Los mejores restaurantes para comer calçots de Barcelona y Valls

En Valls, capital del calçot, pero también en Barcelona, estos son algunos de los mejores restaurantes para disfrutar de una auténtica calçotada

Los calçots, uno de los platos tradicionales de la cocina catalana. Foto Belbo Terrenal

Es tiempo de calçots, esta cebolla blanca, tierna y de forma alargada que forma parte de una de las tradiciones gastronómicas más sabrosas pero también divertidas de Cataluña.

El epicentro de su cultivo, y por ende de su consumo, es la ciudad de Valls, capital de la comarca de Alt Camp, en Tarragona. También reconocida por su cultura de castellers, aquí se concentran algunos de los grandes templos que los devotos de este plato deben conocer. Pero, sin salir de Barcelona, también hay sitos más que solventes para disfrutar de una calçotada tradicional (o no tanto).

Cómo comer los calçots

Tradicionalmente se preparan los calçots a la brasa, cocinados con leña de sarmientos y envueltos en papel de periódico.

Así se pela un calçot. Foto: Belbo Terrenal.

Comerlos requiere de cierta destreza: se quita la base y las capas quemadas rápidamente para evitar que los dedos sufran quemaduras, y se mojan en salsa romesco.

Por lo general los calçots no vienen solos, sino que se acompañan de carnes como costillas de cordero o butifarras, las salchichas típicas (como la longaniza catalana) sazonadas con alioli.

Y, ahora sí, vamos a conocer algunos de los mejores lugares donde probarlos.

Masía Bou (Valls)

En el corazón de Valls (Carretera de Lleida km 21,5) se encuentra Masía Bou, un restaurante ubicado en una antigua casa pairal con casi 100 años de antigüedad e inmensos salones que acogen a legiones de fanáticos del calçot y de otros platos típicos como la carne de caza, los caracoles, las setas de temporada los pies de cerdo o el cochinillo al horno.

En Valls, la capital del calçot, hay varios restaurantes con gran capacidad adaptados para recibir grandes grupos

Ideal para ir en grupos numerosos (solo su parking tiene capacidad para 500 coches), los calçots son su especialidad, acompañados de carnes a las brasas, judías y la crema catalana elaborada en su obrador. Precio medio: 40 euros.

Casa Félix (Valls)

Restaurante y hotel, Casa Félix tiene sus orígenes en una fonda de 1900 en el centro de Valls, que después se trasladaría a su actual ubicación de carretera N-240, km 17,4.

Además de sus platos de la cocina mediterránea y catalana (como la perdiz a la vinagreta, el arroz caldoso con bogavante o la paella ‘Casa Félix’), estas semanas los protagonistas son los calçots.

Cocinadas en grandes parrillas abiertas al público para que todo el mundo conozca su proceso, se sirven con butifarras, carne de cordero, alcachofas de temporada y judías salteadas acompañados de vino blanco del Penedès y tintos del Montsant. El precio del menú especial calçotada es de 46 euros por persona. También hay opción de menú infantil a 22 euros.

Menú calçotada. Foto: Casa Félix.

Masía Fontscaldes (Fontscaldes)

Una masía del siglo XVII aloja un gigantesco restaurante cuya fama trasciende los límites de Alt Camp: Masía Fontescaldes.

Ubicado en el pueblo de Fontscaldes (Josep Busquets, s/n), el menú de calçotada comienza con un vermut Yzaguirre, seguido por un despliegue sin límites de estos tubérculos tiernos con salsa de romesco, y continuado por el toque de la parrillada con carne de cordero, longaniza, panceta, morcilla y chorizo con barbacoa de judías y alcachofas a la brasa.

Foto: Masía Fontscaldes.

Además de ensalada de escarola, el clásico pan con tomate y ajo, de postre se sirve la naranja aliñada con vino dulce y crema catalana. El precio de la calçotada completa es de 45 euros por persona.

Belbo Terrenal (Barcelona)

En el centro de Barcelona, una buena opción la encontramos en el restaurante Belbo Terrenal, en el primer piso del hotel Me by Meliá (Casp 1-13).

Belbo Terrenal, en la terraza del hotel Me by Meliá, presenta una ‘calçotada cinco estrellas’

Calçots en el centro de Barcelona. Foto: Belbo Terrenal.

Todos los fines de semana desde el 20 de enero al 31 de marzo proponen su ‘calçotada’, que se puede degustar en el elegante interior del restaurante o, a partir de febrero, en la terraza exterior donde, si el humo de la parrilla no traiciona, se vive una experiencia más auténtica.

El menú incluye un aperitivo con vermut, patatas y olivas que abren el apetito para después pasar a los calçots servidos en tejas para conservar el calor.

Técnicamente hay barra libre de estas cebollas, pero conviene no llenarse porque luego llega la parrillada de carne con mongetes del ganxet (alubias blancas) y alcachofas a la brasa. De postre se ofrece la crema catalana y durante la comida se sirve un porrón de vino tinto orgánico.

El precio es de 45 euros por persona y se ofrece cada sábado y domingo desde las 13:00 horas.

Las llamas tienen que envolver a los calçots. Foto: Juan Pedro Chuet-Missé.

Can Cortada (Barcelona)

Es una masía histórica con sus paredes de piedra y ladrillo a la vista, enredaderas tapizando los muros y hasta una antigua torre de defensa. Sin embargo, Can Cortada está en Barcelona, donde el barrio de Horta aún conserva algunas huellas rurales.

Además de su larga carta de platos de raíces catalanas y buenas carnes a la brasa, Can Cortada (Avda de l’Estatut de Catalunya s/n) ofrece un menú de 20 calçots a la brasa por persona, con tostadas de payés con tomate, ajo y aceite, y la tradicional parrrillada de las carnes a la brasa que incluye churrasco, pollo, chistorra, cordero y butifarra de la Garriga, acompañado de alubias y patatas asadas con alioli.

De postre hay crema catalana, y los vinos son de la casa. El precio es de 44,90 euros por persona, y solo se puede adquirir bajo reserva previa.

Es tiempo de calçots. Foto: Can Cortada.

Restaurante Carmen (Barcelona)

En el barrio de Sants, Restaurante Carmen (Valladolid 44) lleva más de 25 años sirviendo carnes a la piedra y a la brasa, paellas y tapas.

Calçotada. Foto: Restaurante Carmen.

También son recomendables sus calçotadas, que se sirven de diciembre a marzo. Cocinados a la brasa y servidos en tejas, los calçots se acompañan de pan con tomate y la salsa de romesco, para dar luego paso a un festival de carnes acompañadas de patatas al caliu, alubias y alioli.

El menú permite escoger postre (todos caseros) e incluye un tercio de vino con D.O. Empordà o cerveza. El precio es 34,90 euros por persona y también se puede encargar para llevar.

a.
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