Raiguer: tradición y artesanías en el corazón de Mallorca

Los trece municipios de la comarca de Raiguer, que atraviesan Mallorca de lado a lado, forman un rosario de pueblos, valles y cultivos que ofrecen una interesante alternativa turística

Murallas de entrada a Alcúdia. Playa de Alcúdia. Foto Turismo de Mallorca

En paralelo a la Sierra de Tramontana, desde la bahía de Palma a la de Alcúdia, la comarca de Raiguer atraviesa la geografía balear como si fuera una gigantesca pincelada por su franja centro-norte.

Es cierto que algunas partes cuentan con una excesiva presión turística, sobre todo cerca de la costa; pero a lo largo de estos valles, tapizados de bosques y cultivos, se encuentran pueblos que conservan en espíritu de Mallorca.

Inca

Entre sus trece municipios uno de los más dinámicos es Inca, conocido por su larga tradición en la fabricación de zapatos.

Inca es la ciudad más importante de Raiguer, importante productora de calzado y productos de cuero de excelente calidad

Atardecer en el Puig de santa Magdalena, cerca de Inca. Foto Benjamí Villoslada Gil – CC

Si alguien quiere aprovechar los buenos precios que tienen la venta directa del fabricante al consumidor se pueden visitar los outlets con productos de cuero de primera calidad, que se suma a activa vida cultural.

Al que le interese los productos de cerámica tendría que visitar Marratxí, municipio con cuatro núcleos históricos con una tradición centenaria en este oficio. Sus centros de compra en las zonas de Sa Cabaneta y Pòrtol tienen buenos accesos desde Palma.

Alcúdia

Pero si se buscan rincones históricos la cita tiene que ser en Alcúdia, con sus calles llenas de recuerdos como los que transmite su muralla medieval, cuyos orígenes se remontan al Imperio Romano.

Tampoco se puede dejar de lado que Alcúdia cuenta con hermosas playas de aguas claras, vigiladas por grandes acantilados y que derivan en grandes canales.

Playa de Alcúdia. Foto Turismo de Mallorca

Desde Santa María del Camí parten excursiones en bici o a pie por la Sierra de Tramontana

El turismo de naturaleza es protagonista en Santa María del Camí, punto de partida para numerosas opciones de senderismo, bicicleta y otras actividades en la Sierra de Tramontana, como es la recomendada ruta del Valle de Coanegra; en la que se descubren bosques y cuevas.

Binissalem

Para el que le interese un tipo de viaje más relajado, como se suele dar en el enoturismo, la propuesta de Raiguer es realizar la ruta de vino de la DO Binissalem, que atraviesa los pueblos de Santa María del Camí, Consell y Binissalem.

Allí las bodegas suelen organizar catas para las visitas, además de explicar el proceso de producción de sus vinos cultivados en la complicada orografía de la comarca.

Homenaje a la cultura del vino en Binissalem. Foto Michael John Button – CC

Los vinos de Binissalem ya eran conocidos en la Edad Media, y Julio Verne los cita en su novela Clovis Dardentor.

Fiestas y mercados

El proceso de cultivo, cosecha y recogida forma parte del acervo cultural de estos pueblos mallorquines.

Por ejemplo, desde 1965 en estos pueblos se organizan fiestas para celebrar la Festa des Vermar, que celebra el fin de la cosecha de las vides. Son dos semanas donde se pueden ver concursos de pisar vino, batallas de uvas, desfiles de carrozas y cenas al aire libre con los típicos fideos de Vermar.

Vista de los valles de Raiguer. Foto Aina Vidal – CC

Otra tradición que breva en raíces ancestrales es la de los mercados. Cada pueblo, periódicamente, despliega paradas de agricultores, artesanos y comerciantes que venden sus productos del campo, ropa y recuerdos.

Los más populares son los de Alcúdia los martes y domingo, los de Inca los jueves y los de Santa María los domingos.

Ya lo saben: si quieren conocer la verdadera alma de la comarca de Raiguer, esta es la cita indicada.

a.
Ahora en portada