Cómo es relajarse en una sauna flotante con vistas a Copenhague

Las personas que estos días estén caminando por el bonito paseo costero de Havnegade en Copenhague verán que en medio del canal, sobre el agua, hay una pequeña isla flotante donde cada tanto algunas personas en bañador se dan una ducha, aunque en el exterior haga una temperatura de 4º .

Se trata de la novedosa sauna flotante que en noviembre abrió la empresa Sauna by GoBoat, que se presenta como la nueva tendencia de estos cálidos espacios para relajarse.

Sauna con vistas panorámicas

Construido en madera y bajo criterios sostenibles, a esta sauna flotante solo se puede llegar en los pequeños botes que alquila la empresa a la vuelta del canal de Nyhavn.

Mientras el cuerpo suda uno se relaja con las vistas al canal, en pleno centro de Copenhague

La sauna tiene capacidad para 12 personas. Cada uno paga unos 33,5 euros por disfrutar de una hora y media del calor seco en las instalaciones, con vistas a los edificios que flanquean este canal en el centro de Copenhague.

Dada su ubicación, aunque sea flotante no hay olas y el movimiento del agua es casi imperceptible.

El golpe del agua fría

Montar una sauna en medio del agua se corresponde con la tradición danesa -como de otros países nórdicos- de darse un chapuzón en el agua fría en pleno invierno, lo que consideran que es un buen estímulo para el cuerpo, la mente y -dicen- el alma.

Tras 20 minutos a una temperatura de 85 grados se pasa al ‘baño ruso’, que es recibir una lluvia de agua helada de un cubo

Por ello, tras una sesión de 15 a 20 minutos en la sauna a una temperatura de 85 grados, se sugiere salir al exterior y recibir la catarata de agua fría que cae de un cubo, llamada ‘el baño ruso’.

Además del revestimiento de madera de la sauna, la estructura flotante está construida en un biocompuesto reciclable formado por un 30% de fibra de lino y un 70% de basalto, materiales sostenibles y que garantizan una larga durabilidad.

Sauna y paseos en bote

Para poder acceder a la sauna compañía GoBoat alquila embarcaciones con un pequeño motor para ocho personas, para el que no hace falta carnet de patrón para conducirlo.

La experiencia de la relajación se puede complementar con un paseo por los canales de la capital danesa, donde se pueden ver edificios históricos y las personas andando en bicicleta mientras se toma un vino o se come snacks en la pequeña mesa que hay en medio de la embarcación.