Bernanke decepciona a las bolsas y el Ibex pone en juego los 8.000 puntos

Las bolsas europeas abren con descensos cercanos al 3% después de las medidas aprobadas anoche por la Reserva Federal, que no cubren las expectativas. La prima de riesgo salta a 370 puntos

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Las bolsas se han acostumbrado a vivir en el alambre y el resultado es que una mala noticia puede destruir en cuestión de minutos el castillo de naipes construido con mucho esfuerzo en las sesiones anteriores. Ha bastado una decisión de la Reserva Federal que el mercado ha considerado como insuficiente para que las cotizaciones se vengan abajo. El Ibex ha perdido en la apertura los 8.000 puntos y ahora lucha con denuedo por mantener este nivel sicológico.

Los inversores han decidido soltar lastre a la vista de que la Fed no ha aportado nada nuevo para inyectar confianza en los mercados. Se ha limitado a hacer lo que todos esperaban: venderá bonos a corto plazo por 400.000 millones de dólares que serán utilizado para comprar títulos a largo plazo. El objetivo es reactivar el consumo y ayudar al sector hipotecario.

Pero el jefe de la Fed, Ben Bernanke, no realizó previsión alguna sobre una nueva fase del Quantitative Easing (QE3) que los mercados esperan como agua de mayo. El resultado es que los inversores han puesto en marcha la máquina vendedora tanto en Asia como en Europa.

Nadie quiere asumir riesgos después de las fuertes caídas entre el 2% y el 3% de anoche en los índices estadounidenses, máxime teniendo en cuenta que hoy se publican datos clave al otro lado del Atlántico como las peticiones iniciales de desempleo y el índice de indicadores líderes de agosto, susceptibles de mover, y mucho, las bolsas estadounidenses.

Mientras, los inversores siguen digiriendo los 300.000 millones de euros que según el FMI necesitan los bancos europeos para sobrevivir a la crisis de deuda soberana. El resultado es un ataque de desconfianza que siete sesiones después devuelve al Ibex por debajo de los 8.000 puntos aunque los mínimos situados en los 7.640 quedan todavía lejos.

De momento, las constructoras y los bancos se llevan la peor parte, mientras en el mercado de deuda el bono español aumenta el diferencial con el alemán hasta casi 270 puntos con la rentabilidad en el 5,40%. Mientras, en el mercado de divisas el euro pierde posiciones frente al dólar hasta las 1,3547 unidades.

Economía Digital

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