Somo: la mejor playa de Cantabria está a media hora de Santander

Vueling conecta con Santander para que puedas disfrutar de las arenas finas de la playa de Somo, cuna de surfistas y uno de los más hermosos arenales de Cantabria

Surfista en la playa de Somo (Cantabria).

Surfista en playa de Somo. Foto: Turismo Ribomontán al Mar.

Urbanas o más salvajes, de aguas tranquilas en la bahía o de bravo oleaje en las que se abren al Cantábrico: Santander tiene nada menos que 13 playas para disfrutar en cualquier momento del año y, por supuesto, en verano. También asomada a su bahía, la del Puntal cierra por el oeste la playa de Somo, uno de los arenales más hermosos y extensos de Cantabria.

Aunque no pertenece a la capital cántabra, que sí atesora playas como las de Los Peligros, La Magdalena, Los Bikinis, según dicen la primera en España en la que se vio esta prenda de baño, que lucían extranjeras que acudían a los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el Camello, La Concha o las más famosas primera y segunda del Sardinero, donde nacieron los baños de ola, antecedente de nuestro actual veraneo, un servicio de lanchas (busca la taquilla de Los Reginas) conecta El Puntal con el paseo marítimo santanderino en apenas 15 minutos.

La bella lengua de arena fina y dorada es, en realidad, el extremo de la playa de Somo, un pueblito turístico desplegado frente a la bahía de Santander y una de las mejores opciones para disfrutar del sol, la playa y el mar en Cantabria.

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Playa de Somo

En la costa de la Trasmiera, al noreste de la bahía de Santander, justo en frente de la ciudad, de la que se tiene una preciosa panorámica, la playa del Puntal es un gran arenal de 2 kilómetros de largo dentro del espacio de las Dunas del Puntal y el Estuario del Miera abierto al mar Cantábrico, del que recibe un fuerte oleaje.

La playa de Somo y el Puntal se asoman a la bahía de Santander. Foto: Turismo Ribomontán al Mar.

Aunque si en algún sitio son famosas las olas es en la playa de Somo, a continuación de El Puntal, con la que suma más de 4 kilómetros de arena fina.

También conectada con el paseo marítimo de Santander por barcas, la playa de esta localidad que pertenece al municipio de Ribamontán al Mar, de aspecto prácticamente virgen y con un paisaje de infarto (por nada te pierdas el atardecer) tiene un nombre propio en la historia del surf.

El Puntal. Foto: Turismo de Cantabria.

Somo: meca del surf

En un total de 7 km si contamos también la vecina playa de Loredo, la playa ofrece una gran cantidad de picos de izquierdas y derechas con olas perfectas tanto en los días de poca mar como cuando el Cantábrico está rugiendo.

Esto hace de la playa de Somo el spot perfecto tanto para aprender a surfear como para perfeccionar conocimientos y, de hecho, se trata de una de las mecas del surf en España, además de uno de los lugares donde germinó este deporte (y la cultura y estilo de vida que lleva aparejada).

No en vano Ribamontán al Mar fue declarada ya en 2012 ‘Reserva Natural de Surf’, convirtiéndose en el primer municipio en España en contar con esta figura de protección (segundo en Europa, solo por detrás de la portuguesa Ericeira).

El surf es cultura y forma de vida en Somo. Foto: Turismo Ribomontán al Mar.

A pocos metros de la entrada a la playa de Somo se encuentra la Escuela Cántabra de Surf, primera escuela de surf en España y uno de los motores turísticos de la zona, que recibe cada año centenares de personas con ganas de aprender. Además, la localidad cuenta con más de 500 surferos residentes dispuestos a compartir sus olas y secretos con los visitantes.

Además, el Centro de Surf de Somo es una de las citas obligadas para descubrir cómo se vive la auténtica cultura de las olas a través de exposiciones, cursos, encuentros y una nutrida agenda de actividades. Escuelas, cursos, actividades, establecimientos especializados y un continuo ir y venir de surfistas llegados de todos los países completan el ambiente único de este municipio.

Más playas

Otros pueblos de Ribamontán al mar, como son los de Loredo, Langre y Galizano cuentan también con buenas olas para practicar el surf en todos los niveles.

Y, más allá del surf, encontramos otras bellísimas playas en la zona, como la de La capilla, Langre, de 850 metros y con un espectacular acantilado que la convierte en una de las más hermosas de Cantabria, Arnillas, la Canalema o El Machón.

La playa de Langre es una de las más bellas de Cantabria.

La mejor cerámica de Cantabria

Pero hay mucho más por descubrir en Somo. Tradicionalmente tierra de canteros, carpinteros o herreros, Somo desarrolló una importante tradición artesana en la cerámica que, de hecho, concentró la mayor parte del gremio existente en Cantabria y, de hecho, es conocido como el ‘pueblo de la cerámica’.

Mantener la tradición ceramista, al tiempo que se fomenta la creación contemporánea es el objetivo de la Escuela y Taller Municipal de Cerámica de Somo, creada en 1982 y actualmente dirigida por la artista Laura Escallada.

Hoy el lugar, que bebe de tradiciones y referentes como la antigua fábrica de loza de Galizano o el ceramista cántabro Miguel Vázquez, es un espacio de oficio, investigación y aprendizaje.

Loredo. Foto: Turismo Ribomontan al Mar.

También en Somo, se puede rastrear esta tradición en talleres que, como el de Rufina, en la misma Avenida de la Cerámica, siguen ofreciendo sus piezas de barro y cerámica.

Un paseo por Somo

Antes de dejarnos caer por sus apetecibles restaurantes y terrazas, merece la pena acercarse a conocer hitos del patrimonio artístico de la zona como el Santuario de Nuestra Señora de Latas, en la vecina Loredo, del siglo XV y donde dejó su marca el prestigioso cantero Francisco de la Puente.

Santuario Nuestra Señora de Latas. Foto: Turismo Ribomontán al Mar.

En Suesa encontramos la iglesia parroquial de Santa Eulalia, fechada entre los siglos XVI y XVII y de la que destaca una portada rematada en frontón curvo coronada con bolas sobre pináculos.

Además, si coincide, no hay que perderse el derby hípico de Loredo, todo un acontecimiento, y la competición de traineras, con mucho arraigo en la zona. También es casi una institución el Real Club de Golf de Pedreña, donde el legendario Severiano Ballesteros dio sus primeros golpes.

Dónde comer en Somo

Desde el punto de vista gastronómico, Somo, como el resto de la comarca de la Trasmiera, conquista sobre todo por sus deliciosos productos del mar.

Ceviche de calamar. Foto: Chiringuito El Puntal.

Pescados y mariscos, especialmente en parrilladas, ocupan un lugar de honor en las mesas locales, donde reinan percebes, almejas, morgueras o las deliciosas amayuelas (una especie de almeja fina), que también dejan sitio para arroces o carnes procedentes de pastos próximos.

Entre los lugares destacados encontramos chiringuitos como El Puntal Tricio para degustar con los pies en la arena un buen pescado salvaje, unas rabas, unas zamburiñas o unas quisquillas, pero también jamón cortado a cuchillo o el ceviche de calamar.

El Asador Somo (Avenida de la Cerámica, 13) es tu lugar si buscas una buena carne, con cortes como el tomahawk de vaca rubia gallega extra, pero también platos argentinos como sus empanadas, parrilladas de carne o chimichurri casero.

Foto: En Uno Gastrobar.

El Rompeolas (Las Quebrantas, 9), En Uno Gastrobar (Isla de Mouro, 10) o Las Encinas, el restaurante del Hotel Torres de Somo (Arna, 66) son otras direcciones a tener en cuenta.

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