Economía de EE.UU. muestra una escasa variación en los últimos meses, según revela el Libro Beige
La economía estadounidense se muestra resistente, pero estancada en términos de crecimiento industrial y consumo
Archivo – Edificio de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en Washington.
El último informe del Libro Beige de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) indica que la actividad económica en el país ha experimentado cambios mínimos desde julio. Este análisis, realizado a través de los 12 bancos centrales regionales, proporciona una perspectiva amplia sobre el estado actual de la economía estadounidense.
Análisis regional y consumo doméstico
De las doce regiones analizadas, solo cuatro experimentaron un crecimiento modesto, mientras que las demás mostraron poca o ninguna variación en su actividad industrial. En términos de consumo, se observa una tendencia estable o decreciente, ya que los incrementos salariales no han podido competir con el ascenso en los precios, afectando directamente el poder adquisitivo de los consumidores.
Los sectores de retail y hostelería han intentado contrarrestar esta tendencia ofreciendo promociones especiales, aunque estas medidas no han logrado compensar la disminución de visitantes internacionales.
Automoción y manufactura
En el sector automotriz, se han mantenido o aumentado ligeramente las ventas de vehículos nuevos, mientras que el mercado de reparación de vehículos antiguos ha visto un aumento en la demanda de servicios y piezas. En manufactura, las empresas están inclinándose hacia el uso de cadenas de suministro locales y la automatización como estrategias para reducir costos.
Empleo, salarios y aumento de precios
El empleo ha permanecido estable o ha mostrado un ligero aumento, aunque con una notable reticencia por parte de las empresas para contratar, derivada de la incertidumbre del mercado o la disminución de la demanda. En algunos casos, se ha visto un incremento en los despidos, influenciados por políticas de retorno a la oficina y una mayor automatización.
La discrepancia salarial entre regiones continúa, con incrementos que varían de moderados a modestos. Finalmente, el aumento de precios ha sido calificado de moderado a fuerte, vinculado principalmente a la imposición de aranceles y afectando de manera significativa a sectores como los seguros, los servicios públicos y tecnológicos.
A pesar de la presión sobre los costos, muchas empresas siguen siendo reticentes a trasladar estos aumentos a los consumidores por temor a perder competitividad.