Los mejores chiringuitos y terrazas de Cataluña para exprimir el verano

No aparecen en las grandes guías pero son los que recomendarías a un amigo: estos son los bares, chiringuitos y terrazas de Cataluña donde el verano sabe mejor según la Guía Repsol

Platos del chiringuito Calma Salada en El Vendrell, Tarragona

Calma Salada en El Vendrell uno de los mejores chiringuitos de Cataluña. Foto: Manu Mitru | Guía Repsol.

Oasis perfectos para desayunar, mesas sobre la arena y atardeceres con vistas panorámicas repartidos por las costas de Cataluña. Al verano le pedimos sol y mar, pero también buenos ratos en torno a una mesa, ya sea disfrutando de picoteos, platos o refrescantes cócteles en chiringuitos, terrazas o azoteas.

Pero, ¿cómo localizar los mejores sitios cuando estamos de vacaciones? A veces por defecto y a veces por exceso de información, entre guías y webs de opiniones, siempre nos fiaríamos más de la recomendación de un amigo, ¿o quién no ha tirado de agenda recordando a ese conocido de la zona?

Justamente ese es el criterio que guía a los expertos de Repsol a la hora de seleccionar sus Soletes, una distinción más joven e informal que sus tradicionales Soles y con la que ya cuentan más de 5.000 restaurantes, bares, cafeterías o heladerías en España y que para estas fechas publica una nueva edición de verano.

Atardecer en Begur
Atardecer en Begu. Foto: El Jardí de Can Marc.

Con buscador y geolocalizador, hemos rastreado la app (que muestra también los establecimientos con 1, 2 o 3 Soles Repsol) y hemos fichado los chiringuitos, bares y terrazas que no debes dejar escapar este verano en Barcelona, Girona y Tarragona.

Desde balcones con vistas privilegiadas a chiringuitos en los que sentir la arena entre los dedos a los bares y heladerías donde explorar las diferentes caras de las localidades costeras, pero también terrazas a la sombra y patios secretos, estos son los lugares que importan para sacarle todo el jugo al verano en Cataluña.

Los mejores chiringuitos de la Costa Brava

Primera parada: la Costa Brava. Poco más que decir de un destinazo que, si no conoces, debe estar en tu radar desde ya.

Con hermosos pueblos en los que toparse con puentes medievales y buganvillas, acantilados y puertos de pescadores, calas escondidas y una gastronomía de escándalo, la costa de Girona sabe mejor en lugares como la Taverna de Son Molas, un lugar ideal para contemplar el pueblo de Begur, uno de los más bellos de la Costa Brava.

Foto: Taverna Son Molas Gastrobar.

Sin salir de Begur, otro de los recomendados es La Pizzeta que, haciendo honor a su nombre sirve magníficas pizzas (de gambas al ajillo, brandada de bacalao o sobrasada) que se degustan en el patio de una casona indiana del siglo XIX.

Nos despedimos de Begur en el Jardí de Can Marc, un ‘must’ para los amantes de las puestas de sol que permite tomar algo mientras se disfruta de las vistas del municipio de Begur y el paisaje del Empordà al fondo.

Y de Begur a Roses, concretamente a Santallucía, el preferido de gente que sabe como la cocinera Fina Puigdevall, quien recomienda sentarse cerca de la orilla con una ración de gambas blancas hervidas en agua de mar. Se lo compramos.

También luce su Solete este año Funky Pizza, en Palafrugell, que suma a sus pizzas hechas en horno de leña (y un reseñable tiramisú) el ambiente y la música en directo o sesiones de DJs en verano. En la misma localidad, Tarannà Chill Out cuenta con una enorme terraza ajardinada para relajarse y saborear platos como la sepia con zumo de carne o el perrito caliente de langostino.

Otra parada merece Vostra Llar, en Palamós, con su terraza y su jardín a apenas 200 metros de la playa donde disfrutar de cocina casera de calidad y generosas raciones que toma forma en buenos arroces, fideuás y carnes.

Chiringuitos para adorar en Tarragona

En Tarragona, la selección de preciosas playas y calas se acompaña también de excelentes chiringuitos donde comer sintiendo la brisa del mar.

Por ejemplo, en La Calma Salada, en El Vendrell. Situado en el puerto de Comarruga, es ideal para comer, tapear o tomarse un cóctel al atardecer en su terraza que parece levitar sobre el mar.

Foto: La Calma Salada.

En la capital, Tarragona, hacemos parada en Vil la Casals, una terraza con vistas al mar que ocupa las antiguas casas de invitados de Pau Casals. Entre sus imprescindibles, los arroces del Delta del Ebro, los calçots de Valls en tempura y las ‘cañaillas a la llauna’.

A las afueras de la ciudad, muy cerca de la Platja Arrabassada, Larrepera, un sitio que lo mismo vale para desayunar que para tomar el aperitivo o el menú del día, todo rico y de calidad, y, en la parte alta, Barhaus, con una magnífica terraza que invita a disfruar de su cocina de mercado en las largas noches de verano.

En la batea más antigua del Delta del Ebro, que data de 1942 y se ubica en Sant Carles de la Ràpita, se encuentra Musclarium, una terraza perfecta para darse un homenaje a base de ostras y mejillones, ya sea al natural o en ceviche, o bien una caldereta o arrocito. Si puede ser, que coincida con la puesta de sol para una experiencia de diez.

Ostras en la terraza de Musclarium
Una de ostras. Foto: Musclarium.

En Cambrils, la apuesta nos lleva cerca del puerto, a La Selva Street Food y su propuesta de cocina viajera que se revela con un menú muy asequible que sube de nivel con un Aperol Sprtiz.

Las mejores terrazas de Barcelona

Por supuesto, también hay chiringuitos y terrazas más que recomendables en la provincia de Barcelona, aunque la mayoría de Soletes en esta edición especial verano se localizan en la capital.

Así, tenemos Watson, el patio oculto tras la librería Finestres; Bosco de Lobos y su patio interior que lo más parecido a comer en un bosque pero en plena Diagonal barcelonesa, o Tramendu, una vermuteria asequible con platos ricos en el pasaje peatonal de La Bordeta.

Bosco de Lobos Barcelona. Foto: Grupo Tragaluz.

¿Un helado? Puedes decantarte por Selvática, en Gràcia, donde reinan sabores tropicales como el tamarindo, la lúcuma peruana o la papaya, Sant Croi Gelats, entre Sants y Collblanc, donde también hay deliciosos dulces, o Foix de Sarrià, pasteleros avalados por casi 150 años de trayectoria y que también preparan helados artesanales.

Y terminamos en Sitges, donde hay no pocos lugares para comer bien, como La Formatgeria, para tapear con calidad en un establecimiento avalado por una década de sorpresas en forma de quesos, croquetas y vinos.

a.
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