Nissan oficializa el fracaso del modelo que debía salvar Barcelona

La compañía anuncia que dejará de fabricar el Nissan Pulsar en la planta de la Zona Franca tras producir 20.000 unidades al año, el 25% de lo prometido

Un Nissan Pulsar en exposición en el Bangkok International Motor Show. | EFE

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Tras meses de lenta agonía, Nissan dejará de producir el Pulsar. Tres años después de su aterrizaje, el modelo que debía erigirse en la estrella de la planta de la Zona Franca (Barcelona) se marcha por la puerta de atrás. Las cifras siempre estuvieron lejos de las 80.000 unidades prometidas, los costes eran demasiado elevados y el público dio la espalda al modelo. 

Paul Willcox, presidente de Nissan Europa, justifica la decisión por “el cambio en la demanda de los clientes europeos y una nueva tendencia hacia los vehículos eléctricos y crossover”. El adiós ya circulaba en la empresa desde hace meses, como avanzó Economía Digital.

El Pulsar comenzó a fabricarse en Cataluña en 2014, pero su penetración en el mercado fue pobre. Si ya el año pasado se fabricaron apenas 35.000 unidades de las 80.000 previstas, la caída se agudizó con la entrada del nuevo ejercicio. Para el ejercicio 2016-17 –hasta marzo– la producción estimada apenas supera los 20.000 automóviles.

La adjudicación del Pulsar llegó con recortes salariales a cambio de una inversión de 130 millones

La causa del poco éxito fue que su coste de producción era demasiado alto. El modelo sufría una ironía perversa. El hecho de que saliera caro influía en que no tuviera éxito comercial, lo que hacía caer la producción. A su vez, la caída de la producción encarecía los costes y repercutía negativamente en las ventas. La pescadilla que se muerde la cola.

La adjudicación del Pulsar ya llegó rodeada de polémica. Tras medio año de negociaciones con la plantilla en las que incluso tuvo que mediar la Generalitat, se alcanzó un acuerdo para mejorar la competitividad de la planta catalana. Incluía recortes en materia laboral, como rebajas salariales para las nuevas incorporaciones, a cambio de una inversión de 130 millones de euros.

La dirección prometió 1.000 nuevos empleos, como haría también en octubre de 2015 al iniciar la producción de otro modelo, la pick-up Navara. Una semana después de aprobar los recortes, el coche era asignado a Barcelona. Pero el millar de nuevos trabajadores jamás llegó.

La esperanza para mantener a toda la plantilla es la alianza con Mercedes

La baja del Pulsar llegará en junio de la mano de la furgoneta NV200 de combustión para pasajeros, con un volumen inferior y que se dejará de fabricar en julio.

A pesar de la sangría, la cúpula de Nissan confía en mantener el número actual de trabajadores, que ronda los 4.800. La esperanza es la inclusión de un tercer turno en la línea de fabricación del Navara, que compensaría las salidas gracias al incremento de la producción del modelo confeccionado para Mercedes. El aumento dependerá de las ventas hasta el mes de marzo.

Además, la planta de la Zona Franca también comenzará este año a ensamblar una nueva versión eléctrica, con una batería más duradera, de la NV200.

Carles Huguet

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