La guerra entre Rusia y Ucrania disparará la luz y el gas: el IPC podría subir dos puntos, hasta el 6,5%

El inicio de la invasión de Ucrania perpretado en la madrugada de este jueves por la Federación de Rusia ha consternado a la comunidad internacional y ha encendido las alarmas sobre las posibles implicaciones económicas en función de la duración del conflicto, que empujará la inflación al alza y, de persistir la contienda, en el caso de España podría elevar en casi dos puntos la inflación , hasta una media del 6,5% este año.

El Gobierno español ya asume que el conflicto tendrá repercusiones económicas sobre la incipiente recuperación, ya que el ataque disparará aún más el precio de la electricidad y del gas y con ello se acentuará la escalada inflacionista de los últimos meses registrada en España y en buena parte del continente europeo.

En una comparecencia en el Palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asumido que «sin duda» el conflicto provocará consecuencias económicas tanto en España como en toda la Unión Europea, sobre todo en materia energética, por lo que ha avanzado que la UE lleva tiempo preparando la respuesta para tomar «cuantas medidas sean necesarias para mitigar el impacto económico y energético».

Los analistas y organismos económicos empiezan a realizar cálculos sobre la repercusión de la guerra entre Rusia y Ucrania en medio de las grandes dificultades al desconocerse aún cómo se desarrollará el conflicto y, sobre todo, cuál podría ser su duración. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ya revisa un punto al alza su previsión de IPV, hasta un 5,6% de media anual, pero avisa de que las consecuencias podrían disparar la inflación casi dos puntos, hasta el 6,5%.

Los precios del gas se disparan un 30%

«El conflicto que se ha desatado en el este de Europa complica el escenario de recuperación que se planteaba a inicios de año», señala Funcas, que apunta que habida cuenta de las incertidumbres en torno a la envergadura del conflicto y su duración, una cuantificación del impacto global en la economía española «no es factible de momento». No obstante, sí es posible aportar un orden de magnitud del efecto en la inflación del incremento de los precios energéticos que se está registrando en los mercados como consecuencia del conflicto.

Antes del estallido de la contienda, se anticipaba una menor tensión en los mercados del gas a partir de la primavera, como lo evidenciaba el mercado de futuros y dicha relajación permitía vislumbrar una desaceleración en el precio de la electricidad a partir de abril. En cuanto al petróleo, la previsión era de un mantenimiento en torno a 80 dólares el barril de Brent durante el resto del año. Con estas hipótesis, la previsión de IPC para 2022 era de un incremento del 4,6% en media anual, un ritmo significativamente menor a las cotas alcanzadas en el periodo más reciente.

Sin embargo, la fundación avisa de que la amenaza de una disrupción en las exportaciones de energía de Rusia está teniendo ya reflejo en los mercados energéticos. Y es que los precios en el mercado a plazo del gas se han disparado cerca de un 30%, algo que, de mantenerse, entraña un encarecimiento de la electricidad y no una desaceleración como se prevé en el escenario central.

Por su parte el barril de petróleo cotiza en torno a 100 dólares, significativamente por encima de lo previsto inicialmente. El conjunto de factores e redundaría en un incremento del IPC del 5,6%, un punto más que la previsión realizada antes del conflicto de Ucrania, pero en el caso de que el riesgo incrementado de que los precios actualmente observados se perpetuara, el IPC se incrementaría hasta el 6,5%, casi dos puntos más que en la previsión pre-conflicto.

Posible impacto en el consumo, exportaciones y el crecimiento

De forma preliminar y en ese nivel macroeconómico, la fundación señala que «una inflación más elevada erosionaría la capacidad de compra de los hogares y por tanto restaría fuelle a la recuperación del consumo privado, con una incidencia muy importante en el crecimiento».

El posible repunte inflacionista, añade Funcas, afectaría a las exportaciones hacia países como Alemania, aún más expuestos que España a los recortes de suministro de gas ruso, y todo ello sin contar el previsible deterioro de la confianza, un «factor clave de la inversión empresarial».

También habría que tener en cuenta el eventual impacto sobre los tipos de interés y las primas de riesgo, que precisamente en el caso de España habría ido ‘in crescendo’ en los últimos días hasta superar incluso los 100 puntos básicos. Por tanto, de mantenerse las actuales tensiones Funcas calcula que «la economía española crecería a una tasa significativamente inferior al 5,6%» anticipado por la fundación recientemente, y ello teniendo en cuenta que la previsión del Gobierno sigue aún en un crecimiento del 7% este año.