El pan de Mercadona de trigo espelta, un cereal con múltiples beneficios

La cadena valenciana promociona el pan de trigo espelta, reconocido por sus propiedades beneficiosas para el cuerpo humano

Foto: Ant Rozetsky

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Antes acudir a la panadería era un trámite que se solventaba rápido. Llegabas al mostrador, pedías una barra de pan y te entregaban prácticamente la única que producían: marca de la casa pero sin capacidad de decisión. Ahora el sector ha evolucionado por completo y cada vez son más los establecimientos que han abierto para vender panes de masa madre, hogazas de cereales, integrales e incluso con sabor a queso.

Las cadenas de supermercados también se han sumado a esta estrategia, con el objetivo de competir de tú a tú con las panaderías de los barrios. Ahora, cualquier gran compañía que se precie tiene su propia sección dedicada al pan con una infinidad de productos dirigidos a todos los públicos, incluidos los celíacos. Los hornos para preparar las barras están integrados en las tiendas y las máquinas para elegir el tipo de corte al alcance de todos los usuarios.

Mercadona es una de las compañías que más ha invertido en esta imagen de panadería completa. La cadena valenciana se ha hecho grande gracias al éxito de algunos de sus productos como el pan de trigo espelta, una nueva variedad con la que ha conquistado a los amantes de la gastronomía. La barra tiene un precio económico de 1,25 euros y pesa aproximadamente 270 gramos.

Imagen promocional del pan de trigo espelta de Mercadona


El pan de espelta de Mercadona triunfa por sus propiedades digestivas y nutricionales

El éxito está en el uso del trigo espelta, uno de los productos tradicionales de la gastronomía árabe que había quedado relegado a un segundo plano en el sector de la panadería. Ahora, el desarrollo de la agricultura ecológica y la apuesta por el cuidado del cuerpo lo han colocado en su sitio de nuevo.

La espelta cuenta con muchas virtudes, por eso se ha utilizado tradicionalmente en las grandes civilizaciones como el antiguo Egipto, pero también en China o la Edad Media. El principal es su poder energético: contiene innumerables vitaminas y minerales que refuerzan nuestro metabolismo.

Es un producto que favorece la digestión, ayuda a prevenir enfermedades del corazón o la diabetes y que no engorda. Su capacidad desintoxicante es uno de los grandes puntos de diferencia con el trigo convencional del que habitualmente se hace el pan en las sociedades occidentales.

Entre sus propiedades, se encuentra también su capacidad para reparar los tejidos del cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico. E incluso sirve para aliviar en la medida de lo posible los dolores de cabeza porque contiene riboflavina. Un completo, que explica su éxito en los supermercados españoles.

Economía Digital

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