Los agricultores valencianos mantienen su negativa al acuerdo con Mercosur por su «devastador impacto»
Las dos principales asociaciones agrarias, La Unió y Ava-Asaja, reclaman la oposición del Gobierno y los eurodiputados españoles

Las dos principales asociaciones agrarias de la Comunidad Valenciana, La Unió Llauradora i Ramadera y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) mantienen su posición contraria al acuerdo entre la Comisión Europea y Mercosur al considerarlo «lesivo» para el campo y los productores y prevén un «devastador impacto».
La Unió considera que el Gobierno de España debería oponerse y no ratificar el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, tal y como ya han expresado Francia y otros países como Polonia, por ser «muy lesivo» para los intereses de numerosos productores de la Comunidad Valenciana con cultivos y producciones muy sensibles.
En el caso de que finalmente salga adelante el acuerdo, la organización reclamará compensaciones a través de un fondo de crisis para aquellos agricultores, ganaderos y productos que resulten más afectados. Y es que un estudio elaborado por LA Unió concluye que la balanza comercial agraria entre los países de Mercosur y España es claramente deficitaria para nuestros intereses en los productos más perjudicados por el acuerdo, pues el déficit en volumen es de más de 240.000 toneladas.
Esta organización subraya que mientras por una parte la Unión Europea refuerza sus exigencias a los productores comunitarios en materia de sostenibilidad, uso de fitosanitarios y bienestar animal, por la otra permitirá la entrada de productos de Mercosur que no cumplen con todos esos estándares.
A la falta de reciprocidad en los estándares fitosanitarios y medioambientales de las importaciones procedentes de países del Mercosur, hay que sumar el «alarmante historial de plagas o enfermedades interceptadas», sobre todo de Brasil, Argentina y Uruguay. Solo en 2024, hasta octubre, se registraron en la UE 99 interceptaciones de plagas en cítricos importados de estos países.
La Unió cree que las cláusulas espejo en acuerdos con terceros países deben realizarse ya y habría que empezar por el acuerdo con Mercosur y que también se consideren los cítricos europeos como producto sensible. Carles Peris, secretario general de La Unió, ha señalado que “los productos que llegan de terceros países deben equipararse a los estándares de producción de la UE, tanto en regulación de fitosanitarios como en normativas de bienestar animal y medioambientales u obligaciones laborales y sociales”.
En el caso concreto de los cítricos, La Unió considera que el acuerdo con Mercosur hundirá la industria europea del zumo que ya domina al 90% un país como Brasil y la situación se extenderá probablemente al precio para la fruta del mercado en fresco.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) mantiene su frontal oposición al tratado por “el devastador impacto que tendrá sobre la agricultura y la ganadería europea, ya que supondrá la entrada con ventajas arancelarias de más importaciones en condiciones de competencia desleal que sustituirán a nuestros productos agrarios, que sí garantizan los máximos estándares de frescura, seguridad fitosanitaria, bienestar animal y sostenibilidad. Además, en vista del elevado número de interceptaciones de plagas y enfermedades que acumulan los cargamentos del Mercosur, esta apertura incrementará el riesgo de introducción de nuevos patógenos que amenazan con destruir nuestras plantaciones”.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que “la CE trata de embaucar a los gobiernos que están en contra del acuerdo, como Francia, Polonia e Italia, incluyendo compromisos de última hora que, viendo los precedentes, serán muy difíciles de cumplir. En primer lugar, dice que habrá reciprocidad entre las producciones europeas y foráneas, pero no se incluye una modificación de los requisitos sanitarios y fitosanitarios a las importaciones».
«También habla de cláusulas de salvaguardia, en caso de incrementarse un 10% los envíos o hundirse un 10% los precios, pero no precisa más y se trata de un mecanismo que requiere demasiadas trabas y tiempo para activarse. Y prevé una reserva de emergencia de 6.300 millones, porque hasta la Comisión es consciente de que perjudicará a sectores como la avicultura, el vacuno, porcino, arroz o cítricos”, ha apuntado.
Pese a todos estos compromisos, Aguado responde: “No nos fiamos de las promesas lanzadas por la CE para minimizar las consecuencias negativas del acuerdo, sobre todo justo después de que haya sacrificado al campo ante las negociaciones sobre los aranceles con Estados Unidos, haya disparado la entrada de importaciones ucranianas y haya recortado el presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC), diluyéndola en un fondo único donde priman otras prioridades».
«No, esta CE no es de fiar porque en las elecciones europeas prometió que volvería a defender a sus productores y luego les ha asestado todas las puñaladas que ha querido”, ha criticado.
En este sentido, AVA-Asaja reitera al Gobierno español y a todos los europarlamentarios españoles a que voten en contra de este tratado “mientras no se apliquen garantías reales y fehacientes que aseguren una reciprocidad total y una rentabilidad digna para los agricultores y ganaderos valencianos».
«Reforzar los vínculos con Iberoamérica es importante, pero no a costa de hundir a nuestros productores y de engañar a nuestros consumidores con importaciones que no son tan seguras y sostenibles”, han concluido.