Asador de Aranda tiene la mejor receta para gente con prisa

El nuevo local del Asador de Aranda en Barcelona presenta una carta alternativa de tapas y platillos pensados para los que tienen poco tiempo pero no quieren renunciar a sus famosas carnes

Las tortas y un par de cervezas, comida rápida sin renunciar a las carnes a la brasa. Foto Alex Froloff

A nadie se le ocurriría ir a un restaurante de carnes a las brasas cuando el tiempo corre y la función de teatro o el concierto está a un par de aplausos de empezar.

Pero el Asador de Aranda, que algo conoce de Barcelona tras 33 años con presencia en la ciudad, sabe que algunos esquemas están para ser rotos; y reformula su carta para que sea aprovechada por aquellas personas que tienen el antojo de comer algo ligero pero sin tener que conformarse con un platillo cualquiera.

El local cuenta con espacios diáfanos y cálidos. Foto Alex Froloff

En la milla de los teatros de Barcelona

El nuevo local del Paral·lel 76, abierto hace tres meses, está rodeado de varios de los teatros que crearon una identidad única a esta avenida: a pocos pasos están la sala Barts, el Teatro Victoria y el Apolo, y a ver cómo cambia El Molino cuando reabra.

Las tapas del Asador de Aranda permiten comer algo ligero, ideal para aquellas personas que tienen poco tiempo antes de la función de teatro o el concierto

Pensado en ese público de prisas y que no quiere quedar cansado tras una comida o cena de carnes contundentes el Asador de Aranda presenta una selección de tapas, que pueden ser ligeras ensaladas o tablas de quesos hasta ‘tortas’ con sus platos más famosos.

Las carnes se cocinan lentamente. Foto Alex Froloff

Así hemos probado la ensalada de atún y tomate de Barbastro, donde esta fruta tenía ese sabor del tomate jugoso que creíamos haber olvidado; las croquetas de bacalao y jamón ibérico; el revuelto de ajos tiernos y jamón ibérico; y la selección de quesos (con trozos de curado, semi curado, un magnífico trufado, el azul y un toque de mermelada).

Otras opciones son la cecina con rúcula cebollitas encurtidas, la morcilla de arroz, el picadillo castellano, los pimientos rojos asados o el chorizo de la olla, entre otros.

Ensalada de atún y tomate y croquetas. Foto JP Chuet-Missé

Las tortas, la nueva creación del Asador de Aranda

Pero si la tentación de la carne es demasiado fuerte y uno quiere pecar, el asador diseñó los nuevos bocadillos estrella: las tortas, que pueden estar rellenos de lechazo o carne de oreja de cerdo.

Las tortas pueden estar rellenas de lechazo o carne de oreja de cerdo

La torta es el pan característico de Aranda del Duero, la pequeña ciudad al sur de la provincia de Burgos, que en los años ’60 vio nacer al Mesón del Roble con el Hotel Julia, el kilómetro cero de este grupo gastronómico que lleva tres generaciones y que tiene locales en Zaragoza, Sevilla, Oviedo y Madrid, además de los cuatro de Barcelona.

Revuelto de ajos tiernos y jamón ibérico. Foto JP Chuet-Missé

El secreto de las carnes

Este pan, decíamos, es tostado en el lugar y su contextura permite que absorba los jugos del lechazo o las orejas.

Estos bocadillos cuentan con pocos añadidos: solo lechuga en el primero, o salsa brava y rúcula en el segundo. La carne es protagonista y no hay que eclipsarla.

Aviso: son de tamaño contundente, quizás no tanto como sus platos más famosos, pero justifican con creces una cena. En estos casos, lo ideal es compartir.

Las tortas, la nueva creación del Asador de Aranda. Foto JP Chuet-Missé

Los platos tradicionales del Asador de Aranda

Por supuesto que este local mantiene los impactantes platos cárnicos al tope de las preferencias, como el cuarto de lechazo de Aranda del Duero, el cuarto de cochinillo lecha, el chuletón de vaca vieja, el lagarto de cerdo ibérico o las chuletillas de lechazo a la brasa, entre otras.

Su degustación es el punto final de una larga cadena basada en la sostenibilidad: el cordero proviene de rebaños de trashumancia, crías de la oveja churra solo alimentado de leche, con carne de Indicación Geográfica Protegida que se cocina en la tahona en un recipiente de barro esmaltado.

Las carnes a la brasa son el sello de identidad del Asador de Aranda. Foto Alex Froloff

Este horno está como el centro de gravedad del local, imposible de quitar la vista cuando los aromas de la carne cocinada de manera lenta invaden los sentidos.

Porque los platos de cordero, vaca lechón pueden seducir por los ojos, pero la conquista final es por el olfato y el gusto. Nadie lo puede discutir.

a.
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