Hallyu: el fenómeno de la ola coreana que conquista el mundo
K-Pop, K-Dramas y K-Cine, entre otros fenómenos culturales, llevan la cultura coreana hasta el último rincón del mundo impulsada por megaéxitos como BTS, ‘Parásitos’ o ‘El juego del calamar’

Seúl. Foto: Turismo de Corea.
Hallyu. Hayas oído o no esta expresión, acuñada a mediados de la década de los noventa, es más que probable que tú también hayas sido arrastrado por la ‘ola coreana’, que es su traducción. Si escuchas la música de BTS, has visto Parásitos, te has enganchado como el que más a El Juego del Calamar y, más que probable, recuerdas el baile de Gangnam Style -por cierto, el primer vídeo de YouTube en superar los 1.000 millones de visionados-, ya lo tienes. Es la ola coreana. Un auténtico tsunami que no para de crecer.
Como decíamos, no es algo nuevo. Lo confirma a Tendenciashoy Sunghee Joo, directora general de la oficina de París de la Korea Tourism Organization. “Desde hace muchos años, la Hallyu está ganando popularidad en todo el mundo” nos explica en su paso por Madrid para asistir a Fitur.
Este movimiento, que incluye música, cine y producciones televisivas, entre otras manifestaciones, “ha llevado a muchas personas a visitar Corea en los últimos años para asistir a conciertos o visitar lugares de rodaje de series, por ejemplo”. Incluso existen circuitos turísticos sobre el tema Hallyu desarrollados por agencias de viajes u oficinas de turismo locales.
Aunque es cierto, reconoce, que “el éxito mundial de El juego del calamar ha hecho posible presentar dramas coreanos a una nueva categoría de clientes y difundir la cultura coreana aún más en todo el mundo”.
Una ola que arrasa en el mundo
Con un número creciente de viajeros en los últimos años y un objetivo de alcanzar los 25 millones de visitantes internacionales en 2025, la llamada ola coreana es una de sus bazas para lograrlo.
Su éxito, según Sunghee Joo, debemos buscarlo en “la excelencia conseguida en los contenidos culturales de Corea”. A lo largo de su historia, el país “ha valorado y mimado siempre su patrimonio cultural, raíces y tradiciones, sabiendo perfectamente encajar y adaptar esa cultura milenaria a la cultura occidental, dando como resultado una cultura original y universal”. Un claro ejemplo de ello es el K-Pop, “que combina la música coreana con el pop occidental”.
También juega a su favor el “apoyo gubernamental sistemático” a su industria cultural. En este sentido, y ya desde los años ochenta, se establecieron políticas de subsidio e infraestructuras a las creaciones y se apoyó su exportación al exterior, de modo que esta industria pudo competir en el mercado mundial.
«Corea ha valorado y mimado siempre su patrimonio cultural, raíces y tradiciones, sabiendo perfectamente encajar y adaptar esa cultura milenaria a la cultura occidental»
Sunghee Joo
Tampoco hay que olvidar, explica la responsable del organismo turístico en Europa, “la infraestructura de internet de Corea, la cual ha jugado un papel muy importante”. Corea es el país líder en IT (Tecnología Informática) y cuenta con “la velocidad de internet más rápida del mundo”, además de contar con un extraordinario desarrollo de plataformas, aplicaciones en línea y servicios relacionados.
Contenidos creados para compartir e interactuar
En este sentido, apunta, “Los contenidos de Hallyu han sido desarrollados para un mayor disfrute en internet, para que el público pueda consumirlos y compartirlos fácilmente. Por ello se pudo expandir rápidamente en diferentes redes sociales como Youtube, Instagram y Twitter a nivel mundial”.
A estas plataformas deben sus éxitos series coreanas como El Juego del Calamar que, recordemos, sorprendió incluso a los responsables de Netflix, que la estrenaron sin apenas publicidad. Y son contenidos que “están de moda no solo en dichas plataformas, sino que se parodian y recrean en Youtube, Tiktok o Instagram”.
Aquí Sunghee Joo introduce una nueva variable: la “conexión generada entre el Hallyu y sus seguidores”. La cultura del Hallyu, apunta, se fomenta en base “a la comunicación e intercambio con sus seguidores”. Eventos de firmas, transmisiones en vivo, conciertos online, e incluso una plataforma exclusiva creada para el intercambio entre artistas y seguidores como el caso de Weverse forman parte de la ecuación, de modo que la interacción entre creadores y seguidores es primordial.
