La poesía de Rosalía de Castro tiende un puente entre naturaleza y literatura

Fascinada por la naturaleza, Rosalía de Castro reservó para flores y plantas un lugar muy destacado en su obra poética. Carballos, lirios, malvas y rosas, ‘herbiñas do campo florido’ o ‘herbiñas do camposanto’ son algunas de las especies que menciona la escritora y que ahora componen el Herbario de Rosalía de Castro, un compendio de plantas que funciona como homenaje a una creadora que no enseñó a mirar el paisaje de otra manera.

En total, son 150 pliegos de plantas lo que componen este herbario, creado por los profesores de la Universidad de Santiago de Compostela María López Sández, Fernando Cabo Aseguinolaza y Maria do Cebreiro Rábade Villar y que puede verse ahora en Madrid.

El Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) de Madrid aloja, hasta el próximo 27 de marzo, una selección de este trabajo, de cuya creación se ha encargado la también profesora María Isabel Fraga Vila junto a la propia María López Sández que, junto con Miguel Fraga Vila, responsable del tratamiento fotográfico, constituyen el núcleo creador de este proyecto que navega entre la literatura y la botánica.

Las flores que enamoraron a Rosalía de Castro

Bajo el nombre Herbario Rosalía de Castro. Nasín cando as prantas nasen, la exposición recoge los resultados de un minucioso trabajo de investigación sobre la obra de Rosalía de Castro (1837-1885) y su fascinación por la naturaleza.

En la belleza y la grandiosidad del paisaje gallego, donde “la mano del hombre dejó paso a la mano de Dios”, según sus palabras, la poeta sustenta un discurso de dignificación que abarca también a las gentes que la habitan y la lengua que estas hablan.

Iniciado en 2019, el actual proyecto arrancó con un herbario físico realizado por López Sández y Fraga Vila inspirado en la obra de la poeta gallega, para lo cual “tuvieron que realizar previamente un vaciado completo de su creación literaria”, con el fin de localizar la totalidad de las plantas y flores mencionadas, explica el Real Jardín Botánico.

En el herbario destacan especialmente las rosas, con más de un centenar de menciones en la obra de Rosalía de Castro

Después, “siguiendo el ciclo anual y privilegiando los espacios que Rosalía de Castro recorrió y describió en sus obras, se seleccionó el material”.

Destacan especialmente las rosas, con más de un centenar de menciones en la obra de la poeta, pero también hierbas del cementerio o hierbas del campo florido, “en consonancia con la valoración de la flora humilde que fue común a los autores marcados por el Romanticismo, desde William Wordsworth hasta la propia Rosalía”, explica López Sández sobre este herbario que, advierte, “es más literario que científico”.

De rosas y hierbas de camposanto

La exposición, instalada en el Invernadero de los Bonsáis del RJB-CSIC, se estructura en cinco secciones: rosas, herbiñas do campo florido, herbiñas do camposanto, árboles y otras flores, plantas y especies comestibles.

Todas se acompañan de paneles explicativos que relacionan cada sección con la obra de Rosalía de Castro y el nexo que hay entre naturaleza y literatura.

La actual exposición es fruto de un trabajo iniciado en 2019 en torno a las plantas y flores presentes en la obra de Rosalía de Castro

Aunque a Madrid se ha traído una selección, una proyección audiovisual permitirá ver el herbario de 150 pliegos en su totalidad. Además, diferentes objetos cedidos por la Casa Museo Rosalía de Castro, ubicada en Padrón (A Coruña), acompañan la exposición, así como primeras ediciones de los libros de la poeta o el dibujo de un paisaje realizado por su hijo, el pintor Ovidio Murguía de Castro.

Plantas y poesía

En el marco de la muestra, y coincidiendo con el Día Internacional del Árbol y de la Poesía, hoy lunes 21 de marzo, el Real Jardín Botánico acogerá una mesa redonda sobre La imaginación botánica de las escritoras del siglo XIX que tendrá lugar a las 19.00 horas en el Salón de Actos. Contará con la participación de las profesoras Catherine Davies, Pura Fernández, María López Sández y Solange Hibss.

La exposición cuenta con el apoyo y la colaboración de la Xunta de Galicia, el programa Xacobeo 21-22, la Universidad de Santiago de Compostela y el Museo Casa Rosalía.

Asimismo, está vinculada al proyecto Cartografías del afecto y usos públicos de la memoria: un análisis geoespacial de la obra de Rosalía de Castro, dirigido por Fernando Cabo, financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, y parcialmente por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Unión Europea.