¿A quién se le ocurre llevar armas y animales en el equipaje?

La Administración de Seguridad del Transporte exhibe los objetos más insólitos que los pasajeros tratan de colar en los controles del aeropuerto

Puede que algunos pasajeros todavía tengan confusión sobre la prohibición de cargar líquidos mayores de 100 centilitros en el equipaje de mano, o que no sepan que la mermelada o el caramelo también pueden ser vetados en el control de seguridad si excede esa medida.

Se comprende que haya personas que intenten colar perfumes o desodorantes en aerosol, o algún embutido sin envasar al vacío en países que tienen rigurosos controles fitosanitarios. Pero todo margen de sorpresa es escaso cuando se revelan los objetos más absurdos que tratan de pasar por los escáneres de los aeropuertos.

Con mucho humor, la TSA (Administración de Seguridad del Transporte), en EEUU, exhibe en sus redes sociales y en su blog los artículos más insólitos que han detectado los funcionarios de aduanas.

Armas de todo calibre

Estamos hablando de individuos que han intentado colar langostas de nueve kilos, un cargamento de 450 tamales, estrellas ninjas o repelentes para ahuyentar osos. Eso sin contar las armas: cada semana los escáneres detectan un promedio de 70 pistolas, revólveres y otras armas de fuego. E incluso cargadas.
 

 

Muchos pasajeros también creen que las granadas y los Colt 45 de imitación o fogueo pueden llevarse en el equipaje de mano sin problemas. Inclusive hay souvenirs de dudoso gusto como tazas con el mango en forma de pistola automática que tampoco pasarán los controles.

La cuenta de Instagram de la TSA cuenta con más de 800.000 seguidores, que enseñan el arsenal de armas de fuego, cuchillos, navajas, granadas, hachas, dardos y bombonas de propano incautadas.
 

Mejor consultar

También desfilan otros objetos que quizás no estén prohibidos, pero que el pasajero debe advertir que los lleva, como rocas extraídas de la Luna; máscaras de gas, o animales que si bien pueden pasar, deben ser transportados en una jaula especial, y no en una maleta común (como ha sucedido con un pobre chihuahua, según describen los posts de la TSA).

El autor de los post es un funcionario del organismo, Bob Burns, que se ha convertido en una celebridad en las redes sociales. En los videos y en varios programas de televisión detalla que todas las imágenes son de incautaciones reales, y excepto por las armas de fuego –que se reportan a la policía-, se le da al pasajero de facturar el objeto prohibido y que viaje en bodega.

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