Esto anima a los seguidores a “participar y abstraerse más en los contenidos de Hallyu” y, de esta manera, “se consolida la pasión por la ola coreana”. Un ejemplo: el grupo de K-Pop BTS comparte su vida diaria con sus seguidores de YouTube, Twitter y otras redes, invitándoles a conocer más de cerca su día a día y su mundo y, de paso, “fortaleciendo el interés a nivel mundial por la cultura coreana”.
Obsesión por Corea
Los efectos de la ola coreana se dejan sentir. Si en 2019 el éxito de la película Parásitos de Bong Joon-ho disparaba las visitas a Seúl, en 2021 el superéxito de El Juego del Calamar estaba detrás del crecimiento exponencial de los estudiantes de coreano en la aplicación Duolingo (además de la venta de los monos rojos o las zapatillas Vans que visten los protagonistas del adictivo thriller).
También el pasado año, el Oxford English Dictionary añadía en su última edición 26 nuevas palabras de origen coreano, entre ellas hallyu, traducido por ola coreana, un éxito que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, celebró denominando al alfabeto coreano el “poder blando” del país.
Más cerca, Madrid celebraba en octubre su K-Week, una semana repleta de actividades relacionadas con la el cine, la cultura, la gastronomía y las tradiciones del país asiático. El interés despertado fue indiscutible; nuestro artículo, por ejemplo, fue uno de los más leídos en Tendenciashoy esa semana.
«Uno de los encantos de Corea es la coexistencia en armonía de la tradición y la modernidad»
Sunghee Joo
Entre la tradición y la modernidad
Aunque la mayoría de las manifestaciones culturales que forman parte de la Hallyu se relacionan con la modernidad, eso no quita que el país cuente con muchos otros atractivos para los viajeros seducidos por la ola coreana.
Según la responsable de su promoción turística, “uno de los encantos de Corea es la coexistencia en armonía de la tradición y la modernidad”. Templos budistas milenarios bien preservados, palacios reales, casas con arquitectura tradicional (hanok) y hasta 15 sitios registrados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco lo atestiguan.
Así, y “pese a estar enraizada en la modernidad, Corea ha sido capaz de preservar sus tradiciones: por ejemplo, el traje tradicional llamado Hanbok que los coreanos visten para fiestas u ocasiones especiales o la danza y música tradicionales que los visitantes pueden disfrutar cuando visitan Corea”.
Corea más allá de Seúl
Por eso, nos anima, el viajero debe tiene “una gran cantidad de sitios interesantes para descubrir y experiencias culturales para disfrutar” más allá de su capital, Seúl.
Si Sunghee Joo tuviera que llevarnos de viaje comenzaría por la región de Andong, “conocida como la cuna del confucianismo y el lugar de nacimiento de las máscaras tradicionales coreanas”.
También nos conduciría a la isla de Jeju, destacada precisamente en la serie El juego del calamar, y que figura como Patrimonio Mundial de la Unesco por sus paisajes naturales, que se pueden descubrir a través de 26 rutas y 425 km de senderos de costa y de montaña.
“Tampoco olvidemos la DMZ, la zona desmilitarizada entre las 2 Coreas, un lugar destacado en la historia de Corea, un símbolo de paz y reconciliación”, añade. Ni los paisajes, que incluyen un 70% de montañas, pero también campos de arroz, plantaciones de té o costas salvajes fácilmente accesibles gracias a una buena red de transporte público.
La cocina merece capítulo aparte: “Ya sea en restaurantes locales o en mercadillos, la gastronomía coreana es sana y variada y ofrece platos generosos y adaptados a todos los gustos”. Además de participar en algún taller de cocina o aprender a elaborar el alcohol tradicional, el maekgeolli, es altamente recomendable probar la cocina de los templos budistas que abren sus puertas a los visitantes para una estancia de una noche compartiendo su comida o para participar en la ceremonia del té.
2022 es el año de Corea
2020 – 2022 se establecieron como los ‘Años de Visita Mutua Corea-España’. En este contexto, el país ha participado en Fitur para la promocionar la imagen y la cultura coreanas, y lo seguirá haciendo en diferentes eventos que se realizarán durante 2022 en España.
Si nos decidimos a viajar al país -no se requiere visado aunque sí, como consecuencia de la pandemia, resultado negativo de una prueba PCR y cuarentena de 10 días a la llegada– hay fechas destacadas en el calendario, como el Festival de los Faroles de Loto que se celebra cada primavera en Seúl para conmemorar el cumpleaños de Buda entre miles de farolillos y un gran desfile en la capital.