Caixabank encaja otro bloqueo en Portugal

El banco pospone la votación decisiva sobre los vetos hasta el 6 de septiembre por la amenaza de impugnación del primer accionista portugués

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La batalla de Caixabank en Portugal está siendo muy dura, y está cogiendo tonos cada vez más dramáticos. La agonía del banco catalán para controlar BPI se alargará, al menos, un mes y medio más de lo previsto. Este viernes era el día D, en el que la opa debía recibir su espaldarazo definitivo, pero Caixabank tendrá que esperar.  

El banco que dirige Gonzalo Gortázar ha pedido la suspensión de la votación para eliminar los límites de voto. Ésta era, y es, una condición sine qua non para que la oferta prospere, por lo que un sí de la junta extraordinaria de este viernes era vital, pero la entidad ha tenido que echar el freno obligado por un minoritario.

Como si no tuviera suficiente Gortázar con Isabel dos Santos, segunda accionista de BPI, que se ha dedicado a bloquear los movimientos de Caixabank, al banco español le ha salido otro enemigo. Es Tiago Violas Ferreira, un inversor que, con el 2,4% del banco, es su primer accionista portugués.  
 
Los movimientos de Violas Ferreira  

Violas Ferreira se ha mostrado públicamente contrario a la toma de control de BPI por parte de la entidad española, y ha pedido cambios en los estatutos para impedirlo. Por ello, anunció que votaría contra los intereses del primer accionista de la entidad, oponiéndose a levantar los vetos.

Pero no lo ha hecho. Viendo que tenía las de perder, ya que el a levantar los límites de voto tenía muchas probabilidades, ha optado por bloquear la decisión, que se pospondrá hasta el 6 de septiembre.

Según informa la prensa portuguesa, en la junta extraordinaria de este viernes, el inversor ha presentado una medida cautelar para bloquear la votación más importante de la junta. De hecho, la más importante en muchos años para el banco.  

Antes de que prosperara la petición de Violas Ferreira, y por si pudiera comprometer los resultados de la votación a posteriori, Caixabank ha preferido pedir a BPI suspender la junta durante 45 días, para que se aclare si la votación puede hacerse.  

La segunda opa, pendiente

Caixabank es el primer accionista de BPI con más del 45% de las acciones. En abril presentó su segunda opa en un año para superar el 50% y tomar el control del banco luso, pero el levantamiento de los vetos era una condición indispensable para el lanzamiento definitivo de la oferta, a 1,113 euros por acción.

Con los vetos actuales, ningún accionista puede votar por más del 20%, con lo que uno o varios accionistas pueden bloquear los movimientos del mayoritario, como ha pasado con Isabel Dos Santos, que bloqueó la primera opa de Caixabank y la solución propuesta para su alta exposición en Angola. Dos bloqueos a los que ahora se suma el de Violas Ferreira.

En la junta de este viernes, los accionistas iban a votar por su volumen real de acciones, por lo que el banco español tenía buena parte del recorrido hecho. Con el 45% del accionariado, sólo necesitaba un 21% más. Pero tendrá que esperar hasta septiembre. 

Xavier Alegret

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