La Fiscalía pide cárcel para dos directivos del Hospital de Sant Pau

El escrito acusatorio pide tres años de prisión para el ex delegado de la Generalitat en Madrid, José Ignacio Cuervo

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La investigación por contratos ficticios de directivos en el Hospital Sant Pau llega a su fin. Tras meses de pesquisas, el caso ha quedado reducido en dos directivos: el ex delegado de la Generalitat en Madrid, José Ignacio Cuervo, que fichó por la cúpula del centro médico; y el ex gerente de la institución, Jordi Varela, que movió los hilos para su contratación. La Fiscalía ha pedido tres y dos años de cárcel respectivamente para cada uno en un escrito hecho público este miércoles.

En el escrito, apunta que ambos realizaron un delito de estafa por funcionario, el primero en calidad de autor y el segundo de cooperador necesario. También les solicita una responsabilidad civil de 47.000 euros.

La contratación

El fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled apunta que Cuervo fue contratado a finales de 2010 por el Hospital de Sant Pau –en concreto, la fundación de gestión–. Posteriormente, se solicitó al Institut Català de la Salud (ICS) que cubriese la nómina del nuevo directivo sin que la institución pública tuviese conocimiento de que ya percibía su salario. El escrito señala que ambos acusados generaron «engañosamente» la apariencia de que la única alternativa posible era que la institución de origen, el ICS, asumiera la retribución.

La situación se volvió aún más rocambolesca cuando Cuervo fue contratado al poco tiempo –junio 2011– por otro organismo del Hospital Sant Pau –su fundación privada–. Tampoco notificó este hecho. «abunda en el dolo de ocultación por parte del acusado Cuervo respecto del ICS y contribuyó de hecho a prolongar el engaño a este ente público», dice el fiscal.

Percepciones

Las percepciones económicas de Cuervo se doblaron gracias a esta estrategia en 2011. Ese año, cobró 60.000 euros del ICS, 25.000 de la fundación de gestión y otros 25.000 de la fundación privada. En 2012, siguió percibiendo 60.000 euros del ICS aunque ya no trabajaba para la fundación de gestión –a medio ejercicio se incorporó al equipo directivo del ente pública–. Además, también percibió 8.300 euros de la fundación privada.

Estos hechos se deben enmarcar en un momento de crisis económica –y recortes sanitarios– que afectó de lleno al centro sanitario. El Hospital de Sant Pau se ha visto afectado por tensiones de tesorería graves, que ha puesto en pie de guerra a los trabajadores por los numerosos retrasos en las nómicas. De hecho, el año pasado se detectó un agujero en sus cuentas de casi 50 millones de euros. La situación se ha hecho tan insostenible en los últimos meses que la junta en bloque se vio obligada a dimitir. 

Motivos

Sánchez Ulled apunta que Cuervo se sirvió de su condición de funcionario y de sus cargos políticos anteriores –también fue edil en el Ayuntamiento de Barcelona con el PSC–.

¿No obstante qué ganaba Jordi Varela con todo esto? El fiscal indica: «Evidentemente, el Hospital de Sant Pau resultaba favorecido puesto que podía disponer de un profesional de élite aportando menos dinero pues trasladaba parte del gasto al ICS. Y Cuervo también salía favorecido, y es precisamente lo que pretendía, pues durante un tiempo doblaba su retribución al tiempo que se mantenía como funcionario».

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