David Madí terminó con 14 años de beneficios de Aigües de Catalunya

El sueldo de Madí y su número dos, otro ex de Convergència, disparó los gastos de la filial catalana de Aguas de Valencia y la llevó a pérdidas en 2019

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Aguas de Valencia es un gigante en la región que factura 324 millones de euros y en 2018, último año con los resultados consolidados publicados, ganó más de 32 millones. Pero su filial catalana se ha salido del buen camino de los beneficios tras 14 años consecutivos ganando dinero. Fue justamente el primer año de David Madí, y no por casualidad.

El empresario catalán conocido por sus vínculos con la Convergència de Jordi Pujol y, sobre todo, Artur Mas, y últimamente con el independentismo hacia el que ha virado buena parte de este partido, fue detenido este miércoles por la Guardia Civil en el marco de una operación sobre el presunto desvío de fondos públicos para el procés.

Durante el operativo, la Guardia Civil acudió, junto con Madí, a la sede de Companyia General d’Aigües de Catalunya, en el Paseo de Gracia de Barcelona. El motivo no fue, a priori, la implicación de esta empresa, filial de Aguas de Valencia, en la trama, sino exclusivamente la de su presidente.

David Madí nombró consejero delegado a un ex de CDC y sus sueldos provocaron las pérdidas de Aigües de Catalunya en 2018

Eugenio Calabuig, propietario de Aguas de Valencia y vinculado al PP en la Comunidad Valenciana, confió en noviembre de 2018 en David Madí para presidir su filial en Cataluña. El nombramiento sorprendió por la proximidad de este último con el independentismo.

Ya entonces se le vinculaba con la consulta del 9-N impulsada por Artur Mas, el gran valedor de Madí, pero no dejaba de ser un hombre de negocios aparentemente hábil con buenas conexiones políticas, por lo que en este aspecto, el encaje con Calabuig era evidente.

El sueldo de Madí y Pifarré y las pérdidas de Aigües de Catalunya

Lo que de momento sí parece cuestionable es su buen mando en los negocios. Y es que con su aterrizaje, llegaron también los números rojos, algo que no sucedía en Aigües de Catalunya desde 2004. La causa principal fue el sueldo de más de 320.000 euros que se asignó Madí para él y para su número dos, otro ex de Convegència al que nomró consejero delegado.

La filial catalana de la primera compañía de aguas valenciana pasó de ganar 590.000 euros en 2018 a perder 38.000 el año pasado. En la última década acumulaba ganancias de 4,5 millones de euros. Y eso que mejoró ligeramente la facturación, hasta los 17,75 millones, medio millón más.

Lo que llevó a Aigües de Catalunya a pérdidas fue el incremento de los gastos, en especial los de personal, de 5,58 a 6,04 millones de euros. La empresa también incrementó en unos 200.000 euros otros gastos. Echando un ojo a la plantilla, de 162 personas a cierre de 2019, solo se incrementó en dos personas de media con respecto a 2018: David Madí y Marc Pifarré, su consejero delegado.

David Madí, en un acto de Aigües de Catalunya, de la que es presidente. /ED

En la memoria del ejercicio 2019, la empresa explica que la retribución del consejo de administración pasó de 0 en 2017 a 327.000 euros en 2019 porque hasta la llegada de Madí y Pifarré, sus miembros no cobraban. De hecho, los vocales siguen sin percibir ninguna remuneración y solo los dos que forman parte de la alta dirección son los que perciben esa cantidad.

Este cambio tiene que ver con el giro que le dio el nuevo presidente a esta modesta empresa de aguas, presente en 21 municipios medianos y pequeños como Tortosa, Altafulla y Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) y Begur (Girona). Hasta noviembre de 2018, el presidente no ejecutivo era el consejero delegado de Aguas de Valencia, cargo por el que sí cobra de la matriz.

El consejero delegado de Aigües de Catalunya era Manuel Ayza, directivo histórico de Aguas de Valencia, que llevaba 11 años en el cargo pero que percibía su remuneración también de la matriz.

Los movimientos de Madí en la filial de Aguas de Valencia

Una de las primeras cosas que hizo Madí al llegar es fichar a un consejero delegado externo al grupo valenciano. Pensó en Marc Pifarré, ingeniero vinculado a Convergència: fue presidente de las juventudes del partido (la JNC), miembro del Consell Nacional del partido y secretario general de la Associació Catalana de Municipis durante siete años.

Otra cosa que hace es trasladar la sede social de Aigües de Catalunya, que estaba en Tortosa, a Barcelona. Y no a cualquier sitio: al Paseo de Gracia, a escasos metros de donde Madí tiene su despacho profesional, domicilio de varias de sus empresas.

Su gestión de la filial catalana del grupo de Calabuig tuvo unos primeros 22 meses discretos pero lleva un octubre más que movido. El mes que termina con la sede registrada empezó con el polémico nombramiento de un consejo asesor con algunos expolíticos y personalidades cercanas al independentismo.

Madí nombró a Joan Puigcercós, que fue presidente de ERC y consejero de la Generalitat, presidente del consejo asesor, del que también forman parte el economista Oriol Amat, exdiputado de JxCat, y los directivos vinculados al soberanismo Enric Pérez Mas y Joaquim Coello.

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