Usera, mucho más que el Chinatown madrileño

Desde China a la vanguardia arquitectónica pasando por un puñado de restaurantes de altura, nos vamos de ruta por el madrileño distrito de Usera

Madrid más allá de la almendra también es Madrid. Foto: César Lucas Abreu | Madrid Destino.

El distrito de Usera es conocido por albergar a la comunidad china de Madrid: aquí se concentra la mayor cantidad de nacionales de ese lejano país. También de sus descendientes, algunos ya de tercera generación. En torno a las calles Marcelo Usera, Dolores Barranco y Antonio López están muchos de sus negocios, que no son solo restaurantes y bazares. Pero, más allá de la cultura oriental, este distrito ofrece muchos otros entretenimientos para todos los gustos.

Quien haya estado en ciudades como Nueva York, San Francisco o Londres, con sus peculiares barrios de Chinatown, probablemente no se sorprenderá de la estética imperante en muchas de las calles de Usera. Las tiendas muestran aquí una cartelería escrita en mandarín (a veces solo en mandarín) y los colores y típicos faroles chinos que actúan como llamativo reclamo.

Pero no deja de ser peculiar que una ciudad como Madrid, cuya relación con el gran gigante asiático es relativamente reciente, pueda ya presumir de un barrio chino tan amplio y diverso. Lo cierto es que el desembarco de esa comunidad asiática en Usera comenzó a finales del siglo XX, desplazada desde Lavapiés, el barrio chino “originario”, como consecuencia de la gentrificación que ya empezaba a experimentar aquella zona de Madrid.

Celebración del Año Nuevo Chino en Usera. Lukasz Michalak | Madrid Destino.

Chinatown madrileño

Viéndolo con perspectiva, era lógica la llegada masiva de la comunidad china a Usera, un distrito relativamente cercano al centro, con fácil acceso a algunas de sus principales vías de comunicación (fundamentalmente la M-30 y la autovía A-42) y con unos locales y viviendas que, entonces, aún eran bastante asequibles de precio.

Tan bien se han adaptado las familias chinas a la vida en esta zona que hasta han marcado en rojo la celebración del Año Nuevo Chino en la agenda festiva no solo de Usera, sino del resto de la ciudad.

Entre los meses de enero y febrero, coincidiendo con la segunda luna nueva tras el solsticio de invierno, los dragones y los farolillos chinos toman la calle principal del barrio (Marcelo Usera), en una cabalgata que atrae hasta aquí a miles de visitantes. Es solo el acto central de otras muchas y coloristas manifestaciones festivas que se extiende por buena parte del distrito.

De los primeros negocios que montaron los primeros chinos usereños (restaurantes de barrio, bazares y algún supermercado de productos orientales) se ha pasado en un periodo relativamente corto tiempo a una oferta bastante más sofisticada, que va de la restauración a la belleza (peluquerías, cuidado de uñas, perfumerías…), centros de ocio e, incluso, un karaoke de lo más peculiar.

La comunidad china ha traído sus tradiciones al barrio de Usera. Foto: Lukasz Michalak | Madrid Destino.

Junto a estos locales, en un auténtico modelo de convivencia, en Usera sobreviven varios negocios de toda la vida, incluso con acento cañí, y alguna que otra propuesta de ultramar. Es el caso de los restaurantes peruanos, ecuatorianos y venezolanos que están abriendo en los últimos años, reflejo también de la creciente comunidad latinoamericana que vive en la zona.

Guía para comer en el Chinatown madrileño

Si de comer bien en Usera hablamos, el primer lugar que hay que mencionar es Royal Cantonés (Olvido, 92). Un pionero en esa cocina regional en Madrid, con una carta variada y de gran calidad, que lo mantiene en las listas de los mejores restaurantes chinos de la ciudad desde hace muchos años.

Si es la primera vez que se viene, conviene probar su amplia variedad de dim sums y su combinado de asados cantoneses. Si ya se han probado las delicias cantonesas, entonces convendría adentrarse en la delicadeza de las cazuelas, entre las que la de tendones de ternera y la de berenjenas con carne triunfan por derecho propio.

Foto: Royal Cantonés.

Bastante más moderno en concepto es Mr Doulau (Olvido, 46), hasta el punto de que la carta se lee en una tablet y es a través de ella como se hace el pedido.

Una carta que, por otro lado, tampoco es muy complicada: al tratarse de un restaurante de hot pot (olla caliente), se elige uno o más tipos de caldo (que hierven en la propia mesa, gracias a una placa de inducción) donde cada comensal cuece su selección de ingredientes crudos a base de carne, pescado, mariscos, verduras, setas…

Foto: Mr Doulau.

Quien después de esta inmersión en las cocinas de China quiera seguir experimentando en sus ingredientes y sabores debería entrar en el supermercado Lucheng (Nicolás Sánchez, 58), uno de los más surtidos y auténticos de la ciudad y con bastantes productos inimaginables en España. No solo de origen chino, también de otras culinarias asiáticas.

