Masmovil salta al mercado continuo con síntomas de burbuja

Los informes del MAB alertan de que Masmovil está sobrevalorada y algunos analistas prevén que caiga en su salto al mercado continuo

EFE/Juan Carlos Hidalgo

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Masmovil se convertirá este viernes en la primera compañía en usar el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para lo que, en teoría, fue diseñado: como trampolín hacia el mercado continuo. Es a priori un éxito de una empresa que ha multiplicado por 20 su valor de mercado en cinco años, dejando unos generosos beneficios a sus accionistas, pero su capitalización, de casi 1.200 millones de euros, comparada con sus cifras y su alta deuda, y teniendo en cuenta sus números rojos, han encendido algunas luces de alarma de posible burbuja.

El cuarto operador de telecomunicaciones de España traspasará sus 19,95 millones de acciones al continuo. Cada una vale 58,81 euros, después de subir más del 3% este miércoles, lo que sitúa su valor de mercado en 1.173 millones. Más que suficiente para estar en el continuo, donde supera a decenas de compañías en capitalización. El viernes lo hará, según anunció este miércoles, aunque todavía espera el ok definitivo de la CNMV.

Dará el salto con ciertos síntomas de burbuja. Los inversores han confiado hasta ahora en Masmovil. La mejor prueba es que saldrá del MAB subiendo, aunque este mercado ha vivido ya varias burbujas. Pero no todos lo tienen tan claro. El análisis que hace Morningstar para las compañías del MAB advierte de que la compañía está sobrevalorada en más de un 10%. El examen se fija principalmente en los números de la compañía.

Otros analistas van todavía más lejos. Marc Ribes, de Blackbird, ve claramente una burbuja. Según él, vale menos de un tercio: “Podría cotizar a 20 euros y seguiría estando cara. Es evidente que hay una burbuja y puede pasar por dificultades”. Su análisis se basa en que, pese al crecimiento, Masmovil tiene cash-flow negativo. “Para generar 10 millones con su actividad, tiene que invertir 89 millones, lo que significa que el negocio no es sostenible. Esto no sería un problema para una empresa en crecimiento, el problema es que esto es la bolsa, y buscamos rentabilidad”.

Las debilidades de Masmovil

Masmovil cerró 2016 con una cifra de negocio de 401 millones, el triple que en 2015, aunque sus pérdidas se dispararon hasta los 29 millones de euros por la compra de Yoigo y Pepephone. De hecho, esta operación, que cerró en el último trimestre del año pasado, tuvo mucha incidencia en sus resultados y es la que la está catapultando en la bolsa en los últimos meses, junto con las campanas del continuo. Según los cálculos de Masmovil, añadiendo estas dos operadoras a su perímetro, en 2016 los ingresos habrían superado los 1.120 millones, un 5% más, y su ebitda se situaría en 118,9 millones. Aun así, presentaría pérdidas de 12 millones.

Pese a los números rojos, son cifras algo más positivas, pero aun así, presenta desequilibrios importantes. Su capitalización, que se ha duplicado en los últimos seis meses, multiplica por diez su ebitda conjunto, los 118,9 millones, y por casi 40 el que obtuvo solo Masmovil. Diez veces ya es una ratio considerada bastante alta por el mercado, que descuenta las sinergias y que la suma de las tres operadoras será muy positiva para el grupo que dirige Meinrad Spenger. La capitalización de Telefónica, el líder del sector en España, es tres veces su ebitda. Telefónica tiene 350 millones de clientes, por 4,4 de Masmovil.

Masmovil ha crecido con adquisiciones y tiene una deuda muy alta, advierten los analistas

Otro problema que tiene el cuarto operador español es su deuda. En 2013 tenía unos 5 millones, pero cerró 2016 con una deuda financiera neta de 582 millones de euros, cinco veces su ebitda conjunto. Se trata de una ratio muy alta. Volviendo a la comparación con Telefónica, el gigante español de las telecomunicaciones está obsesionado con reducir su deuda cuando su ratio se sitúa poco por encima de tres.

Para Blackbird, esto es consecuencia de que “ha crecido vía adquisiciones”, lo que le ha dejado “una deuda muy elevada”. El problema es que, junto con un cash flow negativo de 79 millones, “el modelo no es sostenible”. “Con el ritmo de ingresos que tiene, no genera caja para pagar la deuda. O le da la vuelta a los números, recorta gastos y rentabiliza el modelo, o no podrá financiarse”, vaticina.

Xavier Alegret

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