Mas echa finalmente a Acciona de las aguas catalanas

El Govern aplica dos años después las resoluciones judiciales en su contra y admite que dejó ATLL en manos de una compañía que no cumplía con las condiciones del concurso

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Acciona ha perdido la concesión más importante que se ha realizado en Cataluña en los últimos cinco años: la gestión de Aigües Ter Llobregat (ATLL). El Govern de Artur Mas ha esperado casi una semana para anunciar que admite finalmente los fallos que existieron en la adjudicación.

No es un escenario deseado para el Ejecutivo. De hecho, Mas lleva dos años resistiéndose a cumplir con los mandatos judiciales.

Varapalos judiciales

El primero de ellos llegó el 2 de enero de 2013 y estaba firmado por el órgano mediador de la contratación pública en Cataluña, el actual Tribunal Català de Recursos Contractuals (antes Oarcc). Las resoluciones de la institución presidida por Juan Antonio Gallo son de obligado cumplimiento. Así lo dice la legislación europea, que regula sus competencias. Pero Mas, con el consejero de Economia, Andreu Mas-Colell, a su lado, hizo oídos sordos al documento y lo recurrió ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC).

La Generalitat pidió a la máxima institución judicial catalana que le permitiera dejar a Acciona al frente de la concesión como medida cautelar. El TSJC la rechazó en marzo de 2013. Mas pasó de nuevo de esta resolución y llamó a la puerta del Tribunal Supremo.

Tampoco tuvo suerte ante el Alto Tribunal. La sala de lo contencioso-administrativo del Supremo declinó aplicar las medidas cautelares por primera vez a finales del pasado octubre y, ante la inmovilidad del Govern, subió de tono en una segunda resolución con fecha 3 de diciembre en la que señala directamente al Ejecutivo catalán como culpable del fiasco de la adjudicación por su negativa a hacer caso a los mandatos judiciales.

Mesa de contratación

Sin otra salida, el responsable de Territori, Santi Vila, movió ficha. Anunció el pasado sábado la creación de una nueva mesa de contratación con el objetivo de cumplir con los mandatos judiciales. Pero las anomalías que rodean la concesión de ATLL han llevado a que el organismo no se haya constituido formalmente. De hecho, su presidencia la ocupa la misma persona que firmó el 27 de diciembre de 2012 el contrato con Acciona, el secretario del departamento de Territori, Pau Villòria.

La concesión ha abierto una herida en el seno del Govern de Artur Mas y las discrepancias entre los implicados –Vila por un lado y Mas-Colell por el otro, con el apoyo de parte de los servicios jurídicos públicos– han dilatado la creación de este órgano de contratación.

El trámite burocrático se ha completado este viernes por la mañana. Hasta ahora, Vila estaba de manos atadas porque los abogados de la Generalitat no daban su bendición al documento. Otro elemento extraño si se tiene en cuenta que se trata de un escrito calcado todos los que se usan en cualquier otro procedimiento de licitación pública.

Mas toma la vía directa

Las espadas aún están en alto en el Ejecutivo catalán, pero Mas ha optado de nuevo por la vía directa. Apoya a Vila en su valoración de que las implicaciones legales de seguir enrocado ante esta concesión pesan, indican fuentes de su entorno.

La mesa se ha creado formalmente. Ahora, sólo se debe pactar una fecha para celebrar la primera reunión.

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