Comer en una noria: Budapest une gastronomía y distancia social
La noria Budapest Eye, una de las atracciones más populares de la ciudad, se convierte en un restaurante efímero donde se sirven los platos de un restaurante de estrella Michelin

Budapest Eye Foto Nastya Dulhiier Unsplash
Uno de los restaurantes más exclusivos de Budapest, el Costes, recurrió a una ingeniosa solución para impulsar su negocio frente a la crisis desatada por el coronavirus.
El restaurante sirvió un menú de cuatro platos en las cápsulas del Budapest Eye, una gigantesca noria que se encuentra en la plaza de Erzsébet, a pocos pasos del Danubio, y rodeada de los hoteles más elegantes de la ciudad.
Resucitar a la noria y al restaurante
El viaje a las alturas desde esta noria es uno de los paseos más populares para los residentes y visitantes de la capital de Hungría, donde en su punto máximo se puede ver con toda claridad el entramado de callejuelas de la ciudad de Pest, el castillo de Buda y el curso del Danubio de norte a sur.
Pero con las restricciones a los movimientos la famosa atracción perdió popularidad. Y el propietario del Costes, Karoly Gerendai, tuvo una idea para reflotar a su local y de paso entusiasmar a los locales con dar la vuelta en la noria.
Una idea exitosa
A pesar del frío intenso del sábado pasado todas las cápsulas del Budapest Eye estuvieron reservadas.
Cada una tiene una capacidad de cuatro plazas, lo que garantizó el aislamiento exigido para cumplir con las medidas de seguridad.
A pesar del frío intenso todas las cápsulas del Budapest Eye estuvieron reservadas.
En las cápsulas se sirvió un menú de cuatro platos elaborados por el chef portugués Miguel Vieira, el primer cocinero que no es húngaro en ganar una estrella Michelin.
Cada uno de los pases se vendió en 130 euros, y se agotaron en pocas horas. El éxito fue tan grande que Gerendai analiza volver a repetir la experiencia en la primavera, cuando las noches sean más suaves.
El impacto de la crisis
A pesar de su prestigio el Costes fue duramente castigado por la crisis del coronavirus. El volumen de negocios de los restaurantes del grupo se redujo a una décima parte de los niveles previos al cierre, informa Reuters.
La situación obligó a la empresa a abrir sus locales solo tres veces por semana, y uno de ellos, el de la calle Ráday, cerró sus puertas.
Catering todo incluido
Otra idea que impulsó el propietario es ofrecer un servicio de comida para llevar todo incluido.
El restaurante Costes ofrece un servicio de catering con vajilla y equipamiento donde los cocineros llegan al domicilio para preparar los platos
Este consiste no solo en los platos elegidos por el cliente, sino que a la casa llega un equipo con vajilla, vinos, copas y con el personal para cocinar y servir las preparaciones con el sello del premio Michelin.