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Parador de Almagro: un refugio de historia, teatro y encanto manchego
¿Quieres una escapada en un Parador único situado en un antiguo convento franciscano? ¡Descubre el Parador de Almagro!

El Patio de Agua del Parador de Almagro. Foto: Paradores
En el corazón de Castilla-La Mancha, el Parador de Almagro se alza como un testimonio vivo de la historia y el arte español, ocupando el antiguo Convento de Santa Catalina, una joya arquitectónica del siglo XVII. Este parador no solo ofrece una experiencia única de alojamiento, sino también un viaje en el tiempo que conecta a los visitantes con la rica herencia cultural de Almagro, la capital indiscutible del teatro clásico español.
Un convento con cuatro siglos de historia
El antiguo Convento de Santa Catalina, que fue el primer convento franciscano de Almagro, ha sido cuidadosamente restaurado para preservar su esencia original. Con sus 14 patios interiores, pasillos de vigas azules y los característicos azulejos mudéjares decorados con motivos geométricos, el Parador de Almagro combina la grandeza histórica con la comodidad moderna. Este espacio, que conjuga estilos renacentista y barroco, conserva elementos emblemáticos como el refectorio y la bodega original, ahora rodeados por patios renovados que invitan al descanso y la contemplación.
Almagro: capital del teatro clásico y joya histórica
Almagro es mucho más que el hogar del Parador; es una villa declarada Conjunto Histórico-Artístico desde 1972. Con profundas raíces en la Orden de Calatrava, esta ciudad manchega brilló especialmente bajo el reinado de Carlos I, convirtiéndose en un epicentro cultural durante el Siglo de Oro.
Un recorrido por sus calles permite descubrir lugares icónicos como el Corral de Comedias, el único teatro de su tipo que se conserva intacto desde el siglo XVII. Este espacio mágico ha sido escenario de grandes obras de dramaturgos como Lope de Vega y Tirso de Molina. En julio, Almagro se transforma gracias al Festival Internacional de Teatro Clásico, que atrae a artistas y amantes del teatro de todo el mundo.
Pero la villa no se limita al arte escénico. La Plaza Mayor, con sus soportales de columnas de piedra y balcones acristalados en tonos verdes, es el centro neurálgico de la ciudad. Además, monumentos como la Iglesia de San Agustín, el Palacio de Fúcares y el Convento de la Asunción de Calatrava reflejan el esplendor histórico de Almagro.
Sabores manchegos en un entorno monacal
El restaurante es una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía. La cocina regional manchega se reinventa en platos que respetan la tradición, servidos en un ambiente que evoca la tranquilidad de los antiguos monasterios. Desde clásicos como el pisto manchego y las migas hasta guisos de caza y postres tradicionales, cada bocado transporta a los comensales a los sabores más auténticos de la región.
Naturaleza y actividades al aire libre
A pocos kilómetros de Almagro, los amantes de la naturaleza encontrarán auténticos paraísos. El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, un humedal de importancia internacional, es ideal para explorar a pie o en bicicleta eléctrica. Más allá, el Parque Nacional de Cabañeros y las Lagunas de Ruidera ofrecen paisajes únicos, mientras que el volcán Cerro Gordo recuerda el pasado geológico de la región.
Para quienes buscan algo diferente, una visita a Valdepeñas permite adentrarse en la rica tradición vinícola de Castilla-La Mancha. Los viñedos y bodegas locales ofrecen una experiencia sensorial única que complementa la estancia en Almagro.
Un lugar para celebraciones inolvidables
El Parador de Almagro no solo es un destino turístico, sino también un espacio ideal para eventos especiales. Sus elegantes salones, patios interiores y claustros crean un ambiente mágico para bodas, reuniones y celebraciones de todo tipo. La gastronomía, basada en productos locales de primera calidad, asegura que cada evento sea memorable.
Un destino que combina arte, historia y descanso
El Parador de Almagro es mucho más que un lugar donde dormir; es un portal a la riqueza cultural e histórica de Castilla-La Mancha. Desde su arquitectura majestuosa hasta su conexión con el teatro clásico y la naturaleza, este ofrece una experiencia única que deleita todos los sentidos.
Ya sea para disfrutar del Festival Internacional de Teatro Clásico, recorrer las calles históricas de Almagro o simplemente relajarse en un entorno lleno de encanto, el Parador de Almagro se erige como una parada obligatoria para quienes buscan combinar cultura, tradición y descanso en un solo destino.