Qué es la cláusula suelo y quién puede reclamarla

La cláusula suelo era un requisito presente en los préstamos hipotecarios a tipo variable

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Las personas que tienen contratada una hipoteca, con una cláusula suelo, pueden interponer una reclamación ante la justicia para obtener el importe desembolsado de más en el préstamo, siempre y cuando reúnan algunas condiciones.

De hecho, según las estimaciones de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas, Productos Financieros y de Seguros (ADICAE), la cuantía que los bancos y cajas habrán de devolver a los hipotecados afectados rondan los 17.500 millones de euros.

Qué es la cláusula suelo

La cláusula suelo era un elemento presente en las hipotecas a tipo variable. En este punto, conviene tener muy claro cual es la diferencia entre los distintos tipos de préstamos hipotecarios, tal y como apunta el comparador de productos financieros Helpmycash.

La cláusula suelo establece un interés mínimo en la hipoteca

Mientras que en las hipotecas fijas siempre se desembolsa la misma cuota mensual, en el caso de las hipotecas variables está sujeta al comportamiento de un índice, habitualmente el euríbor a doce meses y el diferencial pactado con la entidad financiera.

Precisamente, la cláusula suelo fija un interés mínimo en este tipo de créditos. Consecuentemente, cuando la suma del euríbor y el diferencial acordado no alcanza el valor estipulado en la contratación de la hipoteca, se aplica el interés mínimo.

Una condición «abusiva»

Este tipo de cláusulas se comenzaron a aplicar en plena burbuja inmobiliaria, entre los años 2003 y 2008, cuando un grueso considerable de los préstamos hipotecarios que se solicitaban a tipo variable contemplaban un interés mínimo.

Con la imposición de esta condición, los bancos garantizaban que continuarían obteniendo un margen de beneficio aunque el euríbor descendiese. Cuando el indicador comenzó a bajar a partir de 2009, los bancos aplicaron la cláusula suelo, de manera que los hipotecados no pudieron beneficiarse de la caída del euríbor.

Teniendo en cuenta que gran parte de las entidades financieras no comunicaron a sus clientes la existencia de la cláusula a lo largo del proceso de contratación, un grueso considerable no conocía de esta condición.

Por ello, comenzaron a interponer reclamaciones ante la justicia para conseguir la eliminación del tipo mínimo y recibir el dinero que habían desembolsado de más. Unos años más tarde, en 2013, el Tribunal Supremo declaró nulas las cláusulas con falta de transparencia en las escrituras al considerarlas abusivas.

Una persona señala un documento, mientras en la mesa hay una estructura de una casa y unas llaves. Foto: Freepik.
Tras la sentencia del TJUE, los hipotecados pueden recuperar todo lo pagado indebidamente por la cláusula suelo. Foto: Freepik.

A pesar de que el Alto Tribunal dictaminó inicialmente que la entidad financiera solo debía pagar los intereses abonados de más, posteriormente, en 2016, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) obligó al organismo judicial a sentenciar que se puede recuperar todo lo pagado indebidamente por la cláusula suelo.

Quién puede reclamar

El primer factor a tener en cuenta es que no todas las cláusulas suelo son abusivas, sino únicamente las que no eran transparentes. A ojos del Tribunal Supremo, se puede reclamar cuando se reúnen varias condiciones.

Uno de los requisitos para pedir la eliminación de la cláusula es tener la condición legal de consumidor, es decir, ser la persona física que solicitó el crédito para comprar una vivienda. La segunda condición es que el banco no brindase la suficiente información.

Para reclamar se debe demostrar que el banco no aportó la información pertinente

Por ejemplo, si la entidad financiera no comunicó al cliente el impacto del interés mínimo sobre la hipoteca, o bien, la cláusula no salía en la oferta precontractual, pero sí en el contrato final.

También se podrá reclamar si la diferencia entre el suelo y el techo hipotecario, la cláusula que fija un interés máximo en una hipoteca variable, es desproporcionada.

Una vez los hipotecados se aventuran a interponer una reclamación, la entidad financiera deberá acreditar que comunicó todos los detalles necesarios en la formalización del contrato hipotecario.

Entonces, el juez se encargará de estudiar detalladamente la escritura del crédito hipotecario para valorar si la diferencia entre el suelo y el techo en el préstamo es desmesurada.

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