5 bodegas con restaurante para disfrutar de la mejor gastronomía y vino de la Ribera del Duero
¿Quieres descubrir algunos de los mejores vinos de la Ribera del Duero? Estas son algunas de las bodegas que debes tener en tu radar

Las bodegas Pago de Carraovejas. Foto: Gourmety
La Ribera del Duero, conocida mundialmente por sus vinos de calidad, también es hogar de algunas de las mejores experiencias gastronómicas que se pueden disfrutar en España. Esta región vinícola no solo ofrece visitas a bodegas históricas, sino que muchas de ellas cuentan con restaurantes de alta gama que maridan a la perfección la cocina tradicional y moderna con sus exquisitos vinos. Aquí te presentamos cinco bodegas que, además de ser referentes en el mundo del vino, ofrecen una experiencia culinaria inolvidable.
1. Pago de Carraovejas: fusión de historia, vino y alta gastronomía
La bodega Pago de Carraovejas es sinónimo de excelencia en la Ribera del Duero. Situada en un entorno privilegiado, cerca del icónico castillo de Peñafiel, esta bodega ha sabido fusionar de manera sublime la elaboración de vinos de primera calidad con una propuesta gastronómica de altura. El restaurante Ambivium, galardonado con una estrella Michelin, es el lugar donde esta magia se materializa.
En Ambivium, el enfoque está en la cocina de temporada que se refleja en dos menús degustación, cuidadosamente elaborados para resaltar los sabores locales y de temporada. La experiencia gastronómica no solo se limita al restaurante, ya que también puedes disfrutar de tapas exquisitas durante las catas dirigidas, todas maridadas con los vinos de la bodega. Lo que hace especial a Pago de Carraovejas es la meticulosa atención al detalle en todo el proceso, desde el cuidado de los viñedos hasta la presentación de los platos en su restaurante.
La historia de José María Ruiz, propietario de la bodega y emprendedor visionario, es fascinante. Ruiz comenzó su carrera en la restauración antes de aventurarse en el mundo del vino, lo que sin duda ha influido en la perfecta integración de ambas pasiones en Pago de Carraovejas, ¡el sitio ideal para descubrir la Ribera del Duero!
2. Arzuaga Navarro: naturaleza, vino y cocina creativa
Bodegas Arzuaga Navarro es otro destino imprescindible en la Ribera del Duero. Con una combinación única de gastronomía de alta calidad, experiencias enológicas y un entorno natural impresionante, esta bodega ha elevado el concepto de visita vinícola a otro nivel. El Restaurante Taller Arzuaga, con una estrella Michelin, ofrece una propuesta gastronómica atrevida y contemporánea bajo la dirección del chef peruano Víctor Gutiérrez.
La cocina en Taller Arzuaga es una fusión entre la tradición castellana y toques de la gastronomía peruana, donde ingredientes como el ají, la quinoa y la leche de tigre se combinan para crear platos únicos. Además, Arzuaga Navarro ofrece una experiencia más tradicional en su otro restaurante, donde la carne de caza —como jabalí y ciervo— juega un papel destacado, siendo un reflejo directo de su reserva natural. Esta bodega no solo seduce con su vino, sino que también ofrece la oportunidad de realizar actividades como paseos por la reserva y catas de vino maridadas con tapas gourmet de la Ribera del Duero.
3. Emilio Moro: vino, tradición y gastronomía en perfecta sintonía
Bodegas Emilio Moro es una de las bodegas más emblemáticas de la Ribera del Duero, con una larga tradición vinícola que se remonta a varias generaciones. Aquí, la pasión por el vino se combina con una propuesta culinaria enfocada en los sabores auténticos de la cocina castellana.
La experiencia en Emilio Moro destaca por su carácter educativo y ameno. Las visitas a la bodega y las catas son divertidas e informativas, haciéndolas accesibles para todos los públicos, incluso para los no expertos en vinos. Los tres menús disponibles en el restaurante de la bodega se centran en la cocina tradicional, con especial énfasis en el lechazo asado, el plato estrella de la región.
Para quienes buscan una experiencia más ligera, Emilio Moro ofrece diferentes combinaciones de tapas y vinos, desde tres vinos con dos tapas hasta opciones más completas con cinco vinos y cuatro tapas. Además, una de las opciones de menú tiene un propósito solidario, ya que sus beneficios se destinan a la Fundación Emilio Moro, que apoya diversas causas benéficas.
4. Abadía Retuerta: una experiencia culinaria en un entorno histórico
Aunque técnicamente no pertenece a la denominación de origen Ribera del Duero, Abadía Retuerta se encuentra a solo unos metros del límite, y su propuesta gastronómica y vinícola es digna de mención. Su restaurante Refectorio, ubicado en una abadía del siglo XII, cuenta con una estrella Michelin y ofrece una experiencia culinaria que combina historia, lujo y modernidad.
El menú degustación en Refectorio es una obra maestra que resalta los sabores locales con un enfoque innovador. Platos como la ostra en tempura con pomelo son solo un ejemplo de la creatividad que define la cocina de este restaurante. Para una opción más asequible, el restaurante La Vinoteca propone platos de mercado diseñados para compartir, siempre manteniendo la alta calidad que caracteriza a esta bodega.
Además de la oferta gastronómica, Abadía Retuerta ofrece una amplia gama de actividades, desde recorridos por los viñedos en bicicleta o todoterreno, hasta experiencias exclusivas como picnics en el campo, vuelos en helicóptero o exhibiciones de cetrería. Todo ello convierte a esta bodega en un destino ideal para quienes buscan una experiencia completa.
5. Emina: tradición castellana y vino con vistas a los viñedos
La Bodega Emina, parte de las Bodegas Familiares Matarromera, ofrece una experiencia única para los amantes del vino y la gastronomía en la Ribera del Duero. Su restaurante La Espadaña es un referente en la zona por su lechazo asado, un plato típico de la cocina castellana que aquí alcanza su máxima expresión. Lo mejor de todo es que este festín tradicional se disfruta en un entorno luminoso, con impresionantes vistas a los viñedos que rodean la bodega.
Además de deleitarse con la comida, los visitantes pueden explorar el «jardín de variedades», un terreno en el que se cultivan diferentes tipos de uva, lo que permite descubrir las sutilezas de cada variedad. Las visitas a la bodega incluyen catas dirigidas y una inmersión en la cultura vinícola a través de su museo del vino, la opción perfecta para degustar un vino excelente en la Ribera del Duero.
Estas cinco bodegas de la Ribera del Duero no solo destacan por sus vinos excepcionales, sino también por ofrecer una experiencia gastronómica única. Ya sea que prefieras la modernidad y la creatividad culinaria o la tradición y la sencillez de la cocina castellana, en cualquiera de ellas encontrarás el equilibrio perfecto entre comida y vino.