Estas son las pérdidas que ha tenido Mercadona por el apagón eléctrico
El corte de suministro tuvo un impacto especialmente severo en el sector de la distribución alimentaria, obligando a la retirada masiva de productos

El presidente de Mercadona, Juan Roig, con un supermercado detrás
Mercadona ha cifrado en 15 millones de euros las pérdidas sufridas durante el apagón eléctrico que afectó a España y Portugal el pasado 28 de abril, según ha adelantado el diario FRS. La falta de información y la imposibilidad de garantizar la cadena de frío hicieron inviable la donación de estos alimentos, lo que agravó el balance de daños.
La cadena valenciana, líder del sector en la península, logró evitar un golpe aún mayor gracias a la rápida actuación de sus empleados, que pusieron en marcha generadores eléctricos para mantener operativas las tiendas y minimizar la pérdida de stock.
Sin embargo, la magnitud del apagón y la caída de las comunicaciones impidieron salvar una parte significativa de los productos perecederos, lo que se tradujo en la citada cifra de pérdidas.
Tras la emergencia, los equipos de compras y logística de Mercadona, en colaboración con proveedores, redoblaron esfuerzos para restablecer el suministro y garantizar el abastecimiento en sus más de 1.600 establecimientos en España y Portugal.
Crisis en el sector
El caso de Mercadona es solo la punta del iceberg de una crisis que ha golpeado con fuerza a toda la distribución alimentaria. Según la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), el sector ha sufrido daños por un mínimo de 53 millones de euros, en una primera valoración conservadora.
ASEDAS, que representa al 75% de la distribución alimentaria en España, detalla que la principal causa de las pérdidas ha sido la retirada de productos frescos y congelados, ante la imposibilidad de garantizar la seguridad alimentaria tras la interrupción de la cadena de frío. La donación de estos productos, que en otras circunstancias podría haber mitigado el impacto, resultó inviable por la premura y la falta de información en las horas posteriores al apagón.
El corte eléctrico no solo provocó la pérdida de stock. Las empresas del sector tuvieron que afrontar un esfuerzo logístico extraordinario: transporte adicional, combustible para los grupos electrógenos, costes de retirada de residuos y refuerzo de la seguridad, entre otros gastos.
Todo ello en un contexto de máxima tensión para la cadena alimentaria, que tuvo que adaptarse sobre la marcha para mantener el suministro a la población.
Invertir en prevención
En su nota de prensa, la asociación subraya que la crisis ha puesto de manifiesto la alta dependencia energética del sector, especialmente en lo que respecta a los sistemas de refrigeración, los terminales de punto de venta y las infraestructuras digitales. Desde el sector ellos llevan años reclamando la puesta en marcha de planes de contingencia que permitan garantizar el funcionamiento de supermercados y plataformas logísticas en situaciones de emergencia, evitando que incidentes como el reciente apagón pongan en riesgo la viabilidad operativa y económica de las empresas.
Ignacio García Magarzo, director general, ha recordado que la distribución alimentaria en España ha demostrado su fortaleza en crisis recientes como la pandemia, la huelga de transporte o fenómenos meteorológicos extremos. Pero el apagón ha evidenciado la necesidad urgente de contar con mecanismos de protección real y automática para este sector estratégico, con el objetivo de garantizar el abastecimiento a la población y proteger la actividad económica.