Más de 100 razones para dejar todo y viajar por el mundo
‘El libro de los grandes viajes’ presenta 131 testimonios de personas que un buen día decidieron cambiar su vida y lanzarse a viajar por meses o años a pie, en coche, bici o como sea

Alice Goffart y Andoni Rodelgo formaron una familia viajando en bicicleta.
¿Qué se piensa cuando se conocen las historias de quien lleva casi cuatro años viajando por el mundo en un viejo Citroen 2CV? ¿Y de quienes han caminado desde Bangkok a Barcelona? ¿Y cómo es posible hacer más de 30.000 km casi sin gastar dinero y en una silla de ruedas?
Estas son algunas de las fascinantes historias que presenta El libro de los grandes viajes (GeoPlaneta), que a través de 131 historias atizan el deseo de largar todo y salir con una mochila a recorrer el planeta, pero que también ofrecen historias de superación y tenacidad.
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Un foro para conocer historias de grandes viajeros
Sus autores Itziar Marcotegui y Pablo Strudell son de esos viajeros de largo aliento que se toman un año para hacer la Ruta de la Seda y otro más para explorar África en transporte público.
Autores de otros libros sobre cómo preparar travesías de ese tipo, desde 2013 organizan las Jornadas de los grandes viajes en Madrid, que les ha permitido recoger los testimonios de esos 131 españoles que tienen al mundo como su hogar, y que muchos de ellos todavía siguen dando vueltas en algún rincón del planeta.
Consejos para antes y después del gran viaje
Además de las palabras de estos trotamundos, el libro es una guía para aquellos que sienten el gusanillo de tener una aventura de ese tipo.
La primera parte no aspira a ser un manual de autoayuda pero analiza los principales obstáculos para encarar un viaje de largo aliento y sus posibles soluciones, sobre todo los miedos de dejar el trabajo, la familia, cómo financiar un viaje de largo aliento, qué pasa con la seguridad, etcétera.
La mayoría de los viajeros de largo aliento indicaron que gastaron una media de 700 euros mensuales en sus trayectos
No usan solo su experiencia, sino unas encuestas realizadas a los que pasaron por sus encuentros donde se revela que por 700 euros mensuales es posible viajar por el mundo, que en la mayoría ha sido más difícil el regreso que el organizar sus travesías, y de qué forma varios se han reciclado laboralmente.
La tercera parte es una guía práctica para ponerse en marcha, con consejos de qué llevar en las mochilas, cómo organizar un kit de salud y qué documentación llevar.
Todo tipo de viajeros
Entre ese arco del deseo y los últimos consejos antes de echar llave a la casa están las experiencias recogidas, organizadas por la modalidad del viaje -que muchas veces se combinan-.
Están los viajeros a pie, los que prefieren las bicicletas, los amantes de consumir kilómetros en moto o en cuatro ruedas (coche, furgoneta o 4×4); aquellos que surcan mares en veleros o cargueros, los que prefieren el autostop o el transporte público; y los que han llegado a locuras como atravesar Sudamérica en kayak.
Kilómetros y kilómetros a pie
Entre los viajeros a pie, está el valiente periplo de Gemma Gimeno y su hija Ginebra Peña, que fatigaron 2.150 km por países árabes venciendo perjuicios; o la epopeya de Nacho Dean que hace tres años camina y camina llevando un carro de bebé con sus pertenencias, y ya contabiliza 33.000 km.
Nacho Dean lleva tres años caminando por el mundo, llevando un carrito de bebé con sus pertenencias, y ya hizo 33.000 km
El viaje de Jenn Baljko y Lluís López-Bayona, más de 16.000 km desde Bangkok a Barcelona, es una lección de tolerancia y convivencia en la forma más lenta de los viajes ‘slow’.
En bicicleta y moto
Entre los que viajan en bicicleta, el hombre de los récords puede ser Salva Rodríguez, quien lleva más de nueve años y 145.000 km por 90 países, desde la sabana africana de Kenia en medio de una guerra a descender desde Alaska a Tierra del Fuego.
Pero uno de los testimonios más bonitos es el de Pablo Calvo y Anina Anyway, que han cruzado Europa de sur al extremo norte en Noruega con su perra Hippie en el canasto en una de las bicis.
Y sin olvidar a Blanca Fernández que con 57 años salió de su casa en bici y lleva casi 44.500 km por África, Asia y Europa.
Entre los moteros conocemos las aventuras de Carlos Portal que fue desde Madrid a Sídney y fue explorando kilómetros de África por etapas, hasta abordar América y seguir rodando (ahora está en Centroamérica).
O la de Julia del Olmo y Gonzalo Delger, que también unieron Madrid con Mongolia en una moto de 125 cc de segunda mano y casi sin tener idea de mecánica.
En cuatro ruedas por todo tipo de caminos
Hablando de viajar en un vehículo poco habitual está la audaz apuesta de Jorge Sierra, que lleva 117.000 km por 57 países en un 2CV de 1979, y que a pesar de “las cientos de veces” que se ha roto, todavía sigue rodando.
Otros cuentan con furgonetas más potentes, como la de la familia de Javier Fernández y Nati Ramírez con sus hijos Carla y Alejandro, que en más de tres años han cruzado los 97.000 km por buena parte de Europa, Indonesia, Australia y un larguísimo giro por América.
Jorge Sierra lleva más de 117.000 km en un viejo Citroen 2CV que todavía sigue rodando
Pero tampoco hace falta la gran máquina, como dio fe Ana Padrón que tras jubilarse a los 64 años adaptó una furgoneta Mercedes Benz a gasoil y recorrió miles de kilómetros por Europa, Asia Central, África y China; y quien antes de su fallecimiento demostró que no hay edad para cumplir con los sueños.
En velero o carguero
Entre los que viajan en barco están los testimonios de Guillermo Cabal e Isabel Navarro, que han dado la vuelta al mundo en velero y llevan 13 años domando las olas, o el de Daniel Satué, que ha recurrido al barcoestop (con larguísimas paradas buscando ser aceptado) en numerosas ocasiones durante sus cuatro años de viajero.
Leer más: El sueño de viajar sin billete de vuelta
Los viajes en transporte público (sean autobuses, barcos, trenes) de Irene García Soria, Carme Corretgé con Xavi Molins, o Cándida García Santos (que se presenta como Kandy Abuelita Mochilera desde los 66 años) están en los casos de quienes pueden conocer nuevas formas de devorar kilómetros pagando poco o muy poco.
Pero para ahorrar, nadie le puede ganar a Albert Casals, quien con su silla de ruedas viaja por cualquier lado del mundo, con el autostop como mantra y con un envidiable morro que le permite obtener visados solo por tirarse a dormir dos días en la puerta de un puesto fronterizo.
La mejor decisión de sus vidas
Cada uno tiene una historia diferente, donde además de las anécdotas de los viajes, los malos momentos y los recuerdos más bonitos, también describen cómo se han financiado, qué repetirían y qué jamás volverían a hacer.
También dan pautas sobre la convivencia, el respeto y trato con otros pueblos y por qué consideran que dejar todo y salir a recorrer el mundo puede ser la mejor decisión de sus vidas.