El elegante mundo del tenis también puede ser muy kitsch

El fotógrafo británico Martin Parr vuelve a capturar la cara más desconocida de los torneos de tenis, donde el deporte blanco puede tener facetas muy poco glamurosas

Multitudes luchando por un autógrafo. O una selfie. Foto Martin Parr

Pocos fotógrafos tienen un estilo tan reconocido como el de Martin Parr. A él no le hacen falta sofisticados tratamientos de Photoshop ni recurrir a blancos y negros melancólicos: su sello de identidad es el color y una mirada entre irónica, afilada y crítica a las personas.

Sus fotografías de ambientes turísticos, por ejemplo, incomodan y divierten. Retrata lo más bizarro y cutre de los balnearios y las masificaciones pero sin llegar a la burla. Expone la estética kitsch y la ausencia del sentido de ridículo de millones de personas sin entrar en una moralina barata.

Otras miradas sobre el tenis

Esa misma idea se plasma en su último libro Match Point (Editorial Phaidon), donde retrata otra cara del tenis.

COMPRAR Match Point, de Martin Parr, en Amazon

Entre 2014 y 2018 Parr se dedicó a fotografiar el mundo del tenis en los cuatro torneos del Grand Slam: Roland Garros, Wimbledon, el Abierto de Australia y el US Open.

Si uno espera cree que al tenis se le llama el deporte blanco, esta totalmente equivocado.

Porque Parr presenta un despliegue de colores que, como suele pasar con sus imágenes, termina siendo algo agobiante. Pero divertido.

Los verdaderos protagonistas

Los protagonistas no son los jugadores, ni los jueces o los entrenadores: es el público.

Aquí se muestra que hay ocasiones que el tenis tiene poco de elegancia, donde el buen gusto para vestir quedó para el postureo del palco de honor y poco más.

Los protagonistas de ‘Match Point’ no son los jugadores, ni los jueces o los entrenadores: es el público

Armado con dos cámaras, cada una con un lente de 24-70 y un par de fijos, con la discreción de un cazador retrata actitudes, gestos, miradas, toques de la mano, vestidos, viseras, camisetas y un sinfín de detalles para crear un mosaico que puede hacer reír, sorprenderse, mirar con desdén o con algo de ternura.

El calor no perdona en el Abierto de Australia. Foto Martin Parr

Retratos en clave kitsch del mundo del tenis

Se ve a gente sin camiseta durmiendo la siesta bajo el sol, a multitudes luchando por autografiar una pelota o un papel, fotógrafos con lentes que parecen bazucas, sombreros con flores de plástico, muchos fans enfundados en banderas (o vestidos con ellas), espectadores bajo la lluvia con ponchos de colores y alguna señora que prefiere leer a ver ganar a Federer.

Hay imágenes que recuerdan que algunas personas, con pajarita en el cuello o pamela en la cabeza, nunca perderán la elegancia; señoras que toman el té con los mismos vestidos con que pasearían por Benidorm; otras que usan gafas decoradas con margaritas y niños aburridos con bandejas XL de nachos.

Martin Parr posando en el US Open.

Las imágenes hablan por sí mismas

Excepto por una breve introducción en el libro no hay texto. Apenas un punto de color para tener la referencia si la imagen fue tomada en París, Londres, Melbourne o Flushing Meadows (Nueva York).

Pero tampoco hace falta explicar mucho más: con el sentido de oportunidad y el instinto de cazador fotográfico de este británico nos sumergimos en un mundo desconocido del tenis.

a.
Ahora en portada