Los arroces más apetecibles del barrio Salamanca están en La Pescadería

Era 2013 cuando una vieja y desvencijada pescadería de la calle Ballesta, en el madrileño barrio de Malasaña, cobraba nueva vida en forma de restaurante. ‘Sin pescado concebida’ era su lema, y es que esta nueva Pescadería apostó fuerte por embutidos, carnes (como su sabrosa parrillada argentina) y unas bravas que se convirtieron pronto en un referente.

8 años después, La Pescadería aterrizaba en el barrio de Salamanca. El conocido grupo de restauración Lamucca, que suma ya 14 locales en la capital, vuelve a estar detrás del proyecto, que defiende una cocina honesta y de calidad, pero que en su nueva ubicación en Hermosilla 46 (un local antes ocupado por el clásico de pinchos Estay) le ha dado una vuelta al concepto al centrar su propuesta en arroces y fideuás y, lo más destacado, incorporar el Club Fishermans.

Dos conceptos en uno

La Pescadería & Club Fishermans es un “dos-en-uno”, explican sus responsables a Tendenciashoy. Se trata de “un local cosmopolita, pero con vena tabernera, que propone sabores únicos a partir de recetas tradicionales de la cocina mediterránea”.

Antes de entrar y saludando al buen tiempo -este año algo rezagado- una coqueta terraza invita a sentarse con un vermouth y, quizás, una gilda, media de ensaladilla rusa o una de bravas (o deberíamos decir bravísimas, porque su sabrosa receta incorpora una emulsión de aceite con pimentón picante de La Vera).

La Pescadería ofrece una carta transversal y ecléctica, con platos del mar, la huerta y el campo

No obstante, merece la pena curiosear en el interior del local donde nos espera un espacio lleno de recovecos para ver y ser visto, con rincones instagrameables y una decoración muy cuidada, donde la tendencia se mezcla con lo exclusivo y lo chic se fusiona con lo tradicional.

Una Pescadería que no lo es

A la hora de ver la carta y si no conoces la historia del local de la calle Ballesta puede que aun no te hayas ubicado. Porque esta Pescadería no es lo que parece. Su oferta gastro, de hecho, va mucho más allá del pescado (que también).

No hay que perderse las bravas (bravísimas) de La Pescadería de Hermosilla

Diseñada por Ofelia Marín, fundadora del Grupo Lamucca junto a su hermano Alex, su propuesta, de lo más transversal, incluye referencias del campo y el mar, donde el pisto manchego, los huevos de corral y la ensalada ‘verdísima’ conviven con milhojas de ventresca, berberechos, rabas del Cantábrico con mayonesa de lima, ceviche de corvina, pulpo a la parrilla, callos y mollejas, taco de rabo de toro o una burger de vaca madurada 40 días.

Entre las estrellas, y con el permiso de las citadas bravas, destacan sin embargo arroces y fideúas. El negro con chipirones y el de verduras marinas con salicornia y plancton son dos de los que más salen de sus cocinas, pero también son ricos el arroz del monte con conejo, alcachofas confitadas, setas silvestres y aroma de tomillo o la fideuá de pato con foie.

Tras el postre, el ambiente invita a una larga sobremesa en el Club Fishermans con alguno de sus cócteles en la mano.

Muy correcto en el servicio y buena relación calidad-precio, La Pescadería ha traído un soplo de aire fresco para un barrio, el de Salamanca, inmerso en un notable proceso de renovación en cuanto a oferta de restauración y ocio.