Llega el primer champagne diseñado para beber en el espacio

Aunque uno nunca haya viajado al espacio, a nadie se le ocurriría abrir una botella de cava, champagne o cualquier vino espumoso para festejar la proeza de haber salido de la Tierra.

Pero ese deseo, postergado por décadas, se convertirá en realidad con el primer champagne diseñado para ser bebido más allá de la atmósfera.

Se trata del Mumm Cordon Rouge Stellar. Y no es un producto que uno pueda comprar en una tienda, sino que formará parte del programa de vuelos tripulados de Axiom hacia su estación espacial, que será la primera plataforma orbital del mundo.

Cuatro años de investigación

El champagne que se usó de referencia para este espumoso espacial se presentó en 2018, y tenía las características enológicas, de diseño e innovación ideales para dar el paso hacia el espacio.

La casa francesa se asoció con la agencia Spade, especializada en el diseño de objetos para misiones espaciales, y el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia. Incluso el cellar master de Mumm, Laurent Fresnet, participó de un vuelo parabólico para conocer cómo podría impactar las condiciones de gravedad cero en el vino.

El nuevo Mumm Cordon Rouge Stellar cuenta con los requisitos de la agencia espacial europea y cumple con la normativa de la AOC Champagne

Tras cuatro años de investigación, nació este Mumm Cordon Rouge Stellar que cumple con los requisitos certificados por el CNES y, como no podía ser de otra manera, con la normativa AOC Champagne.

Al espacio y más allá

Este champagne formará parte de las provisiones de la próxima misión Axiom Space, donde se probará el ritual del brindis y las condiciones de la degustación en el viaje.

Cabe precisar que el Mumm Cordon Rouge Stellartuvo que cumplir con una serie de parámetros como tener líquido en ausencia de gravedad, presión contenida en la botella, compatibilidad con alimentos, especificaciones de materiales, tamaño, ergonomía y uso intuitivo.

Cómo es la botella espacial

El envase está asegurado por un dispositivo de apertura y cierre diseñado para este modelo de botella, donde solo entra en contacto con el vidrio y el acero inoxidable, igual que en los tanques de mezcla de Mumm en las bodegas de Reims.

La botella de vidrio, similar al diseño tradicional, está recubierta por una carcasa de aluminio y la parte superior, que en la jerga se conoce como ‘de servicio’, cuenta con un cuello largo rematado por un corcho y un anillo, que permite retener al primer y bloquea el mecanismo de acero inoxidable de la botella.

Otras condiciones de degustación

El desafío no es solo poder beberlo, sino también sentirlo como si se estuviera en la Tierra. Pero hay que recordar que las condiciones de degustación son diferentes en la superficie que en el espacio. Basta comprobarlo al tomar un vino o cava en cualquier vuelo comercial.

“El comportamiento del champagne también se modifica: las burbujas ya no suben a la superficie, por lo que no liberan sus moléculas aromáticas”, precisan en Mumms.

La casa Mumms apostó por la variedad Pinot Noir para obtener las condiciones organolépticas ideales para su champagne espacial

La secuencia sensorial también cambia. Primero se agudiza el sentido de la vista, luego el vino, en forma de espuma, entra en contacto con los labios y la boca y se inhala a través de la boca. Una vez dentro, la espuma recubre las paredes a medida que se produce la acción capilar.

Para evitar estas diferencias sensoriales Laurent Fresnet ha realizado un coupage con uvas de la cosecha 2016, en su mayoría de la variedad Pinot Noir, complementado con vinos de reserva.

“Mi objetivo era conservar la frescura y el poder de Mumm Cordon Rouge, y realzar la intensidad de sus aromas con más crianza y un licor de dosificación elaborado con vinos envejecidos en barricas de roble”, explicó.

A qué sabe el champagne espacial

Con un envejecimiento en listones prolongado a cinco años, este champagne presenta notas de fruta amarilla madura y melocotón de vid, pero también de frutos secos, avellana y praliné.

Envejecido en barricas de roble, el licor de dosificación -elaborado a partir de vinos- aporta un toque de vainilla y notas de pastelería.

De esta manera Mumm pudo reforzar las características de su producto en condiciones de cata donde los sentidos olfativos y gustativos están alterados.