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Irse de vacaciones en España cuesta un 40% más que hace cuatro años
El aumento de turistas y precio no se refleja en los bolsillos del sector turístico, la principal industria del país

Irse de vacaciones por España es cada vez más caro
Las vacaciones veraniegas de 2025 han finalizado. Según los datos de Coyuntura Turística Hotelera, más de 39 millones de personas han viajado por España este verano, lo que supone casi un millón más que en el año anterior. Según el informe anual sobre Turismo en España, elaborado por Comisiones Obreras (CCOO), estas cifras récord evidencian una tendencia que se repite desde la pandemia: viajar en época estival es más caro, concretamente un 40,9% más que en 2021.
Estos aumentos se relacionan directamente con la subida de la rentabilidad de los hoteles (6%). La tarifa media diaria se encareció un 5,6% respecto a agosto de 2024, lo que se traduce en un 6,6% más de beneficio por habitación disponible.
Si analizamos el encarecimiento por regiones, los incrementos por encima de la media nacional (5,3%) se registraron en Asturias, con un 8,8%; Murcia, con un 8,5%; y Baleares, con un 7,7%. También hay que destacar las subidas en La Rioja y Canarias (+6,7%), Madrid (+6,5%), Castilla y León (+6,0%) y País Vasco (+5,7%).
Las vacaciones son más caras, sin efectos en el empleo
Las vacaciones de verano han cerrado con cifras históricas para el turismo en España. Más de 39 millones de personas recorrieron el país durante la temporada estival, lo que supone casi un millón más de visitantes que en 2024 y 2,6 millones más que en 2019, antes de la pandemia.
En cuanto a la procedencia de los viajeros, el turismo internacional continúa siendo el principal motor, con un crecimiento del 3,9% anual y ya representa el 55% de los visitantes.
Destacan el aumento de británicos, un 4% más, y de viajeros procedentes de América, excluyendo Estados Unidos, que aumenta un 8,3%. En cambio, el turismo nacional apenas avanzó un 0,9%, con un gasto más ajustado en hoteles y restaurantes, reflejo de la pérdida de poder adquisitivo de los españoles frente a unas tarifas cada vez más elevadas.
Pero detrás de los récords y del encarecimiento de casi el 41% en cuatro años, se esconde otra realidad: el empleo en el sector no avanza al mismo ritmo.
Desde el sindicato CCOO han manifestado que, aunque las vacaciones de verano generaron más de 33.000 nuevos puestos en el sector hotelero, el refuerzo de plantillas fue menor que en 2024 y muy por debajo de la media del conjunto de la economía, que creció un 2,8%, frente al 1,9% en restauración y el 1,6% en comercio minorista.
Además, la mitad de los empleos creados para las vacaciones de verano se concentraron en hoteles de cuatro estrellas, un mercado controlado por grandes operadores internacionales que orientan su oferta hacia turistas con mayor poder adquisitivo. La falta de personal suficiente incrementa la presión sobre las plantillas y agrava la situación de colectivos especialmente vulnerables, como las camareras de piso, tal y como ha explicado CCOO en el comunicado.
Salarios muy por debajo de la media
A nivel salarial, la brecha también es evidente. Mientras el sueldo medio en España alcanza los 2.041 euros, en el sector del alojamiento apenas llega a 1.717 euros, en restauración cae a 1.195 euros y en el comercio minorista se queda en 1.598 euros.
Todos estos datos implican diferencias negativas de hasta el 42% respecto a la media nacional, a lo que se suma el alto coste de la vivienda en destinos turísticos, que reduce aún más el poder adquisitivo de los trabajadores de temporada.
Desde CCOO han insistido en la necesidad de un cambio de modelo que garantice un turismo sostenible. El sindicato ha reclamado que se refuercen las plantillas, especialmente en picos de actividad como las vacaciones estivales, impulsar un pacto en la industria hotelera para asegurar empleo de calidad y formación continua, y aplicar tasas turísticas que permitan financiar servicios públicos en destinos saturados.
Solo así, han advertido, será posible mantener la competitividad internacional de España y lograr que el turismo se convierta en un verdadero motor de bienestar social y no únicamente en una fuente de beneficios para las grandes empresas del sector.