Santander, BBVA y Sabadell, los mejor colocados para mediar los fondos UE que gestionará Calviño

El informe de resultados para España reconoce a estas entidades como “socios estratégicos” para que llegue la financiación a las pymes, algo clave en los fondos europeos

La presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño (c) presenta los datos de la actividad del Grupo BEI en España en 2023. EFE/ Zipi

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El Banco Santander, BBVA y el Banco Sabadell son tres de los «socios estratégicos» del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que están mejor colocados para actuar como agentes intermediarios en el Fondo de Resiliencia Autonómica (FRA) de 20.000 millones de euros de fondos europeos que pondrá en marcha el Ejecutivo y gestionará la entidad.

Así los define el BEI que ahora dirige la exvicepresidenta Nadia Calviño en un informe sobre su actividad el año pasado, destacando que estos bancos han sido cruciales «para ayudar a que las pymes continúen avanzando en su transformación ecológica», ejecutando un papel de mediadores para garantizar que la liquidez (a través de préstamos o de operaciones de garantía) llegue al tejido productivo.

Estos «socios estratégicos», como los define el BEI, también incluyen a Bankinter, UCI, el Instituto Catalán de Finanzas o Cajamar, y han permitido «facilitar el acceso a la financiación de las pymes y empresas de mediana capitalización en ámbitos como la eficiencia energética, la transición ecológica o la innovación».

3.600 millones del Fondo ya listos

El papel de las entidades financieras será clave para dar salida a los 20.000 millones de fondos europeos Next Generation EU que el Gobierno encomendará al BEI. Si bien el grupo, ya sea a través del propio banco o del Fondo Europeo de Inversiones (EIF), actuará directamente para financiar proyectos de las Comunidades Autónomas, el propio mecanismo prevé que haya intermediarios que faciliten la llegada de este ‘maná europeo’ a entidades públicas o privadas, como las citadas pequeñas empresas, compañías de mediana capitalización o autónomos.

Según detalla la Adenda -actualización- del Plan de Recuperación que diseña este instrumento financiero, el BEI gestionará inversiones sostenibles para las CCAA en diferentes ámbitos: desde la vivienda y el transporte a la competitividad industrial y de las pymes, pasando por mejoras en el turismo o la transición energética. Estos 20.000 millones estarán divididos en líneas directas para financiar gobiernos autonómicos o locales y otras líneas, donde se incluirán los préstamos a empresas.

La presidenta Calviño anunció durante la presentación de sus resultados en España que el banco ha dado «todos los pasos necesarios» para desplegar un primer tramo de este Fondo. 3.600 millones, en concreto.

Las CCAA decidirán sobre las inversiones del Fondo

Ahora bien, hasta entonces faltan varios pasos: el principal, que el Gobierno de España y el BEI firmen el Acuerdo de Implementación para la puesta en marcha oficial del fondo. Esto se está retrasando debido a que el Ejecutivo, confirmaron fuentes de Economía, aún no ha diseñado el mecanismo de gobernanza de este fondo, donde estarán incluidas las comunidades autónomas, principales receptoras, pero no está claro todavía cuál será su papel ni la capacidad de decisión en la adjudicación de los proyectos.

El citado acuerdo de implementación no es un documento sencillo. En primer lugar, tiene que definir que decisiones iniciales sobre las inversiones del fondo serán adoptadas por el Grupo BEI de manera independiente al Gobierno español. Además, se tendrá que detallar la clase de productos financieros y cuáles serán sus destinatarios finales, con el requerimiento de que todas las inversiones deban ser económicamente viables. También ha de detallar cuáles serán las tarifas para el BEI y los mecanismos de control y auditoría.

En la línea de las políticas climáticas a las que está dirigido el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de donde proceden los fondos, al menos la mitad de este instrumento financiero ha de destinarse a inversiones contra el cambio climático. El documento determinará que será el propio BEI quien escoja a los intermediarios financieros, con quienes firmará acuerdos de financiación tras seleccionarlos en un proceso «abierto, transparente y no discriminatorio».

Cuerpo ya puede firmar el acuerdo con Calviño

Antes de irse a Luxemburgo, Calviño dejó todo preparado para que su sucesor, Cuerpo, pudiera firmar esta clase de acuerdos con la institución. El artículo 13 del último real decreto-ley de medidas anticrisis recoge la autorización para firmar los acuerdos con el Grupo Banco Europeo de Inversiones y para las aportaciones de fondos al Fondo de Resiliencia Autonómica.

«Se habilita a la Ministra de Economía, Comercio y Empresa para dictar los actos necesarios y para firmar los acuerdos con el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Europeo de Inversiones en los que se establezcan los términos en que se realicen las aportaciones de fondos y las condiciones de pago», recoge la norma, ya validada en el Congreso.

Fuentes gubernamentales han defendido la presencia del BEI en la gestión de los fondos del Plan de Recuperación ya que la entidad es la «adecuada» para dirigir un programa de ese tamaño, ya que se trata de «una institución de gran potencia que tiene una larga trayectoria de relación con las comunidades autónomas españolas, de financiación de proyectos públicos, privados, y un conocimiento y una capacidad técnica muy acreditada para poder colaborar con el Gobierno español». De hecho, de acuerdo con estas fuentes, el objetivo es que el propio BEI asuma el «reto especial» de que la financiación fluya a las comunidades autónomas y también pueda cofinanciar algunos de los proyectos que se nutran de los fondos europeos, lo que le dé más capacidad de inversión y transformación a la herramienta.

El Gobierno, el BEI y las entidades financieras colaboradoras tendrán que hacer frente al esfuerzo ingente de dar salida a los 20.000 millones de euros antes del 31 de agosto de 2026. El calendario provisional que el Ejecutivo diseñó con Bruselas pasa por que a finales de año se haya firmado la financiación de, al menos, el 15% de los fondos disponibles, que ascienda hasta el 50% a mediados de 2025, el 75% a finales y ya el 100% al terminar el tercer trimestre de 2026.

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