Para dormir como Dios manda: las iglesias se transforman en hoteles
En el Reino Unido numerosas iglesias rurales evitan el abandono al reconvertirse en alojamientos ideales para senderistas o escapadas detox
La falta de fieles, el despoblamiento rural y la creación de nuevos templos condenan a centenarias iglesias de Europa a una lenta desaparición. Pero en Gran Bretaña su transformación en hoteles rústicos le dan una nueva vida.
En Inglaterra hay más de un centenar de iglesias, casi todas en la campiña o en pequeños pueblos, que estaban cerradas o casi en desuso. En algunas las misas se celebran una vez al mes, otras dejaron de funcionar cuando se abrieron templos más nuevos y con mejores accesos.
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Desde hace un par de años que el Fondo de Conservación de Iglesias (CCT, por sus siglas en inglés) reacondiciona estos templos de piedra, vitrales y gárgolas en alojamientos que son ideales para los amantes del senderismo, los ciclistas o los que buscan una escapada de desconexión.
Actualmente el catálogo del CCT tiene 18 iglesias, pero se espera que su número siga creciendo conforme aumenta el interés por este tipo de alojamiento. Este es el ‘champing’
Ideal para desconectar
No hace falta ser cristiano. Ni siquiera religioso, porque aunque los edificios están consagrados, al momento de ir a dormir da igual la creencia del huésped.
En el Reino Unido hay 18 iglesias que se transformaron en alojamientos rústicos
Aquí no hay bares, ni recepción ni piscina. Desde la web del CCT se puede gestionar la reserva, y en algunos casos un vecino o cuidador es el encargado de abrir las puertas de madera con una gigantesca llave y acondicionar el lugar.
Champing, la nueva palabra de moda
Durante el año pasado unas 2.000 personas pasaron la noche en las iglesias adaptadas como alojamiento, una gran parte de ellos provenientes de EEUU, y la entidad espera que este número se incremente para la próxima temporada.
La fundación CCT reconvierte las iglesias en acogedores alojamientos.
La organización dispone de alfombras y colchones al costado del altar o en capillas laterales, para aislar de las piedras. También cuenta con calefacción por radiador, luces, mesas, sillas, sillones, linternas y hasta un kit para preparar el té o el café por la mañana, aunque también se puede encargar, por un recargo extra, un desayuno al estilo inglés preparado por algún vecino.
Por supuesto que las iglesias carecen de baño, pero en el exterior hay lavabos portátiles para evitar apuros.
Opción más sofisticada
Para algunos le puede parecer demasiado rústico. Por ello en el condado de Hereford (donde la diócesis tiene catalogadas 420 templos cristianos) sus autoridades tienen en manos un proyecto para colocar cápsulas para dormir, similares a las que se ofrecen en los aeropuertos más modernos.
Este proyecto se iniciará con una prueba piloto en la iglesia de St Mary Magdalene, una pequeña iglesia rural en el pueblo de Turnastone.
Iglesia de All Saints in Aldwincle, en Northamptonshire.
“Dormir en una iglesia fría puede ser lo más cercano al infierno. Pero hacerlo en una cápsula de diseño, con calefacción, TV, wifi, ropa de cama y muebles elegantes es encantador”, describe Wendy Coombey, asociada a la diócesis de Hereford con este programa, a The Guardian.
Otros países interesados
El crecimiento de esta iniciativa despertó la curiosidad de comunidades de Suecia y los Países Bajos. En este país algunas librerías se instalaron entre las columnas de iglesias góticas.
Iglesia de St Katherine’s in Chiselhampton, en Oxfordshire.
En Europa es frecuente que los conventos abran sus puertas a interesados en alojarse en un sitio tranquilo y con la relajación que otorga la austeridad. Pero no iguala a la novedad del champing.
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Tampoco el cambio de destino que han tenido varios templos que alguna vez fueron iglesias, pero que ahora son hoteles de lujo (como el L’Oscar de Londres) o apartamentos de diseño que se ofrecen para alquiler, como sucede en EEUU.
En España el único caso es una pequeña capilla privada en una finca en las sierras de Álora, Málaga, donde la noche se ofrece a 90 euros.