, además del director Neil Jordan y la cantante Enya.

Al andar por el puerto de Colienmore y retomando la Vico Road hay que ver el paisaje costero que se despliega colina abajo.

Enfrente está la isla de Dalkey, aunque solo habitada por cabras montesas, focas y aves marinas, se puede visitar en excursiones en barco, y recordar que fue sitio de confinamiento de esclavos vikingos.

En el centro está el castillo de Dalkney, que se puede conocer en visitas teatralizadas, donde hay desde maestros pasteleros que elaboran delicias de siglos atrás y arqueros con ballestas.

Castillo de Dalkey. Foto Turismo de Irlanda

El lugar es una meca de gente de arte y letras, como se evidencia en el Festival del Libro de Dalkey, que se celebra a mediados de junio en este pueblo que vio nacer a George Shaw, y por el que han pasado Salman Rushdie, Joseph O’Connor, John Banville y Sebastian Barry.

Al norte de Dublín

Ahora es momento de ir al norte. Desde las estaciones de Connolly, Tara Street o Pearse hay que tomar los trenes del Dart que terminan en Howth o Malahide.

Para llegar a la playa de Dollymount y la isla de Bull hay que bajar del tren en Clontafort y seguir en autobús.

Playa de Dollymount. Foto Turismo de Irlanda

La visita vale la pena para ver ese gigantesco y solitario arenal, catalogado como Reserva de la Biosfera por la Unesco con una abundante población de aves limícolas y silvestres.

El mejor momento para mirar y fotografiarlas es una o dos horas antes de que suba la marea.

En tanto la playa es un animado lugar para practicar kitesurf, surf con remo y kayak, aunque hay quienes prefieren poner sus habilidades a prueba en el Royal Golf Club, abierto desde 1885.

Excursión a la península de Howth

Por los acantilados de Howth

En la península de Howth hay que visitar el pueblo homónimo, que según Turismo de Irlanda, es “la definición de lo pintoresco”. En el muelle hay excelentes marisquerías, pero también está la opción económica de los fish & chips de los bares locales.

En el recorrido norte hay varios castillos que valen la pena visitar, como el de Howth y el de Malahide

Desde la estación parte una bonita ruta circular por los acantilados de Howth, que pasa por el castillo que custodiaba estas costas (sus jardines ya valen la pena la visita), el faro de Baily con vistas a las islas de Lambay e Ireland’s Eye, la Torre Martello y el Museo Nacional de Transporte.

Castillo de Malahide. Foto: Brendan Lyon | ImageBureau

Castillo de Malahide

Otro castillo, e impactante, es el de Malahide, que se levanta con sus torres tapizadas de enredaderas en un parque de 101 hectáreas, que perteneció a la familia Talbot por 800 años.

El pueblo también merece un paseo para ver sus casas georgianas, su playa y sus pubs; en una visita que puede ser una buena culminación de estas escapadas cercanas a Dublín.

a.
Ahora en portada

Salir de la versión móvil