El Gobierno trabaja contra reloj para cambiar la tarifa del gas a las puertas de una ola de frío

Después de generar un colapso en el negocio del gas con la promoción de la tarifa TUR, ahora podría haber subvenciones al mercado libre

La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. EFE/Javier Etxezarreta.

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El equipo de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, lleva unos días trabajando para reformular el mercado del gas residencial en España. Y eso que, apenas hace unas semanas, ya lo cambió en el contexto del ‘Plan Más Seguridad Energética’ para apoyar la tarifa regulada (TUR), y que de esta manera los usuarios pagaran menos. Pero las cosas no han salido como estaban previstas. Además, el frío se acerca

El resultado en la ecuación del gas no ha sido la esperada por parte del Gobierno. Cuando incentivó la ‘tarifa barata’ para que los usuarios se pasasen, pensó que todo sería más sencillo. Ahora, con perspectiva, ni ha resultado sencillo, y todavía hay 6 millones de hogares que se enfrentan a una ola de frío inminente con el coste energético que eso puede suponer

En primer lugar, y pese al cuello de botella que han sufrido los clientes para cambiarse de la tarifa libre a la tarifa TUR, lo han hecho menos de 300.000 usuarios, la realidad, según documentación del sector a la que ha tenido acceso ECONOMÍA DIGITAL, se tardaría casi un año en que todo el mercado estuviera en la ‘tarifa barata’. Momento, además, en el que ya no estaría en vigor las ayudas económicas a la tarifa TUR, que duran hasta diciembre de 2023. 

En este contexto han surgido diversas alternativas. La primera: que todas las empresas energéticas puedan ofrecer tarifa TUR. Esto se ha descartado por la burocracia que se generaría que las compañías tuvieras que crear sociedades para ofrecer la tarifa regulada.  

La segunda alternativa es subvencionar a todos los clientes, algo que incluiría a los 6 millones de usuarios de la tarifa libre. Pero fuentes del sector aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que esta opción también genera dudas. ¿Todos los clientes necesitan ayudas?, ¿cuál sería la velocidad para poner en marcha estas ayudas? 

Estas preguntas son las que están en la mesa del Ministerio, y para las cuáles todavía no hay respuestas. Además, no todas las empresas coinciden en las mismas recetas para solucionar el verdadero problema: que a las puertas de una gran ola de frío no hay alternativas para los 6 millones de clientes que se enfrentan a precios elevados. 

Una amenaza inminente 

Por si no fuera suficiente, el Gobierno tiene que trabajar contra reloj porque se acerca de manera potencial una de las olas de fríos más duras que se recuerdan. Debido a un extraño fenómeno meteorológico, la próxima semana se pueden alcanzar temperaturas extremas de frío. 

Y es que, pese a que se espera un invierno relativamente agradable, será justo al inicio del mismo cuando se den las temperaturas más bajas. Por lo tanto, en estas primeras semanas de gran frío, todavía en otoño, será cuando se haga un gasto de gas más intensivo.  

Por esto, el Ministerio deberá darse prisa, y todo ello sin cometer más errores de cálculo. Las ayudas al mercado del gas se reformularon apenas hace dos meses, y no se previó que el trasvase de clientes fuera tan bajo con respecto al volumen total de consumidores de gas.

Raúl Masa

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