La Textil: la sorprendente combinación de una cervecería, un bar y un restaurante clandestino

Alta gastronomía de brasas y fermentos, una microcervecería, un restaurante oculto a la vista y un bar musical. La Textil Collective renace con fuerza

El restaurante con los fogones en la barra central. Foto La Textil Collective

Hace casi un año y medio el maestro cervecero estadounidense Brian Blazek tuvo una inspiración: tras haber visto esos festivales de verano multitudinarios donde convergen la música, la cerveza y los platos, buscó en Barcelona un espacio que pueda replicar esa fórmula, pero donde la calidad prime sobre lo masivo. Así nació La Textil Collective.

Aunque abrió en mayo de 2021, en septiembre este inmenso local de Casp 33, presentó su nueva etapa, que es “casi una nueva inauguración”, describe a Tendenciashoy su chef Pablo Lagrange.

Los múltiples espacios de La Textil

Una larga barra de bar da la bienvenida a La Textil, donde al fondo, oculto tras unas pesadas cortinas azules como si fuera un speakeasy de aires clandestinos, está el restaurante.

Platos a las brasas pero que no siempre pasan por el fuego. Foto La Textil Collective

Pero no se queda ahí: al fondo, tras grandes paneles de vidrio, se ven los tanques donde se producen diferentes tipos de cervezas artesanales. Y si uno baja las escaleras, llega a una sala de conciertos donde estas bebidas rubias y negras desfilan mientras actúan grupos musicales y DJs.

La Textil Collective fusiona un bar de cafés y cócteles, una fábrica de cerveza, un espacio musical y un restaurante basado en las brasas y la fermentación

Para un local así, con una capacidad de 170 a 200 comensales, el camino más fácil sería ofrecer hamburguesas, pizzas y platos de preparación rápida.

Elaboración de un cóctel ahumado. Foto La Textil Colective

El fuego y la fermentación

Pero no, la meta del chef Lagrange es ofrecer una cocina de calidad basada en el fuego, la fermentación y la reutilización de ingredientes.

Tras haber pasado por restaurantes como el prestigioso Noma, Tickets y Pakta, Lagrange se remite a sus recuerdos natales de Argentina para presentar una cocina donde el protagonismo gira en torno a los fogones que están rodeados por una barra.

Aunque no tengan aspiraciones de showcooking, da gusto ver el preciso baile de cocineros mientras usan el horno a leña, una robata de más de 2 metros de largo, una parrilla vasca y un gran fuego central.

Y por supuesto, aplicando precisión de cirujano a otros platos como las finas lonchas de calamar con caviar y miso de almendra, o las gambas con leche chufa y aceite de azafrán, con la cabeza del marisco cruda maridada con su propio escabeche.

Brian Blazek, fundador de La Textil. Foto La Textil Colective

Reutilizar ingredientes

Un ejemplo de cómo un ingrediente puede servir para varios platos son los tallos que se usan para aceites verdes: los sobrantes se pican para preparar un chimichurri de hierbas frescas que sazonan una muy recomendada entraña, y otra parte de los tallos se destinan para hacer un jugo que se sirve con un bonito curado y ahumado en frío.

La filosofía del restaurante es reutilizar ingredientes para que la calidad vaya de la mano con la sostenibilidad

O como el pan de campo con que Lagrange nos dio la bienvenida, elaborado a la brasa utilizando los desechos de grasa de las carnes que cocinan en el restaurante, que funden, ahúman y se usan en el amasado del pan.

Pablo Lagrange, el cocinero que apuesta por los fogones. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

“Queremos recuperar la esencia del fuego sin pasar por el fuego”, describe, en un viaje gastronómico que además de las citadas gambas se extendió a una exquisita molleja de ternera con polvo de chucrut antes de dar paso a la entraña.

Mientras iban desfilando los platos fuimos probando las diferentes opciones de bebidas de la casa: primero una pequeña cerveza lager “estilo Marzen”, luego un sake llamado (ojo) Siakarabeluga Jumai Dayginjo, más tarde el tinto Le Fleq de Cádiz, un fresco Albamar de las Rías Baixas y un fabuloso Artigas del Priorat.

Un Jerez Cream Tradición 20 años acompañó al postre de helado de pino y granita de quinoto; que luego siguió con unas fresas con nata, vinagre de arroz y salsa de chocolate blanco con helado.

Entraña con cogollos. Foto Juan Pedro Chuet-Missé

Cervezas y más cervezas

El bar cuenta con una quincena de grifos donde se sirven las cervezas artesanales, pero uno puede volver cada tanto y siempre se encontrará sabores nuevos.

De hecho desde que La Textil abrió sus puertas Blazek ha producido más de 100 elaboraciones diferentes, entre ellas ediciones limitadas como una ale afrutada, una Pilsner con toques ahumados, otra de aires de Bohemia o una baja en alcohol a base de melocotón y vainilla, entre otras.

Desde que abrió el local, el creador de La Textil ha creado más de 100 variedades de cervezas artesanales

Pero este espacio, en pocas semanas, ofrecerá café de especialidad y desayunos, con detalles chic como el Cold Brew nitrogenado o el affogato de helado casero de sésamo; aunque también habrá una apuesta por platillos tradicionales como las costillas de cerdo ahumadas, las patatas fritas con salsa teriyaki o el brisket ahumado con wasabi.

Preparación de fresas con helado. Foto La Textil Colective

Mientras que la carta del bar está entre 25 y 30 euros por persona, la del restaurante puede subir entre los 50 y 60 euros, depende de las bebidas elegidas.

Cócteles de autor

Pero si uno llega de noche, también hay una amplia carta de cócteles de autor elaborados por su bartender Martín Vespa, que irá cambiando por cada estación del año.

Cóctel de fresa y salvia. Foto La Textil Colective

Por lo pronto, algunas de las nuevas creaciones son el Damn Good Coffee (twist de espresso Martini con destilado de malta producido allí mismo) o el 5’ O’Clock Somewhere (con Lillet Blanc, ginger ale, fresa fresca y limón).

Cócteles y cervezas artesanales, café gourmet y platos de alta complejidad, rincones silenciosos y otros donde los maestros del vinilo demuestran su experiencia. La Textil Collective multiplica las opciones. El problema es decidirse por alguna de ellas.

a.
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