Diez museos de Cataluña que homenajean al mar

Desde el Delta del Ebro hasta los pueblos de la Costa Brava, como si fuera un antiguo barco mercante vamos de puerto en puerto descubriendo los museos marítimos catalanes

Preparen las provisiones, alisten los aparejos y coloquen las velas mirando al norte porque en este viaje iremos bordeando el litoral catalán como se hizo durante miles de años, pero en vez de comerciar estaremos visitando siete* museos que están relacionados con el mar.

Desde que los griegos desembarcaron en Empúries hace 2.500 años la historia de Cataluña se desarrolló junto al mar, ese Mediterráneo que permitió la expansión del imperio comercial de la corona de Aragón, el que trajo las innovaciones técnicas del mundo y el que fue la carretera por la que navegaron cientos de miles de inmigrantes.

Testigo de batallas, naufragios, hazañas y de la vida cotidiana en alta mar, podemos descubrir la historia del Mediterráneo y su relación con Cataluña en estos museos.

Sant Carles de la Ràpita

Siguiendo las indicaciones de Patrimonio de Cataluña, el primer destino será Sant Carles de la Ràpita, villa con la Sierra de Montsià de un lado y el mar del otro.

El Museo del Mar del Ebro presenta las historias de los pescadores y agricultores en la desembocadura de este río

Museo del Mar en Sant Carles de la Ràpita

Allí está el Museo del Mar del Ebro, que recuerda cómo se navegaba en este delta, una costa que cambia año a año, llena de bajos y corrientes cruzadas, con exposiciones sobre las artes de la pesca y la agricultura en la región.

Cambrils

El siguiente destino, siempre con rumbo norte, es Cambrils, donde su torre del Puerto cuenta con un espacio de exposiciones perteneciente al Museo de Historia local.

Edificada en el siglo XVII, actualmente se puede ver una exposición fotográfica sobre la vida rural en Formentera.

Tarragona

En Tarragona se encuentra el Museo del Puerto, que presenta su historia desde que la antigua Tarraco era una capital de provincias romana, tanto en la faceta comercial como pesquera y deportiva.

Museo del Puerto de Tarragona

Cuenta con una extensión en el Faro de la Banya, en la desembocadura del río Ebro, con una muestra permanente del mundo de las señales marítimas.

Vilanova i la Geltrú

Vilanova i la Geltrú tiene uno de los puertos deportivos e industriales más importantes de Cataluña.

Con una larga tradición de pesca y astilleros, el rico patrimonio vilanoví se puede conocer en el Espai Far, donde en la antigua casa del farero de Sant Cristòfol (luz aún en funcionamiento) se encuentra el Museo de Mar, con una gran cantidad de objetos relacionados con la industria de la pesca y la tradición marinera de la villa.

El museo también reproduce el patrimonio del Museo de Curiosidades Marineras Roig Toqués, que se suma a la exposición del centenario bote de salvamento Víctor Rojas y la exhibición de anclas y cañones en los jardines que rodean al faro.

Museo de Vilanova i la Geltrú

Barcelona

Llegamos a la capital catalana, donde la milenaria historia de la ciudad y el mar se despliega en el Museo Marítimo de Barcelona, que ocupa las antiguas atarazanas medievales.

Una de las joyas del Museo Marítimo de Barcelona es la réplica a tamaño real de la galera de Juan de Austria, que participó en la batalla de Lepanto

Allí se concentra un rico patrimonio como réplicas de toda clase de embarcaciones, desde la galera real de Juan de Austria que participó en la batalla de Lepanto (con nada menos que 60 metros de eslora) a otras de pesca, deportivas y mercantes.

Exterior de las atarazanas reales. Foto Vicente Zambrano González

Las muestras permanentes son Cataluña más allá del mar (con el repaso a tres siglos de historia marinera, desde el s.XVIII al XX), Les Sorres X (musealización de una barca del siglo XIV para el transporte de mercaderías) Atarazanas y galeras (dedicada a la relación de Barcelona con la expansión de la corona de Aragón por el Mediterráneo) y 7 barcos-7 historias (con historias explicadas por diferentes protagonistas, desde cocineros de un transatlántico a una víctima de los piratas).

Las visitas incluyen el pase por el Pailebote Santa Eulàlia, uno de los últimos veleros mercantes del Mediterráneo.

El Masnou

En la comarca del Maresme encontramos el Museo Municipal de Náutica del Masnou, que tras escindirse del Museo Histórico y Arqueológico en 2001 abrió con una nueva sede.

La exposición permanente rastrea los orígenes en la Antigüedad, presenta la evolución de las embarcaciones de su puerto, la importancia del Masnou en el comercio y su herencia marinera, además de la proyección de un documental sobre la ciudad entre los siglos XX y XXI.

Lloret de Mar

Llegamos a la Costa Brava, más exactamente al Museo del Mar de Lloret de Mar, donde en una antigua residencia modernista se presentan los espacios Hijos del mar, Mediterráneo, Las puertas del océano, Lloret después de los veleros y Más allá de la playa.

Museo de Lloret de Mar. Foto Ayuntamiento Lloret de Mar

Este museo, indican, presenta “un recorrido que va desde la navegación de cabotaje que se realizaba en el Mediterráneo hasta la gran navegación de altura a través del Atlántico”, con historias de pescadores, piratas, comerciantes y emigrantes.

Sant Feliu de Guíxols

Le sigue Sant Feliu de Guíxols, donde el Museo de Historia tiene un espacio en la antigua Caseta de Salvamento de Náufragos, en el Turó de Guíxols.

Sant Feliu de Guíxols tiene el único museo de España dedicado al salvamento marítimo

Allí se pueden ver la exposición Asas y pescadores (sobre las técnicas artesanales de estos aparejos de pesca), mientras que en la caseta hay una muestra permanente sobre el salvamento marítimo, que según sus organizadores, no hay ninguna igual en el país.

Palamós

Palamós es la escala siguiente, sede de un Museo de la Pesca, que analiza el pasado y presente de esta actividad en el litoral norte de Cataluña, donde se abarca tanto las técnicas milenarias y actuales como las especies marítimas, las zonas de embarque y los personajes en torno al oficio; así como su futuro y los peligros que se ciernen sobre ella.

Museo de la Pesca de Palamós

El Museo se divide en seis sectores, uno con un audiovisual de bienvenida y los otros dedicados a la exposición permanente, en un edificio ubicado en un antiguo almacén portuario.

L’Escala

Villa con una larga tradición en la pesca y la salazón de la anchoa, L’Escala tiene un museo dedicado a este pez y su producción industrial, inaugurado en 2006 en el antiguo matadero, que enseña la evolución de esta actividad desde el siglo XVI a la actualidad.

Las exposiciones también abarcan la historia de la agricultura en el interior de la Costa Brava y su impacto en la vida de los habitantes.

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