Ximo Puig desafía a Compromís: impondrá las megaplantas fotovoltaicas en suelo

El presidente de la Generalitat quiere desarmar con un informe de la UPV a Compromís para desencallar los 8.000 millones de inversión que se perderán el 25 de enero si la parte del gobierno que no es del PSOE continúa con su bloqueo a la fotovoltaica

El ascenso de PP y Vox en la CV dejaría a Puig con un solo escaño de ventaja. En la imagen, el president de la Generalitat, Ximo Puig. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

En la imagen, el president de la Generalitat, Ximo Puig. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

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“Garantizo yo que los expedientes saldrán adelante». Así de contundente se mostró el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ante la evidente disputa que hay entre el apoyo a la renovables por parte del PSOE valenciano frente al continuo torpedeo y retraso burocrático del ala del gobierno de Compromís. La decisión de Puig implica pasar por encima del Pacto del Botánico imponiendo su postura tanto en sus competencias como en las de su adversario y compañero de gobierno.  

“El autoconsumo y las comunidades energéticas son fundamentales, pero es necesario tener plantas más grandes fotovoltaicas y eólicas para suministrar la energía que necesitan las ciudades y la industria”, afirmó ayer Puig, lo que supone tumbar la postura de Compromís de apostar por mininstalaciones mientras da un espaldarazo a las megaplantas.

El pacto del Botánico supuso un reparto de competencias en el que la consellería de Transición Ecológica recayó en el bando de Compromís, que es quien emite una de las autorizaciones necesarias para el uso del suelo en una instalación fotovoltaica. Los continuos retrasos protagonizados por la consellería dirigida por Mireia Mollà acabaron con su cese el pasado 25 de octubre.  

El motivo fue su oposición a las renovables y, de paso, se cortó políticamente la cabeza a la hija de Pascual Mollà, fundador de Iniciativa del Poble Valencià, una de las ramas fundadoras de Compromís, cuya cabeza visible fue Mónica Oltra, que dimitió el 21 de junio.  

Al margen de la repercursión política que ha tenido el enfrentamiento entre PSOE y Compromís por las renovables, la cuestión económica se centra en que el 25 de enero es la fecha límite para que las solicitudes de instalaciones de parques fotovoltaicos en suelo tengan todos los permisos. Si no se logra este hito, se pierden los derechos de conexión y los avales.  En datos, hay en juego 400 millones en avales para una inversión del entorno de 8.000 millones de euros que desplegarían una potencia de 10.000 MW.  

Mientras tanto, el torpedeo de Compromís continúa. La semana pasada empezó una campaña para promocionar la instalación de placas fotovoltaicas en los tejados. Empresarios del sector consultados aseguran que las energía solar en las viviendas alcanzará, como máximo, el 5% de la capacidad de generación de energía verde necesaria mientras la pugna está entre utilizar el suelo disponible o renunciar a ser una potencia energética. «Tenemos capacidad para instalar fotovoltaica y es desesperante que hasta para parques pequeños de 2 o 3 MW pongan problemas a los inversores», advierten desde el sector industrial valenciano de energía fotovoltaica.

«Es desesperante que hasta para parques pequeños de 2 o 3 MW pongan problemas a los inversores»

El último episodio de torpedeo se vivió en el Ayuntamiento de Sagunto, que atacó la instalación fotovoltaica que forma parte del acuerdo entre la Generalitat, Iberdrola y Volkswagen para el desarrollo de la gigafactoría de baterías.  Ayer Portugal anunció que reducirá la burocracia para las inversiones verdes e Iberdrola comunicó que destinará 3.000 millones a la instalación de placas fotovoltaicas en suelo luso.

Puig se muestra inflexible: Rechaza debatir y se basará en datos de la UPV

Ximo Puig descartó ayer que hubiera margen para continuar con el debate. “Ahora, en este momento, no tiene sentido hablar si renovable sí o no, es sí o sí”, aseguró mientras apostaba por “un pacto por la energía que nos de soberanía energética y que descarbonice porque no hay un planeta B y no hay alternativa”. De hecho, la idea de Ximo Puig es pasar de «ser una comunidad que importa mucha energía a exportar energía». Para ello, dijo que es clave el hidrógeno verde. La refinería de BP en Castellón ya ha anunciado que a partir de 2030 quiere exportar hidrógeno a Alemania

Lo más conciliador del líder socialista fue aceptar que «puede haber miradas diferentes en un momento determinado” pero sentenció que hay un «objetivo común» y una única solución, que es la suya.  

El argumento, tal y como adelantó Ximo Puig, está en manos de un informe de la UPV que quiere imponer en reuniones que se celebrarán las próximas semanas. “Yo pedí un informe a la UPV que ya está finalizado y antes de final de año tendremos una reunión”, anunció.  

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