Barcelona después de Colau: ¿llega el fin del dogma climático?

El debate organizado por ECONOMÍA DIGITAL con candidatos para las elecciones de Barcelona rehuyó sorprendentemente las políticas verdes de lucha contra el cambio climático

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Sucedió algo extraño ayer en el Dfactory de Barcelona que hizo que los pájaros dejasen de trinar y se hiciese el silencio en la Zona Franca. Fue unos segundos, durante el debate de candidatos económicos al Ayuntamiento de Barcelona organizado por ECONOMÍA DIGITAL. Hubo un político que dijo “me he equivocado”.

Un político de vuelta, heterodoxo, más o menos ‘outsider’, como Jordi Valls, fichaje de Jaume Collboni y potencial responsable de Economía y Hacienda del consistorio barcelonés si el PSC se hace con la vara de alcalde. Valls aseguró que su partido se había equivocado al aprobar la reserva del 30% de vivienda protegida en BCN, y que ha resultado ser nefasta para la presión habitacional en la ciudad.

La enmienda de los socialistas catalanes a su propia cogestión municipal (2019-2022), así, sin paños calientes – “nos hemos equivocado, hay que reconocerlo, pensamos que funcionaría y nos equivocamos”, aunque forma parte de la campaña de la enajenación consistorial, es un símbolo negro sobre blanco sobre mucho más: la negación de un dogma ideológico colauista que dura desde 2015.

Y quizás sea algo más que eso. Otro detalle. La ‘chapa’ hecatómbica a la que estamos acostumbrados respecto a la emergencia climática y la necesidad de domesticar nuestra demanda ante la escasez brilló ayer por su ausencia durante todo el debate. Con la sola y comprensible excepción de Barcelona en Comú, ningún candidato (ERC, PSC, Trias x Barcelona/Junts, Cs, PP y Valents) hizo hincapié en políticas verdes o para luchar contra el cambio climático. Más bien todo lo contrario: se acentuó la necesidad de abandonar las políticas del decrecimiento, de impulsar la economía y no perder el tren de la competitividad global. Algo está cambiando, e incluso la colauista Tània Corrons quiso acentuarlo: “Soy la única que está hablando de la lucha contra el cambio climático y de políticas verdes”.

¿Y si el dogma climático estuviera llegando a su fin? Sería quizás solo el principio de la historia, de repente, cinco años después de que el mundo conociera a Greta Thunberg, resulta que en un debate económicos con candidatos municipales a la ciudad de Barcelona, nadie mencionó el cambio climático. Y sobre todo, en una ciudad ‘castigada’ precisamente por las moratorias, el rechazo a ampliaciones aeroportuarias, a las ‘pacificaciones’, a las superillas descontaminantes.

Es cierto que es Barcelona; y es cierto que es Ada Colau; y que en campaña le conviene a todo el mundo alejarse de los principios que defiende el que defiende el título. ¿Pero y si fuera una tendencia que va a elevarse en los próximos días? ¿Y si el Gobierno español dejó de hablar de Doñana porque veía que no estaban sacando el rédito esperado?

Obviamente el cambio de modelo productivo a uno más respetuoso con el medio ambiente es inevitable. Pero quizás la sociedad se ha hartado de circulares moralizantes, donde el pregonero nunca da ejemplo; y en cambio la gente pide soluciones tecnológicas, apuestas innovadoras de futuro que ayuden a reducir la huella humana. Habrá que esperar al tono de otros debates. En ECONOMÍA DIGITAL repetimos formato en Valencia el 12 de mayo, con la colaboración del Colegio de Ingenieros de Valencia, y en Madrid, el 17 de mayo. Estáis invitados a acompañarnos.  

Bernat García Girona

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