Juno House: llega a Barcelona el primer club privado solo para mujeres

Nace en Barcelona Juno House, un club 100% femenino que busca el bienestar personal y profesional de sus socias

Las fundadoras de Juno House Club: Liana Knight Grieg, Natalie Batlle y Eva Vila-Massanas. Foto: Juno House

En el mes de la mujer acaba de abrir sus puertas en Barcelona el club Juno House un ‘ecosistema de mujer a mujer’, el primer espacio exclusivamente femenino en España  en el que se podrá ir a trabajar, hacer reuniones, desconectar tomando unas copas y también cuidarse asistiendo a clases de fitness o de yoga. 

Natalie Batlle, iniciadora de la idea, descubrió los clubs para mujeres en Nueva York, “esos lugares para desarrollarse laboral y personalmente, y conocer a otras profesionales, algo que siempre ha estado reservado para los hombres”.

 “Cuando volví a casa, pensé que ojalá alguien lo abriera aquí” explica. Pero desde que nació su hijo Batlle entendió lo difícil que era conciliar su trabajo de marketing con la conciliación familiar, y pensó que otras mujeres no madres podrían tener problemas parecidos.

Infografía Jordi Català

En honor de la diosa romana

A partir de aquí empezó a crecer el sueño de Juno House, junto a Liana Grieg y Eva Vila-Massanas en el equipo fundador.

Para el nombre se eligió el nombre de una diosa romana, protectora del matrimonio pero también una guerrera

Para el club se escogió el nombre de una deidad mayor soberana de Roma, con múltiples funciones, expresión de la naturaleza de la feminidad y con gran energía vital, diosa del matrimonio y de la maternidad “y que también era una guerrera”, añade Batlle.

Infografía Jordi Català

Un trampolín profesional

Battle, nacida en Chicago pero afincada en Barcelona, define al club como “un refugio urbano para la conciliación y el equilibrio entre la vida personal y la laboral, y sobre todo un trampolín para la carrera profesional de las socias, fomentando la creatividad, la productividad y las sinergias internacionales”. 

 “Todas las mujeres que quieran formar parte de Juno House son bienvenidas, siempre que compartan nuestros valores y nuestra filosofía, que se basa en la colaboración por encima de la competencia”.

Infografía Jordi Català

Natalie afirma que su objetivo “es formar una gran comunidad colaborativa y diversa de mujeres, empresarias, diseñadoras, ejecutivas, etcétera”. 

En su web se puede leer la filosofía de esta entidad: “la Mujer Juno antepone la colaboración a la rivalidad; cree en el poder de la innovación femenina y en la belleza pura que reside en la diversidad; tiene visión, es creativa y de buen corazón. La Mujer Juno no sólo se atreve al cambio sino que también forma parte de él”

La sede de Juno House

El nuevo club se encuentra en La Farinera de Aribau, una antigua fábrica del siglo XIX de Barcelona, con una superficie de más de 1.400 m2.

Infografía Jordi Català

Es un edificio y una nave industrial de arquitectura singular industrial de ladrillo, escondido en el interior de una isla de casas.

El conjunto está situado en el barrio de Sant Gervasi, y fue restaurado por el estudio de arquitectura Bogom.

El diseño del club

La arquitecta Merche Conca del estudio BCA y la interiorista Meritxell Ribé de The Room Studio lo han acondicionado para su nueva función dividiéndolo en dos grandes espacios.

Uno es La Farinera, una torre de 600 m2 que cuenta con planta baja y otras cuatro plantas destinadas a potenciar el crecimiento, la conciliación familiar y el bienestar personal, donde cada piso tiene un uso.

Una sesión de fotografía en el club. Foto: Juno House

La planta baja es la del bar en el que se puede relajar después del trabajo, con conciertos, catas de vino y cenas privadas bajo la dirección de la chef Laura Veraguas.

“Juno House es un trampolín para la carrera profesional de las socias, fomentando la creatividad, la productividad y las sinergias internacionales”.

Natalia Battle

También se impartirán charlas que, a diferencia de las de la nave, serán más personales y menos profesionales.

La primera planta se destinará a las familias, con áreas de actividades infantiles y extraescolares, en las que se podrán hacer los deberes o se aprenderán idiomas. También se podrá contratar un servicio de guardería.

Otro de los pisos se reservará para la belleza y el bienestar, con opciones como acupuntura, masajes; clases de meditación, yoga y fitness. En la última planta estarán las oficinas de Juno House.

Laura Veraguas, chef y cofundadora de Ver Aguas, responsable de gastronomía y cócteles. Foto: Anna Riera Pi

La nave de Juno House

La Nave es un espacio industrial de más de 800 m2 dedicada al desarrollo profesional, centro de negocios y networking.

Se compone de salas de trabajo compartido, reuniones y videoconferencias, un escenario para charlas y mesas redondas de temas empresariales y de emprendeduría, así como conciertos y exhibiciones de arte.

Incluso hay una sala de grabación de podcasts, desde la que se irá entrevistando a las diferentes integrantes de esta comunidad. 

Uno de los espacios destacados será la tienda de Juno House, que servirá para exponer y vender los productos de algunas de sus socias

Anna Riera Pi firma su libro de historia de la gastronomía catalana en el club. Foto: Juno House

Otros clubes femeninos de España

Juno House no es el primer club femenino de la península. Existe en Madrid desde algunos años el exclusivo Club Alma Sensai, donde el 70% de sus miembros son mujeres.

No es excluyente en la admisión de candidaturas masculinas, aunque los aspirantes han de tener como condición “ser hombres buenos”.

No pasa lo mismo con el club barcelonés. “Aunque se haya creado por mujeres y para mujeres, se permite la participación de hombres en las actividades que se organicen” explica Batlle.

“Los padres, hijos, amigos o familiares son bienvenidos a conocer el espacio, participar en eventos y compartir experiencias”, pero no como socios, apunta.

Cuánto cuesta ser socia

En un principio, la cuota de membresía será de 135 euros mensuales y una matrícula de 375 euros para poder ingresar, pero el club contempla crear becas para que el pago no sea una barrera. 

Batlle remarca que «esta cifra está muy por debajo de lo que se paga en el mercado por un coworking, con precios a partir de 250 euros al mes, y, además, se ofrecen otros servicios”. Si todo va bien, se contempla la expansión a otras ciudades como Madrid, Milán y Lisboa.

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