Siete miradores para descubrir Galicia desde las alturas

Desde montes o murallas, si el clima permite subir a estos miradores, se descubren hermosas postales de las costas, ciudades y valles de Galicia

La Cúpula Atlántica del monte San Pedro, el sofisticado mirador de A Coruña. Foto Turismo de Galicia

Es cierto que hay lluvia, viento y frío. Pero cuando el clima da una tregua, es ser la oportunidad ideal para descubrir una nueva cara de Galicia: desde las alturas.

Varias ciudades y pueblos gallegos cuentan con miradores creados por la naturaleza, ya sea acantilados en sitios de belleza agreste o sierras desde la que se contemplan valles y pueblos.

También hay otros forjados por sus habitantes, como murallas o ascensores.

Vamos a subir a coche y encontrar algunos de los miradores más fascinantes de Galicia.

Mirador de la Ermita de Chamorro (Ferrol)

Ferrol está protegido por las Rías Altas, con una bocana ideal para albergar al puerto, vigilada por los castillos de San Felipe y A Palma.

Mirador de la ermita de Chamorro, en Ferrol. Foto Turismo de Galicia

Esta descripción se ve desde las alturas del monte de Chamorro, al noroeste de la ciudad, donde hay una ermita del siglo XVI que también permite mirar hacia el valle de Serantes y la ensenada de A Malata.

Las vistas de Ferrol se extienden a lo largo de la costa, con las grúas de los astilleros que se levantan como dinosaurios de metal.

Monte de San Pedro (A Coruña)

En el extremo oeste de A Coruña, el monte de San Pedro permite contemplar la ensenada del Orzán con sus playas y el casco urbano como si uno fuera un ave.

La Cúpula Atlántica del monte de San Pedro permite obtener grandes panorámicas y aprender de los paneles didácticos

El mayor atractivo del lugar es la Cúpula Atlántica, un mirador cubierto con vistas a 360 grados donde diversos paneles didácticos permiten saber qué es lo que se está viendo.

Vista de la Torre de Hércules desde el mirador de San Pedro. Foto Turismo de Galicia

Allí también se encuentra un centro de interpretación de la batería militar que resguardaba la ciudad y un ascensor panorámico que evita el desnivel entre el monte y el paseo marítimo.

Muralla de Lugo

La muralla de Lugo es una de las mejor conservadas de España. Su origen es de fines del siglo II, y actualmente cuenta con 10 puertas, 71 torres y 2.200 metros de sólida protección en muros de cuatro a siete metros.

Muralla de Lugo. Foto Turismo de Galicia

Donde se encuentra la Puerta de Santiago es posible tener unas interesantes vistas del centro histórico de Lugo, con las cúpulas neoclásicas de la catedral de Santa María como protagonistas.

Monte de Castro (Vigo)

Uno de los paseos recomendados para encontrarse con la naturaleza en Vigo, aunque haya que hacer un pequeño esfuerzo, es subir al Monte de Castro, que se levanta con 149 metros de altura.

Su trazado tiene alma de parque botánico, con una gran cantidad de árboles como los pinos, que se recorren a través de diferentes circuitos.

El monte de Castro, en Vigo. Foto Turismo de Galicia

En la cima del cerro hay varios miradores, que permite ver los montes de O Morrazo del otro lado de la ría, y las islas Cíes hacia el oeste, que dan un bonito marco cuando cae el sol.

Además de sus vista el monte de Castro es un pulmón verde dueño de una abundante vegetación

Y en el medio, el puerto de Vigo, cuya perspectiva revela el crecimiento que ha tenido esta ciudad en su historia.

Paseo de los leones (Santiago de Compostela)

Una forma diferente de ver el centro histórico de Santiago de Compostela es subir a la Alameda, uno de los paseos verdes más interesantes de la capital gallega.

Espacio público desde el siglo XVI, a lo largo de los años se ha convertido en el lugar donde los compostelanos salían a buscar algo de luz y naturaleza.

Las cúpula de la catedral de Santiago desde el Paseo de los Leones. Foto Turismo de Galicia

La zona de A Carballeira, en la parte superior, está coronada por la capilla de Santa Susana.

La entrada del Paseo da Ferradura fue decorada por dos estatuas de leones en 1885, por lo que el lugar adquirió el nombre que conocemos actualmente.

A Caeira (Pontevedra)

La Dirección de Turismo de Galicia asegura que A Caeira “es más que un mirador”. Y es cierto, ya que también una zona residencial; donde hay un área arqueológica que permite conocer los petroglifos realizados allí mismo en la Edad de Bronce.

Toda Pontevedra bajo el mirador de A Caeira. Foto Turismo de Galicia

Desde A Caeira se puede ver el río Lérez y el tejido urbano de Pontevedra que se expande en todas direcciones, con puntos destacados como los puentes de O Burgo, A Barca y Os Tirantes.

Montealegre (Ourense)

Ourense presume de tener el banco más bonito del mundo. No es el único lugar (Redondela presenta una reivindicación similar), pero el emplazamiento de este añadido urbano en el mirador de Montealegre le hace justicia.

El cerro de Montealegre, con sus 471 metros, ofrece impactantes vistas de Ourense con el río Miño y sus puentes

Este cerro se eleva a los 471 metros, y desde el mirador que se corona con una cruz se puede ver con toda claridad la ciudad atravesada por el río Miño.

Vista de Ourense desde las alturas de Montealegre. Foto Turismo de Galicia

En el Montealegre hay auditorios al aire libre creados en los huecos que las antiguas canteras han dejado en el cerro.

Y gracias a su clima el lugar ha sido elegido para contar con un parque botánico de 15 hectáreas, con 240 especies vegetales que dan vida a las laderas.

a.
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