Como orientación, dedican un amplio espacio a las chuches y a los helados chinos, además de algas, tofus y bebidas. Y, por supuesto, todo tipo de especias, saborizantes, salsas, fideos, arroces y conservas.

Como broche a esta inmersión oriental, se pude visitar, mejor si es en grupo, el karaoke KTV (Dolores Barranco, 50), con salas privadas que se alquilan por tiempos limitado y que están decoradas de una forma un tanto kitsch pero, en cualquier caso, muy divertida.

Además de bazares hay supermercados bien surtidos de productos chinos. Foto: Madrid Destino.

Aunque tienen una selección de canciones occidentales, lo cierto es que es uno de los lugares favoritos entre los jóvenes de origen chino, así que, por si acaso, lo mejor es llevarse un pendrive con las canciones que quiera interpretar cada uno.

Con acento cañí

Pero, como ya hemos mencionado, Usera sigue manteniendo buena parte de su cultura pre oriental. Sobreviven locales “de toda la vida” como Casa Ciri, restaurante de vermú, azulejos, vigilante cabeza de toro disecada y sobremesas de partida de cartas.

Muchos vienen aquí para el aperitivo del fin de semana y luego se quedan a comer su cocido madrileño o sus raciones, como la fritura de pescado.

Junto a los negocios chinos conviven ‘los de toda la vida’ como Casa Ciri.

Un concepto también popular, pero algo más actualizado, es el de la Taberna Sacromonte, pequeño local atestado de botellas de vino, que van más allá del consabido trinomio Rueda-Rioja-Ribera del Duero. De hecho, su carta vinera se adentra en el pujante mundo de los jereces y de otras denominaciones de origen nacionales menos conocidas.

En cuanto a la carta, imperan los sabores del sur del país, siempre con algún guiño actual, como el uso del aguacate en alguna de sus tostas y raciones.

Otra referencia gastronómica clásica en el distrito son los restaurantes Feito. El primero y originario está en la calle Amparo Usera, 18 y desde hace años es uno de los favoritos entre los vecinos de la zona para celebraciones no muy numerosas, el aperitivo o las comidas y cenas de fin de semana.

Foto: Taberna Sacromonte.

Se entiende esta predilección por la variedad de cervezas y vinos y por una carta bastante elaborada, incluso original, a base de buen producto de temporada. Pero, sobre todo, se comprende por un servicio eficaz y cercano que mejora siempre la experiencia culinaria.

Este restaurante tiene otras dos delegaciones (Taperia Feito Río y Salita Feito Río) junto a Madrid Río, el gran proyecto de cubrición de la antigua M-30 y su transformación en una inmensa zona verde, que tanta vida ha dado a los barrios ribereños al Manzanares, incluido Usera.

Madrid Río

A este gran parque se asoma una de las fachadas acristaladas del centro comercial Plaza Río 2, toda una sorpresa cuando llegó a Usera, en 2017, por su vanguardista arquitectura pero, sobre todo, por sus muchas tiendas de moda y complementos de marcas nacionales e internacionales: Armani Exchange, El Ganso, Bimba y Lola, Oysho, Skalpers, Tous o Zara.

Centro Comercial Plaza Rio. Foto: César Lucas Abreu | Madrid Destino.

La parte superior de este centro comercial, con magníficas panorámicas a Matadero, Madrid Río y buena parte del casco histórico de Madrid, la ocupan las terrazas de restaurantes como Five Guys, La Brasserie de Elene o Sultan Palast, que ofrecen, fundamentalmente, cocina internacional sin demasiadas pretensiones.

Arquitectura de vanguardia

Ya que hemos hablado de arquitectura a la última, hay que mencionar la biblioteca pública de Usera José Hierro. Un proyecto firmado por el estudio Herreros que, entre otras obras, presume de firmar el nuevo Museo Munch de Oslo o la estación del AVE de Santiago de Compostela.

Para esta biblioteca, los arquitectos responsables han creado una torre recubierta de planchas de aluminio con siete plantas, cada una dedicada a un uso independiente (salas de lectura, mediateca, hemeroteca, biblioteca infantil…). Todo un referente en una zona caracterizada por anodinos bloques de viviendas y la cercanía a los parques de Olof Palme y Pradolongo.

Biblioteca José Hierro.

Se podría prolongar esta ruta, ya de madrugada, en la Sala Olvido 15, un local de democrática clientela (por edad, gustos y orígenes) que podría decirse es “la discoteca del barrio”.

No solo se escucha aquí música enlatada: lo cierto es que este amplio local, ambientado con un estilo bastante poco habitual en la zona, tiene una amplia programación de conciertos y espectáculos durante la mayor parte del año. Desde luego es un divertido (y movido) colofón a esta visita a Usera que, como vemos, es mucho más que el Chinatown madrileño.

a.
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