Arcano: una renovada cita gastronómica en el corazón de Barcelona

El singular restaurante Arcano regresa con nuevas ideas gastronómicas. Ubicado en una antigua caballeriza del s.XVII en la calle Mercaders 10 de Barcelona, su nombre recuerda a secretos antiguos, instalado en un sitio con techos sostenidos por arcos de piedra y con gruesos muros compuestos de sillares pétreos.

Este es uno de los restaurantes con más encanto de la ciudad, ya que envuelve a los comensales con su ambiente romántico y una iluminación cálida, que respeta la intimidad, y que retrotrae a otras épocas llenas de historias.

La ubicación de este local invita al paseo -antes o después de una comida- por el barrio de Santa Caterina, no muy lejos del Palau de la Música Catalana, del Museo Picasso, del nuevo Moco Museum y de la espléndida Santa María del Mar, y se complementa con la oferta lúdica y enológica que propone el vecino barrio del Born a su alrededor, en la Ciutat Vella.

Brasas y cocina de proximidad

Arcano se puede considerar un bastión de la cocina a la brasa, basada en productos de proximidad y de alta calidad, que pueden llegar tanto de mercado (tiene como vecino al famoso Santa Caterina con la colorida cubierta de Enric Miralles), como del Parc Agrari del Baix Llobregat, en donde se provee de vegetales. 

Su director Gabriel Buchaillot su director quiere “que los vecinos vuelvan a reencontrarse con Arcano, con nuestra cocina y con este maravilloso local y su historia. Buscamos enamorar a nuestros clientes tanto por la vista como por el paladar”.

Los orígenes de Arcano

Un primer restaurante Arcano fue fundado en el 1988 como casa de comidas, con tapas, vinos y vermuts.

Hace 10 años los nuevos propietarios descubrieron y restauraron los muros con siglos de historia de Arcano

Durante un tiempo fue un restaurante cosmopolita pero aburrido, y con una decoración ecléctica que ocultaba la belleza de sus orígenes bajo medievales.

Adquirido por el Grupo Quilbuch (fundado por Gabriel Buchaillot, Claudia Quintero y Germán Buchaillot) en 2012, sus nuevos propietarios descubrieron y restauraron sus muros.

Una década después Arcano inicia su segunda parte de su nueva etapa con Gianluca Bove como director y al frente de los fogones al imaginativo chef Nicolás Limarino. 

Un lugar con historia

Su fundador Gabriel Buchaillot explica “estamos ocupando uno de los locales  con más historia de la ciudad, por eso nos vemos casi obligados -y con mucho gusto- a contar historias con nuestra cocina y con nuestros vinos”.

“En estos 10 años de andadura el restaurante ha sabido ganarse una buena fama, especialmente con el cliente foráneo que sabe siempre encontrar las mejores joyas de la ciudad”.

La filosofía de su cocina

La filosofía gastronómica de Arcano pivota en una cocina que se centra en la cocción al horno. En esta casa se jactan de ser grandes expertos en carnes premium a la brasa, como su entrecot de novillo real argentino; y cómo no, su solomillo Angus, también argentino, cuyos acompañantes los puede pedir cada comensal a su gusto. 

El entrecot de novillo real argentino o el solomillo Angus son algunos platos que recuerdan la tierra de los impulsores del restaurante

Otras delicatessen son la pluma ibérica rodeada por su exclusiva crema de cacahuetes y un original acompañamiento de boniato ahumado, un plato tan sabroso como cromático; pero sin olvidar otro plato de éxito, el french rack de cordero hecho a las brasas y acompañado con verduritas dulces. Y sin olvidar el humilde pero también muy noble steak tartar.

Pero no todo son carnes sabrosas que tanto recuerdan la argentinidad de sus impulsores: también se puede disfrutar de las patatas a la brasa, con los aromas y sabores del espectacular cremoso de patatas y trufa negra; o un clásico de la casa: patatas baby también braseadas y acompañadas de su salsa brava ahumada o de ensalada de pato.

Otros platos

Para el capítulo de un plato tan de moda como es el atún encontramos el tartar de atún; el lomo de atún a la brasa rebozado en sésamo, vinagreta japonesa, salteado de tirabeques y pak choi; o el protagonismo de las verduras del Parc Agrari del Baix Llobregat con la variedad de tomates km 0, olivas de kalamata, chalotas encurtidas y perlas de vermut; la selección de verduras de temporada, en diferentes cocciones con salsa romesco; o los brotes tiernos con pato confitado y vinagreta de tres mostazas aromatizada con miel de flores.

Y por favor, no olvidar un humilde muy grande: el huevo campero a baja temperatura con setas braseadas.

La bodega

Para la bodega Bove es partidario de ofrecer vinos “poco conocidos y de bodegas pequeñas, que demuestran muy bien el terroir de la uva”, y para ello Arcano propone una cuidada selección de 41 referencias de todo el país, pero con predominio de vinos de proximidad.

Como explica el director del restaurante, son vinos que tienen “sinergia con la carta; a poder ser, de baja producción, de buenas añadas y que se encuentren en su mejor momento”.

Como ejemplo, está un blanco Convidat, DO Catalunya; un Gritelles Manou, DO Montsant; un Nexus Crianza 2014 DO Ribera del Duero; un Cuevas de Lecea 2017 DOCa Rioja; o un Cims de Porrera Clàssic 2014, DOQ Priorat; y para acabar un Pansal del Calàs 2014, de Celler de Capçanes, DO Montsant.

Dos agradables curiosidades para finalizar este paseo gastronómico: los cuadros que se exponen en los muros de Arcano van rotando periódicamente, y en su mayoría son de artistas emergentes.

La otra es que el exclusivo mobiliario es de la firma argentina Drift, que también se expone en algunos rincones de las salas, y que están en venta.