La agencia de turismo de Andorra también era un agujero negro

El ente público presupuestó mal en 2011 y 2012 y no justificó pagos, alega el Tribunal de Cuentas del Principado

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En pleno ‘caso BPA‘, ha trascendido que una sociedad pública andorrana también presenta graves deficiencias presupuestarias. Andorra Turisme SAU, propiedad del ejecutivo del país pirenaico, presupuestó sin concreción e hizo pagos sin justificar debidamente en 2011 y 2012, los últimos ejercicios analizados por Tribunal de Cuentas del Principado.

Aquel bienio, el ente de promoción turística carecía de «herramientas para conocer al detalle el coste» de las actividades que llevaba a cabo. Lo que es más, en el presupuesto de Andorra Turisme «no figuraban los objetivos del mismo, así como las desviaciones».  

En consecuencia, dice el órgano de control de cuentas, es imposible «hacer evaluaciones de eficiencia y eficacia de las operaciones» de la agencia pública.

Sin justificar

Además de un presupuesto deficiente, Andorra Turisme SAU, cuyo gerente es Betim Budzaku, cometió otras faltas. En 2011, la sociedad pública –que maneja más de 16 millones de euros en 2015—realizó transacciones que «no estaban suficientamente documentadas».

En el mismo sentido, el ente detecta pagos y solicitudes de abonos a embajadas de Andorra «en las cuales no se especifica el destino del importe reclamado». La falta de documentación impide ver «si son pagos que debía hacer [Andorra Turisme SAU]» y si en realidad «los autorizó la dirección de la entidad».

Gerencia

Durante el año de los supuestos errores, el gerente de la agencia Betim Budzaku ingresó 118.570 euros como retribución anual. El mismo ejecutivo firma de puño y letra las alegaciones a los informes que descubren los presuntos gazapos.

Tras el varapalo del Tribunal de Cuentas en 2011, Budzaku aseguró que los fallos en los convenios «ya habían sido regularizados», y que se presentarían las facturas de los pagos a las embajadas. Un año después, el directivo admitió que Andorra Turisme tenía nuevos mecanismos (como encuestas on line o in situ y estudios de mercado) para evaluar el retorno de las inversiones que acometía.

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