Joaquim Triadú ordenará los negocios de Jaume Roures

El exconsejero de la Generalitat será el responsable del cumplimiento normativo de Mediapro y reportará directamente al consejo de administración

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Joaquim Triadú entra por la puerta grande de Mediapro. El ex alto cargo de la Generalitat será una pieza clave dentro del engranaje del grupo, después de ser designado corporate compliance officer (CCO), cargo desde el que controlará todos los movimientos de la empresa, que actualmente se encuentra en un proceso de posible venta.

Triadú, que tendrá competencia sobre todas las sociedades y unidades de negocio en todas las sedes del grupo, cuenta con una dilatada experiencia en el sector público. Estuvo ligado a la Generalitat durante la presidencia de Jordi Pujol, de quien llegó a ser consejero de presidencia. En el sector privado, ha ocupado puestos de responsabilidad en empresas reconocidas como Garrigues (2001-2010) y en la consultora internacional PwC.

Con esta modificación del organigrama de Mediapro, el exconsejero influirá directamente sobre decisiones clave. Entre ellas, la detección de las conductas irregulares y los incumplimientos normativos. Además, implementará las políticas de información, actualizará el código de conducta  y gestionará el canal de denuncias e investigaciones internas.

En venta

Mediapro tiene actualmente sobre la mesa diez ofertas para la compra de un paquete mayoritario de acciones, que valoran la compañía entre 2.000 y 2.500 millones de euros. Un movimiento que, de llevarse a cabo, podría provocar la pérdida de control de sus fundadores y mayores accionistas, Jaume Roures y Tatxo Benet.   

Juan Abelló, segundo accionista con el 23%, ha puesto su paquete a la venta. Entre los interesados en comprarlo estan grupos como Vivendi, Alibaba, Wanda, Liberty Media y los fondos Advent y Citic Private Equity Funds.  

No obstante, Lazard y Citigroup, que están asesorando en la venta, están buscando un comprador para el 51%, por lo que con la salida de Abelló no habría suficiente. Los tres fundadores de Mediapro (Roures, Benet y Gerard Romy) tienen un 35%, el gigante de la publicidad WPP, un 23%, y Televisa un 19%.  

Según Reuters, los tres fundadores podrían desprenderse de un 2% cada uno (por tanto un 6%), si hay una buena oferta, con lo que su participación bajaría al 29%. Y algo similar podrían hacer el resto si la valoración llega a los 2.500 millones.

Mediapro es un gigante audiovisual con más de 125 sociedades, que toca todos los ámbitos, desde el cine hasta la publicidad, pasando por la televisión. El grupo cerró 2015 con un volumen de negocio de 1.480 millones y unos beneficios de 141,5 millones.

Economía Digital

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