La huelga del 3-O sólo hace cosquillas a Seat y Nissan

Seat y Nissan se desmarcan del "paro de país", pero la huelga del 3-O logra efectos menores en sus líneas de producción

La fábrica de Seat en Martorell, ahora reconvertida a planta de material médico. EFE

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Seat y Nissan, dos de las principales empresas industriales en Cataluña, se desmarcaron del «paro de país» al que UGT y CCOO se sumaron este lunes, tras rechazar la huelga general convocada por la CGT. Por ello, la mayoría de sus trabajadores acudieron este martes a las fábricas, aunque las ausencias provocan que las líneas funcionen más lentamente y con algunos paros.

La fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona es la que vive la mayor afectación. Según datos de los sindicatos, aproximadamente un 30% de la plantilla del primer turno secundó «la huelga general» y no acudió a su puesto de trabajo. Ello ha supuesto que las líneas no funcionen con el mismo ritmo de producción que en un día laborable cualquiera, por la que la empresa ha decidido resolverlo traspasando plantilla a la línea con más necesidades.

Huelga 3-O: Nissan mueve plantilla de una línea a otra para producir su principal modelo

En concreto, Nissan refuerza la línea 2, que está a plena producción porque produce el Navara, y además empieza a fabricar la pick-up para Mercedes, en detrimento de la línea 1, que fabrica el Navara y la NV200, modelos cuyas necesidades de producción son menores.

La empresa admite que algunos trabajadores están ejerciendo su derecho a huelga, aunque no los cifra, y añade que ha tomado las “medidas necesarias para minimizar el impacto” de la huelga. Los sindicatos prevén que la línea 2 producirá al menos el 80% de lo habitual, mientras que la 1 tendrá un nivel de producción muy bajo.

En la fábrica de Seat en Martorell, la mayor de la industria catalana, el impacto es menor. Los sindicatos cifran el seguimiento de la huelga en menos del 10%, por lo que las tres líneas funcionan en una casi total normalidad. Los sindicatos y la empresa admiten algún pequeño paro, pero no hay más afectaciones.

Xavier Alegret

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