Cajamar diversifica sus ingresos: colaboraciones y comisiones frente a la caída del margen de intereses
El banco cooperativo ha logrado un incremento del 6,9% en su beneficio neto también gracias a su presencia en fondos de inversión y servicios financieros
Fachada del edificio de Cajamar. Imagen: Cajamar
El Grupo Cooperativo Cajamar ha presentado sus resultados correspondientes al tercer trimestre de 2025, destacando un incremento del 6,9% en su beneficio neto, que ha alcanzado los 263 millones de euros. Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por un aumento en las comisiones y los resultados obtenidos de sus negocios conjuntos, en un contexto en el que el margen de intereses ha mostrado una caída notable.
El margen de intereses es un indicador clave para la rentabilidad de los bancos, que mide la diferencia entre los ingresos generados por los préstamos y los intereses pagados por los depósitos. En el caso de Cajamar, este indicador ha experimentado una caída interanual del 12,5%, lo que ha afectado negativamente a su rentabilidad tradicional.
La disminución del margen de intereses se debe principalmente a la continua presión de un entorno económico que, aunque en recuperación, sigue arrastrando tasas de interés relativamente bajas, lo que limita los ingresos derivados de los préstamos.
Este retroceso, sin embargo, ha sido contrarrestado por otras líneas de ingresos. Las comisiones generadas por la oferta de productos y servicios a los clientes han aumentado un 8,2%. Este tipo de negocio ha cobrado cada vez más relevancia para el banco, en línea con una tendencia generalizada en la industria financiera, que busca alternativas al modelo tradicional basado en los márgenes de interés.
Comisiones y negocios conjuntos
La diversificación de fuentes de ingresos ha sido uno de los principales focos de la estrategia de Cajamar en los últimos trimestres. Las comisiones provienen de varios servicios que ofrece el banco, como la gestión de fondos de inversión, productos de ahorro y otros servicios financieros a clientes tanto particulares como empresas. Este aumento refleja una tendencia a posicionarse como un proveedor de servicios integrales, no solo como un intermediario de crédito.
A su vez, los resultados de negocios conjuntos han crecido un 11,5%, lo que también ha contribuido al resultado global. Estos resultados provienen de la participación en proyectos financieros compartidos, como fondos de inversión o productos financieros colaborativos con otras entidades.
Este tipo de negocio permite al banco generar ingresos de manera conjunta con otros actores del sector, lo que reduce la exposición a los riesgos que suponen las fluctuaciones en los tipos de interés y diversifica su modelo de ingresos.
Tasa de morosidad y otros recursos
La tasa de morosidad del Grupo Cajamar, por otro lado, se sitúa en 1,76%, lo que supone una mejora respecto al 2,06% registrado en el mismo trimestre del año anterior. Este indicador refleja el porcentaje de los créditos impagos sobre el total de la cartera de préstamos.
Una tasa baja como la de la entidad almeriense muestra una buena calidad en la cartera crediticia, ya que implica menos riesgo de impagos. Además, el banco ha aumentado su tasa de cobertura de la morosidad, alcanzando el 85,5%, lo que indica que tiene provisiones suficientes para cubrir los préstamos dudosos.
El banco también ha mostrado un crecimiento en los recursos gestionados. Los minoristas han aumentado un 9,9%, impulsados principalmente por los productos fuera de balance (como los fondos de inversión y los seguros), que han crecido un 24,9%.
Este crecimiento en los recursos gestionados se ha visto especialmente reflejado en el incremento de los fondos de inversión, que han aumentado un 36,5%. Este aumento es notablemente superior a la media sectorial, que se sitúa en el 12,7%, lo que coloca a Cajamar en una posición favorable frente a otras entidades del sector bancario.
Solvencia
En cuanto a su solvencia, el banco ha mantenido una posición sólida, con un coeficiente de 16,4% y un CET1 del 14,2%. Estos dos indicadores son significativos para evaluar la capacidad del banco para afrontar posibles pérdidas.
El coeficiente de solvencia mide la relación entre los fondos propios del banco y los activos ponderados por riesgo. Cuanto más alto sea este ratio, más capacidad tiene el banco para soportar pérdidas sin poner en riesgo su estabilidad. En este caso, un coeficiente del 16,4% refleja una posición relativamente cómoda respecto a los requisitos regulatorios, aunque no es el único indicador de fortaleza.
Por su parte, el CET1 (Common Equity Tier 1) es una medida más estricta que se centra en los fondos propios más sólidos del banco, como el capital social. El porcentaje alcanzado por Cajamar sugiere que sigue cumpliendo con los requisitos regulatorios del Banco Central Europeo (BCE) para la solvencia de las entidades financieras.